Los de aguja hirieron corazones

mas siempre resultó sangrante el mío

debe ser por mis malas elecciones

o porque acabo siempre en un lío.

Corrí por un amor en unos gruesos,

doy gracias por no abrirme la cabeza.

Pudo más el sabor de otros besos

que mis labios de ávida cereza.

Ser mamá les redujo el tamaño,

me ha tocado aceptar que soy pequeña.

El nene me maneja a su amaño

más tiene claro que soy yo su dueña.

He bailado y andado en los más altos,

he anhelado verme como aquellas

que no están obligadas a dar saltos,

pero al final prefiero no ser ellas.

Deseo ser amada por lo que soy

y que te gusten mis preciosas piernas.

No me pidas más talla de la que doy

que por vanidad ya tengo dos hernias.

¡Los amo, mis tacones! No soy ingrata,

ustedes me han dado buenas fiestas.

Quisiera dejar de meter la pata,

mejor prefiero a mi edad las siestas.

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