Páginas Oscuras

XVII

Hay momentos en que mi mente llora sin consuelo.

Tal vez el corazón ha roto sus cadenas al fin.

¿Qué haré con mis sueños prohibidos?

¿En qué lugar dejaré crecer las flores de amor, que no te di?

El alma tiembla ante la duda que desvanece nuestra aurora. ¡Pronto llegará la noche!; y estará otra vez mi alma vacía.

XVIII

Voy a dejar mis recuerdos en tu piel.

Centímetro a centímetro recorreré tu cuerpo de espuma, viento y violentos azules.

Besare lo infinito de tu espacio.

No solo al cuerpo que perdura y muere.

Sino el alma;

que recorre los astros en infinitos renaceres.

XIX

Me aferraré a tus ojos de primavera clara.

A los árboles que crecen en tus besos; dejándome sin sueño.

A tus manos que me roban deseos escondidos de la vida, del mundo; y que sólo florecen para mí.

Aunque la vida es infinita.

Nuestros besos caerán lejos de nuestros labios.

Y será el recuerdo de una noche perfecta. Lo que ate la suerte que nos une.

XX

No importa si separan tu carne, de mi carne.

Mi espíritu se aferrará a tu espíritu.

Con deseos de vida y universo…

XXI

¿Sientes caer la luz en la distancia, cuando besas mis manos? ¿Puedes sentir mi corazón rendirse; con una sola mirada de tus ojos de tiempo y corto espacio?

¡Dime! Si la luz, no se hace camino en tu silencio;

cuando te doy mi cuerpo en una entrega apasionada.

Si mi espera silenciosa. No te deja el alma muda.

XXII

En el alero cae la nieve y estás lejos.

En otra ciudad, con otra gente.

Yo espero varada en este amor como un espejo roto.

Reflejando en pedazos la vida que antaño fue.

Hoy mandaste tu foto. ¡Dices que me recuerdas!

¡ Pero no es suficiente!

El tiempo se siente caer y los minutos; no son los de hace cinco años.

XXIII

La arena cae inexorablemente sobre mi biología.

El reloj no detiene su marcha.

Camina cada vez más de prisa.

¡Y si no vuelves!

Habré esperado en vano.

Seré un árbol que se secó, esperando la lluvia.

Sin flores ni frutos que mostrar.

XXIV

Tendré que caminar hacia delante y no mirar atrás.

Olvidar este amor de estrellas; cada toque de tus dedos.

Tu sonrisa hecha con deseos infinitos.

¡Las tardes cómplices!..

XXV

Te miro levantarte de la cama, jadeante. Abrir la ventana dejando entrar el frío

Tú, de espaldas.

Los músculos moldeados bajo la blanca piel. Ofreciendo tu rostro a la nieve.

Escuchando el ulular de la ventisca.

XXVI

En noches así recuerdo tu risa.

Tu manera de apretarme a tu pecho; y mirarme con esos ojos que parecen no tener final.

Los besos que ponías en cada centímetro de mi piel; sin falsos pudores.

Tus manos recorriendo mi cuerpo; arrancándome suspiros.

Como violín en manos de un virtuoso.

XXVII

¿Si no sale mañana nuestro sol?

¿ Si la luna no brilla en nuestra noche?

¿Qué será de los sueños que nos atan?

¿ Qué será de la vida que vivimos en plena oscuridad?

El mundo gira en amaneceres serenos.

Entre deseos y oscuridades que nos miran;dejándonos dormidos.

Luces que me alejan de la vida. Sombras que me rondan;

y duelen. Como dedos clavados en el alma.

XXVIII

Camino entre incertidumbres que no llenan mis espacios.

¿Gritaré al fin?

¿No sabrá a sal tu nombre, cuando al final te tome de la mano?

Voy a volverme viento, polvo, risa.

¡ Aurora sin color!

¡ Voy a caminar entre los astros!

Soy polvo de estrellas, sonrisa de universo, piedra.

El amor detenido en tu tridente.