Fue mi padre mi taller…

Estoy aburrida— dije un día a papá.

Toma— dijo poniendo en mis manos El relato de un Náufrago — lee y me escribes lo que entiendas.

Lo miré desconcertada, llena de rabia, odiaba los libros y él lo sabia.

Hoy repaso con pasión las páginas de aquel viejo libro y leo al viento lo que escribo con la esperanza de que mis palabras lleguen a él.

Si… Fue mi padre mi taller.

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