HOY
1 – 18:30 horas: Bar:
Estoy tomando un café. Observo a escondidas, cómo un chico, tres mesas más allá, abre un paquete.
UNOS SEIS MESES ANTES.
2 – 09:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación. A pie de cama:
¿Que puedo hacer en esta circunstancia?
3 – 12:45 horas: Clínica. Habitación:
Un chico, delineante de profesión, está visitando a un enfermo. El hombre postrado en la cama ha sufrido un accidente con su coche. El hombre es un arquitecto y el chico trabaja en su estudio.
4 -14:00 horas: Clínica. Habitación:
La hermana del arquitecto me encarga prestar asistencia sanitaria y cuidado a domicilio. Yo soy auxiliar geriátrico titulado.
5 – 10:30 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
De vez en cuando pasa la secretaria, la Carla.
6 – 12:55 horas: Clínica. Habitación:
Al chico, a un paso de la cama, le brota una lagrima y piensa que no ha aprendido nada en su vida. Se mete la mano derecha en el bolsillo de los pantalones y empieza a masturbarse hasta creerse que el estar vivo es lo suficiente.
7 – 06:00 horas: Calle:
El arquitecto se dirige en coche hacía su casa. Ha pasado una velada con sus amigos. Está ebrio. Es de madrugada. En un cruce no repara en el declive repentino de la calle. Desgraciadamente se empotra con su coche en el camión de la basura parado en medio de la calzada. Su cuerpo queda atrapado en un amasijo de metales. Con la cabeza atraviesa el parabrisas. El traumatismo produce la perdida de masa cerebral.
HOY
8 – 09:00 horas: Estudio del arquitecto:
La muerte del arquitecto suscita mucho llanto. Pero quien lo había conocido mejor, no tiene el menor gesto de aflicción.
HACES UNOS MESES
9 – 09:10 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
El arquitecto en su cartera, guardada en la mesita de noche, conserva varias tarjetas de puticlubs. En el mismo cajón están también las llaves del despacho.
HOY
10 – 13:50 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
Una parada cardíaca acaba con la vida del arquitecto.
11 – 12:00 horas: Estudio del arquitecto. Velatorio:
Acuden: la hermana, un representante del ayuntamiento, la secretaria, el delineante y yo. Posteriormente, la hermana me felicita por el trabajo de asistencia desarrollado y me pregunta si el arquitecto, durante sus delirios, contaba “cosas”.
HACES UNOS MESES
12 – 11:50 horas: Estudio del arquitecto:
Un día el arquitecto manda la Carla a por un recado y se queda solo con el delineante. El arquitecto se insinúa. Pasea su mano por el entrepierna del chico. Lo fuerza entre sus muslos. “¡Cállate!”, le resopla, mientras se corre entre sus nalgas. El chico se descontrola. Llora. Pierde la cordura.
13 – 11:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
El arquitecto, alocado, habla sin parar. Yo haciendo mi faena, escucho con atención su demencia:
- – …hay que variar las copias que están depositada en el registro civil de la vivienda.
- – …alterar la distribución interna de cada piso de cada planta de cada bloque.
- – …venderemos sobre papel el piso piloto y luego lo modificaremos.
- – …tengo que llamar, …la cagamos.
- – …está todo en la caja fuerte de mi despacho.
- – …Carla vete a comprarme tabaco.
- – …¡a ti te voy a follar!
- – …¡que bien vueles!
- – …haremos mucha pasta con los pisos de protección oficial modificados.
Me quedo con estos eufóricos y malditos instantes.
HOY
14 – 12:00 horas: Estudio del arquitecto:
Durante el funeral, al representante del ayuntamiento se pone nervioso.
HACE UNOS MESES
15 – 10:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
Una mañana me encuentro la Carla. Sus medias enredadas en los tobillos. Una mano del arquitecto se pierde bajo su falda. Carla entre lagrimas y mocos suplica:
– …¡¡padre, no, no!!
16 – 12:30 horas: Juzgado de lo Contencioso Penal:
Un magistrado descubre una trama de cohechos y falsedades en documentos con turbia finalidad.
17 – 24:00 horas: Estudio del arquitecto:
Me quedo sólo unos minutos, como pájaro en una rama. Vacío la caja fuerte de unos cuantos documentos, cheques y efectos personales. Luego levanto el vuelo y desaparezco bellamente.
18 – 20:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
La hermana del arquitecto se lleva las llaves del despacho.
19 – 08:30 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
También vino la Carla buscando las llave del despacho. ¡Cautivo su ingenuidad! Rápido deslizo mi mano debajo de su braga. El arquitecto nos mira sin entender nada. Carla se va sin las llaves.
¡A veces los inocentes son sacrificados por un orden mayor!
HOY
20 – 12:00 horas: Estudio del arquitecto. Velatorio:
La Carla no me saluda.
21 – 14:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
El mismo día que el arquitecto muere se presenta la Guardia Civil para arrestarle.
22 – 18:30 horas: Bar:
Estoy tomando un café. Observo a escondidas, cómo un chico, tres mesas más allá, abre un paquete.
23 – 22:00 horas: Piso del arquitecto. Habitación:
La hermana del arquitecto me busca y quiere hablarme. Pero ya no puede dar conmigo.
24 – 23:45 horas: Puente:
El representante del ayuntamiento, después de haber comprobado que unas cuantas copias de los planos manipulados acabaron sobre la mesa de un magistrado y que varios talones con su firma habían sido endosados en una cuenta desconocida, se suicida tirándose desde un puente.
¡Un daño colateral!
25 – 18:30 horas: Bar:
El delineante, sentado en una mesa llora y esconde su cara en una camisa que hace tiempo le arrancaron en un ímpetu de amor.
26 – 02:45 horas: Puticlub:
La Carla hoy trabaja de puta.
27 – 18:30 horas: Bar:
Me enciendo un cigarrillo.
Lo correcto sería ser descubierto y castigado, para que así se consiga, al menos, una mínima señal de justicia. De tal manera sería lógico también considerar que no todo es posible en esta vida. Pero me ayuda saber que, lo de estar vivo y coleante, es suficiente.
FIN
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