Capítulo 7: El respaldo de Madame Yukari
La Mansión del Dragón Nº1 se había convertido en un símbolo de asombro en la ciudad. Los rumores no paraban: ¿Quién era ese joven que había comprado la mansión más cara con un simple movimiento de tarjeta?
Algunos decían que era un heredero oculto, otros que estaba conectado con la mafia, y unos pocos empezaban a creer que podía tratarse de un genio financiero.
Dentro de la mansión, la familia Takahashi comenzaba a adaptarse a su nueva vida. Haruka exploraba cada rincón con entusiasmo, sus padres aún no podían creer que dormían en camas amplias y cálidas, con mantas suaves que los protegían del frío.
Pero Kaito sabía que el sistema no descansaba. Tras haber recibido la misión de gastar 20 millones de yenes, y haberla cumplido en parte con los autos para él y su padre, ahora la historia se movía hacia un terreno más peligroso: el de los negocios.
Era una tarde tranquila. Kaito se encontraba en la biblioteca de la mansión, revisando libros sobre economía que el sistema había puesto mágicamente a su disposición. De pronto, el sonido de un auto de lujo estacionando en la entrada resonó en el patio principal.
Haruka, curiosa, fue la primera en asomarse desde el balcón.
—Hermano… ¡es esa mujer elegante que vino la otra vez!
Kaito cerró el libro lentamente. Sus ojos brillaron con calma:
—Así que vino de nuevo…
La puerta principal se abrió y el mayordomo —que el sistema había asignado como parte de la mansión— anunció con voz clara:
—Señor Kaito, ha llegado Madame Yukari, presidenta del Grupo Yukari.
Una mujer imponente, vestida con un traje carmesí y tacones negros, entró con paso firme. Su sola presencia llenaba de tensión el ambiente. Miró a Kaito directamente, como si intentara leer su alma.
—Así que aquí estás, joven Takahashi —dijo con una sonrisa calculada—. No pude evitar regresar. La compra que hiciste me intrigó demasiado.
Kaito se inclinó levemente, mostrando respeto sin perder firmeza.
—Bienvenida a mi hogar, Madame Yukari. Pase, conversemos.
Ambos se sentaron en la sala principal. Sus padres observaban desde la distancia, nerviosos por la magnitud de la visitante.
Madame Yukari cruzó las piernas, apoyando sus brazos sobre el sofá.
—Tienes algo que pocos poseen: decisión y audacia. No cualquiera compra una mansión de casi diez millones de yenes en un instante. Eso me dice que… o eres un imprudente con dinero heredado, o un genio que entiende el valor de una inversión.
Kaito no dijo nada. Solo la miraba en silencio, como si esperara más.
Ella sonrió al notar la calma del muchacho.
—Quiero ponerte a prueba. Ya que eres tan «rico», dime, ¿sabes de inversiones reales? Yo poseo múltiples empresas, desde bienes raíces hasta tecnología. Pero el mercado es inestable. Si de verdad eres alguien con visión… ayúdame a invertir con seguridad.
La habitación quedó en silencio. Haruka tragó saliva nerviosa.
Pero entonces, frente a Kaito, apareció la pantalla azul del sistema:
[Nueva misión secundaria desbloqueada]
👉 Apoyar a Madame Yukari en una inversión de alto nivel.
Recompensa: Desbloqueo de la Habilidad SSS: Inversión.
Kaito sonrió.
—Madame Yukari, acepto tu reto.
El sistema proyectó en su mente múltiples gráficos, tendencias del mercado, probabilidades y fluctuaciones futuras. Era como si pudiera ver el futuro de la economía mundial con claridad infinita.
Kaito tomó una hoja y comenzó a escribir, trazando números y rutas de inversión con velocidad sorprendente. Yukari lo observaba con incredulidad.
—Invertir en el sector tecnológico de inteligencia artificial en Japón no es suficiente. El verdadero crecimiento vendrá de las energías renovables y el comercio digital global. Aquí —señaló un punto en el mapa—, en apenas dos años, esta empresa triplicará su valor.
Yukari abrió los ojos sorprendida.
—Esa compañía… es pequeña y casi desconocida. ¿Cómo puedes estar tan seguro?
Kaito levantó la mirada.
—Porque el futuro ya está escrito para quienes saben leerlo.
Un silencio pesado cayó en la sala. Madame Yukari, una mujer que rara vez se dejaba impresionar, no pudo evitar sentir escalofríos.
Finalmente, ella sonrió con una mezcla de respeto y ambición.
—Increíble. Si esto resulta cierto, Takahashi Kaito, tendrás no solo mi respeto… sino el respaldo completo de mi imperio.
El sistema sonó nuevamente:
[Misión completada: Ayudar en una inversión segura]
Recompensa obtenida: Habilidad SSS — Inversión.
Una energía cálida recorrió la mente de Kaito. Ahora podía analizar cualquier inversión, cualquier movimiento financiero, y ver el resultado con una claridad que rozaba lo sobrenatural.
Kaito cerró los ojos, comprendiendo la magnitud del poder que acababa de recibir.
«Con esto… el dinero no será jamás un problema. El mundo entero será mi tablero de ajedrez.»
Antes de irse, Madame Yukari se puso de pie y extendió su mano hacia Kaito.
—A partir de hoy, cuentas con mi respaldo. Si necesitas contactos, capital o protección empresarial, lo tendrás. Pero también espero resultados. No me decepciones.
Kaito estrechó su mano con firmeza.
—No se preocupe. Yo nunca fracaso.
Los ojos de Yukari brillaron con interés.
«Este chico… podría ser la inversión más grande de mi vida.»
Mientras ella salía de la mansión, Haruka corrió hacia su hermano, abrazándolo con una sonrisa.
—¡Hermano, eres increíble! Cada vez haces cosas más sorprendentes.
Kaito acarició su cabeza suavemente.
—Esto apenas comienza, Haruka. Muy pronto, no solo tendremos un hogar digno… tendremos el poder de cambiarlo todo.
Y así, con la nueva habilidad en sus manos, el camino de Kaito hacia convertirse en una leyenda acababa de tomar un giro aún más ambicioso.
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