«BAJO LAS TELARAÑAS DE UN TE QUIERO»

Regurgitan las palomas la fragancia de tus besos

Noches de febriles añoranzas, el aleteo apasionado de tu voz,

el resplandor de las estrellas de un galàctico: «Te quiero», bocas,

dulces flores, desangràndose en las sombras, las palabras de un poeta,

una silueta de penurias, las trogloditas marionetas de un corazòn puro y sincero,

las arterias de una acacia, el horizonte de un velero, estallando un mar de lunas y

un beso alado en el tintero, sacerdotisas las palabras que bendicen los luceros y me oculto en mi frìa màscara, mi gris màscara de acero

El sol florece como un sueño… como un solsticio de violetas

La luna besa el mapamundi de los dulces pechos de una estrella

Hoy escribo serenatas de melancòlico vacìo, fantasmagorias de pasiones de

sentimientos malparidos, he descubierto que los amores, mueren a veces sin sentido,

sin desplegar la omnipotencia de sus màs còsmicos latidos, moribundos entre las sombras,

como un polluelo, sin su nido

Hoy quiero reìr como un lunàtico rumbo a la gloria,

hoy quiero deshojar los laberintos de mi historia,

y quiero dibujar un rosedal de ardiente luz sobre el Vesubio de tu pelo,

hoy quiero adormecerme entre las alas de un jilguero

y beber el càliz de tu luz como un amado compañero

mientras te arropa el corazòn como un querubìn destino al cielo

Palabras con ardientes ràfagas de piròmano delirio,

bailoteando entre las hebras de lo real y lo prohibido,

pinto tèmpanos de hielo en corazones derretidos,

abrasados por tus besos, confinados al olvido.

Bajo la càpsula desnuda,

desde el arrebol hasta los huesos,

nos amamos esa noche, como mìticos posesos,

bajo un mar almibarado de jazmines y de estrellas,

vi el hechizo de sus labios con sus tràgicos destellos,

florecer bajo las làgrimas de lluvia, solo ellos.

Bajo mìticos gigantes, en el mar en llamas de tu pelo,

vi gemir a las gaviotas y de caliente èxtasis, el cielo,

vaciò el tintero de tus besos como un gavilàn en pleno vuelo,

quise tejer los paraìsos de los arcoiris de los desvelos.

pero solo hilè tu hermosa luna, bajo las telarañas de un «te quiero».