Año 2010 que ilusión emergía en mi ser, era tanta mi alegría por partir, era un lugar sin conocer, sin imaginar cual será su proceder, pero aún así yo quería seguir, cuando llegas a ese lugar donde todo te parece extraño, todo te huele diferente, donde todo se siente raro, inmensas sus avenidas, donde la vida es hermosa y su gente se siente, un lugar que jamás imaginé visitar y mucho menos vivir en él.
hoy me encuentro entre sus ruinas que la delincuencia dejo, pero aun así hermosa y alegre se admira al paso que doy, ciudad que no duerme, pero tampoco se despierta porque la vida se le va sin siquiera darse cuenta porque la inmensidad de su dimensión no le da para más. Todo es diferente, todo es diferente, su gente es más franca y cada vez más unida, el pasado les a dejado cicatrices pero el presente a propuesto que su gente debe de avanzar y su futuro otro panorama les da.
Emocionada me encuentro y con la ilusión de un hogar formar, pues todo listo esta, mucho tiempo no a de pasar para empezar a despertar en medio de una tolvanera de arena como en esta ciudad se suelen dar, solo que la gente acostumbrada está, pero yo lo mismo no puedo expresar.
Van surgiendo los vientos que me empiezan a descarnar mi ser por no poder lograr mi ilusión que en mi mente y corazón tenía mucho antes de llegar.
Se va formando un ejercito de demonios en mi alma que no puedo combatir porque tengo al lado uno de carne y hueso acechándome y sobre de mi, nada le gusta, nada le agrada, desgarra mi seguridad y mis ganas de vivir, haciendo que la ciudad sea como un lastre que me da para no seguir, siete años debo de aguantar para decidir que aunque esta sea la frontera más hermosa no puedo seguir, no disfruto de su gente, de sus calles, de sus noches que se hacen días sin sentir y mucho menos de sus estaciones que aquí vienen a emerger cambiando su camino y el tinte del amanecer que se plasman en el alma transformando el ambiente y el de su gente que ansiosos dejan que avancen sin miedo al cambio y dispuestos están a que pasen por la puerta grande.
Oh tan triste realidad la mía, pues hoy decido regresar y volver a empezar aunque no en el lugar de la puerta grande, si donde encuentro paz.
Hoy soy como esa gente franca y unida de la hermosa ciudad que en el pasado no disfrute y aunque mi futuro es incierto sigo con mi vida porque ¡¡siempre viene algo mejor!!
Por la Puerta Grande entre y salí sin miedo a vivir.
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