Cayó al amanecer el alma ausente ,
sobre los pétalos heridos por la ausencia ,
con las hojas muertas, adictas al vacío ,
sobre sábanas ávidas de transparencia.
Cayó con el hacha impasible del verdugo ,
cayó con el aplomo del amor tasado ,
como un aguacero cubierto de lluvia ,
con un cuerpo lleno de sudor no amado.
Cayó desde lo alto de la luna
dejando en el viaje todas las cosas ,
vagó por sendas de elefantes enfermos
para enterrar el alma y cubrirlo de losas.
(1994)
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