En torno al verdísimo triunfo de las hojas
las mariposas viven grandes aventuras.
En el abrazo de las espinas,
nace la flor más bella; rosal perfumado
donde nunca me pude asir.
Y así,
descalzo como la aurora,
caminando, casi siempre, a trompicones,
se van llevando los calendarios
el presente diario,
mientras la inocencia
sedesviste de su última mentira;
la rutina rompiendo los bolsillos
con engaños de mil besos
para creerme que me hacen feliz.
Un rostro apagado en cada telón de olvido.
Un sudario para hacerme creer que ya he muerto
y eso, no. De eso estoy seguro,
estoy totalmente vivo.
Carlos gargallo (c)
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