Desde los sauces llorones
aguerrida viene ella,
montada en un pingo bravo
se destaca su belleza.
Su alma detiene penas
su cuerpo vibra tormentas,
mas en sus ojos cansados
se vislumbra la entereza.
La guerrera es atrevida
frágil, fuerte y desvivida,
y al galope de su canto
los tambores se aglutinan.
Saben los montes nevados
del andar con tanta fuerza,
se va yendo despacito
aunque caiga en la tristeza.
Su bravura ya se expresa
entre gritos y silencio,
la gente que la rodea
siempre espera a la guerrera.
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