El final de todo; el principio de mi vida.

El final de todo; el principio de mi vida.

1. La belleza

Desde que tengo uso de consciencia,

si es que alguna vez la tuve;

poseo recuerdos de tantos por qué,

de noches sin dormir,

de sufrir y hacer sufrir.

También un victimismo crónico sin curar

con rejón mentiroso indomable.

La paz sólo la encuentro en el antes

del nacer.

No cuentan aquellos días con la anfetamina cabalgando

por mi venas en los que me creí el elegido

por Dios para contarle a otros dónde estaban

las flores más bellas y se me olvidaban versos

entre pena, sudor y dolor.

Si pudiera ser consciente de la paz de la muerte,

no dudaría en abandonar ya mismo esta batalla,

mas he de ser sincero y tengo miedo a un doloroso suicidio.

Pero sobre todo más nadie que nunca, mas escondido que

siempre creo en la belleza.

«Puesto» sin esnifar, derrumbe, intento de perdón y algo de paz.

Sí, mirad; la paz.

La mañana y paz.

Pasos por la avenida de tu belleza,

¿ te ha dicho alguien que eres bella?,

la mal llamada normalidad,

entrar en tu cuerpo o alma; penetrar en ella sin acariciar tu sexo,

bella monotonía,

vida,

sonrisas,

sangre,

flujos,

semen,

llantos,

sudor,

el amor y la inocencia de los perros,

«Adeline» de Alt-J,

la esperanza de ir algún día a Petra,

Pessoa ¿desintegrado? en Alberto Caeiro en pos de la belleza,

esos chicos con sus hoodie desabrochadas fumando costo en las escaleras;

me sonríen, bellos,

¿sin pasado? [mañana]

¿sin presente? [tarde]

¿sin futuro? [y noche]

¿ quién de nosotros lo tiene?

¿puedes tú encontrar el camino?

Te espero.

Vivo. [Ahora que el color, el olor y el sonido de la muerte están lejos de Nosotros]

2. Cuatros estrofas sin sentido ni dirección

Quiero golpear las paredes hasta que mis puños sangren,

no hace falta ser Cesar Vallejo para hablar de la muerte sin desearla.

Quisiera tener valor para arrancar la piel de mi cara,

para que Manuel aparte la tierra y bese mi innoble calavera.

Voy de maldecir a Dios, a arrodillarme,

de la ira al llanto, y del llanto al vacío.

Duelen aún muchas heridas que abrí en mi herida

cada día más grande , curada por ahora con dolor y tristeza.

Quisiera tener valor para volver a beber,

mas gasté todas mis mentiras y todas las salidas.

Comencé a mentir cuando la cocaína comenzó a ganarme,

y yo a dejarme ganar,

ahora lloro arrodillado,

tan sólo pido perdón, y pido un respiro;

a sabiendas que es difícil tomar aire,

en un mar de ideas absurdas llenas de ira y violencia.

Saldremos de esta.

§

Hasta el mar más oscuro trae algo de paz,

como las olas se deshacen entre las rocas

en esos días que suelen calificar de feos o raros,

encuentro paz,sin que me vean,

mirando el mar.

Quizás nunca sabrás que Yo [hará unos 20 años]

años tan sólo soñaba con escuchar el mar. [ contigo].

§

Es curioso como se ven las nubes mas bellas

a medida que camino,

entre unos edificios que entre otros,

entre muchas vidas,

entre nuestras prisas, secretos y miedos en común.

Tal vez, las nubes tan sólo mis miserables artimañas

de aprendiz de poeta para no naufragar.

§

Estuve a punto de volver a hacer una fotografía a una flor,

creí ver en entre adoquines un corazón,

incluso un globo en una farola.

Pero ahora he de aprender a dejar de soñarme

como hacen los niños,

Matar al cobarde iracundo que viaja conmigo

a ninguna parte;

mi mayor enemigo.

Y así poder buscar dentro de mí las palabras más hermosas,

juntarlas en un verso para ti,

pues sólo en tus ojos conectados a tu media sonrisa

existe Dios.

3. Los seres imperfectos

«¿Cómo vidriar, tan lejos del teatro,
los azulejos de verte y no verte,
cómo ser dos en uno (y dos son cuatro)
los vivos que blasfeman de la muerte? «

Joaquin Sabina, «En nombre de la vida». (Soneto)

No hay cosa que más desee en el mundo que amarte.

[ Prometo hacerlo cuando Yo no sea Yo,

cuando mis ojos no odien lo que ven cada mañana en el espejo]

Pero; ¿como acariciarte con mis manos

después de arrastrarlas por el fango.?

Te darías mis ojos, mas no te mereces ver

las llamas del infierno en ellos.

No quiero que veas como duermo con la luz encendida y un libro entre mis manos,

esta medicación no me sienta bien.

Olvidame si quieres,

Yo no te olvidaré a ti.

Al menos, tendré una esperanza por la que luchar:

volverte a ver.

Cada noche abrazaré a un fantasma distinto;

todos serás Tú.

¿ Quien soy?;

¿ un ser atormentado con una máscara invisible?

¿un arrecife que intenta romper almas y dañar?

¿ vuestros años perdidos?

¿ un mes de soledad no buscada?

¿aquel que llora cuando no debe y se ausenta en los lutos en los que debe llorar?

¿una semilla que germinó hacia la tierra?

¿un aborto pendenciero que huyo asustado?

Si lees esto;

te prometo: » En el dolor y mi mentón intervendrá la esperanza»

[Cianita y Obsidiana]

te prometo: » le escribiré al amor y al canto de los pájaros»

te prometo: » acariciaré a la tristeza y a la soledad a cambio de unos hermosos versos»

te prometo: » Mi barrio volverá a parecer San Antón, las palomas andarán tranquilas y los gatos huirán despavoridos»

Y por último te prometo:Quiero golpear las paredes hasta que mis puños sangren,

no hace falta ser Cesar Vallejo para hablar de la muerte sin desearla.

Quisiera tener valor para arrancar la piel de mi cara,

para que Manuel aparte la tierra y bese mi innoble calavera.

Voy de maldecir a Dios, a arrodillarme,

de la ira al llanto, y del llanto al vacío.

Duelen aún muchas heridas que abrí en mi herida

cada día más grande , curada por ahora con dolor y tristeza.

Quisiera tener valor para volver a beber,

mas gasté todas mis mentiras y todas las salidas.

Comencé a mentir cuando la cocaína comenzó a ganarme,

y yo a dejarme ganar,

ahora lloro arrodillado,

tan sólo pido perdón, y pido un respiro;

a sabiendas que es difícil tomar aire,

en un mar de ideas absurdas llenas de ira y violencia.

Saldremos de esta.

§

Hasta el mar más oscuro trae algo de paz,

como las olas se deshacen entre las rocas

en esos días que suelen calificar de feos o raros,

encuentro paz,sin que me vean,

mirando el mar.

Quizás nunca sabrás que Yo [hará unos 20 años]

años tan sólo soñaba con escuchar el mar. [ contigo].

§

Es curioso como se ven las nubes mas bellas

a medida que camino,

entre unos edificios que entre otros,

entre muchas vidas,

entre nuestras prisas, secretos y miedos en común.

Tal vez, las nubes tan sólo mis miserables artimañas

de aprendiz de poeta para no naufragar.

§

Estuve a punto de volver a hacer una fotografía a una flor,

creí ver en entre adoquines un corazón,

incluso un globo en una farola.

Pero ahora he de aprender a dejar de soñarme

como hacen los niños,

Matar al cobarde iracundo que viaja conmigo

a ninguna parte;

mi mayor enemigo.

Y así poder buscar dentro de mí las palabras más hermosas,

juntarlas en un verso para ti,

pues sólo en tus ojos conectados a tu media sonrisa

existe Dios.

Demostraremos al mundo entero que uno y uno, no son dos.

Seremos uno.

4. El paraíso de la paz ingrávida

«Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.»

Lucas 23:43, Nuevo Testamento.

Me miraste a los ojos, eras hermosa.

[ aún se preguntan los allí presentes como fui capaz de no agachar mi cabeza perdida ]

Dijiste: » Soy el Mar, sacame de este Planeta».

Yo siempre creí ser un vertedero.

¿ Cómo saber si esto es real un sueño?.

Decidí intentarlo.

Nos emborrachamos de verano en Nuevo York

con Claro de Luna de Debussy fuera de lugar mesiendose

en nuestro ansioso sudor mientras hacíamos el amor.

Un mutuo «te quiero» al despertar y volvíamos a estar rendidos al opio del amor.

Nos sentimos, viento limpio y enamorado, ahora en Nueva Orleans,

estampaste el Plymouth 1946 borracha como una cuba,

discutimos y no hicimos el amor,

despertar y otro te quiero,

Erik Satie gymnopedie 1;

volamos a Lisboa,

Alfama y gingiha,

de praça de comerçio a praça da figueria

baje 19 y días 500 noches a pillar «1/2 de coca»,

encerrados en nuestra pensión,

escuchamos en mil veces «Diario de un peatón»,

nos prometimos no acabar como Henrika y Rimbaud,

en la pared de nuestra pensión, dibujamos un corazón

hecho con sangre, nuestros pasados y miedos;

juro que nos amamos como nadie jamás se amo,

nos perdimos Sintra,

pero juntos de la mano escribimos muchas estrofas

que ahora estarán susurrandose otros amantes.

Desperté durmiendo en la calle; otra vez en mi bendito-maldito barrio,

un mes después. Creo que te perdí.

Café, raya y prensa.

» Muere chica en Cracovia congelada

con intoxicación etílica de Soplica».

Compré 3 gramos de «la marrón»,

me senté dónde solía con mi perrito,

y los esnifé con la esperanza de encontrarte.

En la paz ingrávida me sentí,

me mecías en tu pecho,

me cogiste de tu mano,

Leopoldo me susurró al oído:

» No dejes escapar una oportunidad así,

no sueltes su mano y dile:
» Al fin llegaste Tú para mecer el cadáver de mi alma».

Seguí su consejo.

Y allí nos quedamos para siempre.

Fuera de este planeta.

Sin dolor, sin cuerpo.

Amándonos.

En paz.

5. La iguana

Si hubieras querido me habría crucificado en la orilla del mar hasta morir asfixiado,

besarte hasta cerraste todas las cicatrices,

encabezar un pelotón suicida,

vender mi alma para cubrir la tuya de oro,

en fin;

mudar mi piel para seguir el rumbo de tu vida.

Tuviste un costalero de tu ira que cargó con tu pasado, tu presente, mi futuro y nuestro dolor,

quemé todo los libros que me quedaban por leer,

te quise sin quererte.

Conseguisteis que os abriera mi alma en canal,
por vosotros hubiera viajado a Medellín a por «zurra»* de la buena,
besé los pies de la basura de esta ciudad.

Os regalé todas mis Navidades a cambio de un futuro de sufrimiento,

llené mi cuerpo de noches perdidas

e hice que la oscuridad fuera mi rutina a cambio de nada.

Todo esto es por si aún no les ha quedado

claro que la iguana está muerta y enterrada.

Firmado: Israel Jorge Pulido

* Cocaína

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