El árbol de la tinta.

El árbol de la tinta.

Kramen

21/09/2016

Cuando naces eres el fruto dado por un árbol genealógico maduro, tus progenitores lograron un día en realizar un proyecto que tardaría nueve meses en gestarse. Sus apellidos se entremezclan para obtener un nuevo brote diferente entre las múltiples posibilidades surgidas al azar.

Es el inicio de una carrera llamada vida. Al principio de la ecuación tienes a un padre y una madre, vienen con sus respectivas familias a modo de equipaje, algunos son más grandes y otros hasta ligeros. En este caso Moreno y Pérez. Sobre eso poco se puede hacer, son normas impuestas considerándose restricciones que un cigoto cualquiera no podría modificar.

Ahora conforme avanzamos en la línea temporal del problema. Empiezas a conocer las variables con sus funciones y como en toda cuenta puedes empezar a tachar aquellas que son insignificantes bien por aproximarse al cero por la izquierda o que balanceando puedes eliminar en ambos lados.

Desde pequeño aprendes a querer a todos por igual, aceptas sus peculiaridades incluyendo conductas anómalas. Piensas que en el mundo debe haber de todo y te pasas la adolescencia haciendo caso omiso a esos pequeños defectos que los vuelve especiales. Por acumulación de sucesos trágicos llegas a la saturación y te decides finalmente a podar la parte de árbol que está seco y nunca rebrotará produciendo resultados.

En mi caso elimine a casi todos del linaje Moreno de mi historia, en absoluto se asemeja a un genocidio injustificado. No es que fuera pesimista con ellos, al contrario… era un optimista con experiencia y eso es algo que no se puede negar. La memoria de un elefante es envidiada por todos los animales excepto por el que aprende en su pellejo que recordar todo lo bueno y lo malo tiene un coste adicional demasiado alto.

En fin mi hermano y yo somos los únicos que pueden dejar legado y lo haremos. Pero sin una mochila tan peligrosa a la espalda. No por nada intrascendente, sino porque es un apellido ligado a una lengua viperina digna de las víboras bufadoras. Expertas en hacer el mal debido con el máximo daño y la mínima consideración. Son egoístas y egocentristas junto a toda esa larga lista de calificativos despectivos y ombliguistas que puedan existir.

De los cinco sin incluir a los abuelos difuntos. Solo uno se libra… le llamaremos el mellizo menos dañino. El resto podría formar parte del elenco digno de una película del oeste. La pequeña dama barbuda, la arpía con cara de buena y la loca de los pinceles, aunque pensándolo bien incluso sería considerable tratarla como terror. Por lo que eliminar a las tres damas encanto del sistema tampoco influye mucho al resultado final.

Los Pérez en cambio son la familia típica que vivió de estación en estación debido al trabajo del abuelo Pepe y cuyas grandes manos hábilmente esculpieron la madera hasta obtener tres obras maestras. Cada cual una vertiente y un poder diferente. De ese árbol hay ramificaciones que la muerte ha marchitado, pero siguen viviendo como testigos mudos del pasado que merece recordarse.

Tras un tiempo sacas las raíces de tu tierra y te mudas a otro lugar ya sea por un trabajo, por amor o incluso vivir aventuras. La cosa es que te vas y te llevas los retratos de tu familia contigo o al menos los que deseas cultivar.

Cuando llegué a Madrid todavía tenía siete ramas en mi árbol con todos sus injertos y vías secundarias. Tras una gran sequía el número se redujo a más de la mitad, lo cual aligeró la carga durante un tiempo… ahora con la primavera hemos añadido algunas nuevas y el proyecto del frutal perfecto sigue su propio recorrido.

Años después aprendes que la familia es algo para aceptar y respetar. La vida viene en formato individual, como la uses es problema de cada cual y sus elecciones. No te avergüences jamás del pasado sino asimílalo y continua sin miedo ni dudas. Porque es algo que suma en vez de restar ya que todo árbol físico es finito, hasta que te da por añadirle vástagos de otros frutales para que la savia del principal lo alimente y así quizás, si el tronco lo resiste convertirse en infinito o al menos rozarlo.

La vertiente de tu sangre es ineludible por mucho que suene eso de nunca digas que ese cura no es tu padre. Pero con el tiempo empiezas a añadir seres de tinta como un tatuaje sobre la corteza que embellece las bifurcaciones viejas y enriquece las nuevas. Las incorporas incluso en tu rama principal donde mi hermano imperará por siempre.

No es por hacerle ningún desprecio a nadie, pero hay que gente que se une a tu vida y ya no las puedes extraer sin que nada cambie. Durante años viví en más tiempo en una cocina que en casa, en ese lugar conocí al mejor trío que ningún buen camarada pudiera rechazar. Eran como los complementos en una oración. Daban la información del sujeto y estaban ligadas a su predicado.

Como las tormentas con sus rayos y relámpagos o un pesto con su albahaca y sus frutos secos. Definían el resultado pues no es lo mismo usar piñones, que anacardos… ni rúcula en vez de albahaca.

Es cierto… no son de mi sangre porque ellos tienen otros padres y distintos hermanos, pero son mi familia y los considero por igual. Juntos somos los cuatro magníficos, también puede considerarsenos el equipo A. Yo soy M. A. no hay imposible que se resista. Gabriel… el casanova de Felanix con su propio castillo. Benjamín el diligente estratega marsellés y como no el piloto de la pandilla y loco mágico Manuel que para más ironía vino duplicado y aparte de poseer su propia estrella, tiene una copia idéntica escondida en otra isla del mundo llamado Borja y es su espejo calcado.

En una familia se nace pero hace falta cuidarla siempre, protegiendo cada miembro con el esmero de quien forja una leyenda para durar eternamente y sobrevive para poder contarlo.

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