Silencio! – respondió el eco, estirando

toda posibilidad de la acción requerida.

Cuando quiso escalar su ego,

el mismo resultado.

Sorprendido del ganador,

ofreció fianza para quien derrote

al vencedor de una lucha de iguales.

Pero la recompensa fue para

quién lo señalo libre y sin cadenas,

simple y llanamente como un todo.

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