GRACIAS A ELLA CONOCÍ EL AMOR

Bastantes años hace ya que ella llegó a mi vida y desde entonces nos volvimos inseparables. Pude distinguir esa mirada tan especial entre tantas otras que competían por venir conmigo a casa, pero esto fue amor a primera vista, nuestros corazones se enchufaron desde aquel momento, la conexión de almas ya estaba escrita, pasaríamos un largo trecho de vida juntas.

A partir de ahí, este corazón mío siempre de hielo y a veces de acero, se fue derritiendo conforme tocaba ese pelo tan suave, conforme convivía con ese espíritu tan noble que me ha amado sin condiciones, que ha soportado mis arrebatos, mi llanto silencioso, mis duelos y mis agobios. El lenguaje humano no es lo suyo, pero un toque de esos ojos compasivos basta para sostenerme, para recordarme que soy capaz de amar, y el amor lo traduzco como esa sensación expansiva en el pecho que invita al grito, al baile, a la risa y a la explosión interna, al abrazo infinito y a desear su bienestar por sobre todas las cosas. Esto, amigos, no lo he logrado sentir con el contacto humano.

Le dedico a ella estas líneas que jamás podrá leer, a manera de homenaje en vida, porque siento que los abrazos y los besos ya no me son suficientes para agradecerle a quien, sin saberlo, me ha sanado infinitas veces, me ha remendado el corazón, me ha llenado de vida.

Hoy la veo cansada, envejecida, porque el tiempo no perdona ni siquiera a un alma noble, y me preocupo. Escribo y lloro a mares. Las letras son mi desahogo, porque mi corazón no está resistiendo verla caminar con torpeza, rechazar la comida, pasar horas sentada en un mismo espacio porque ya no hay fuerzas ni energía para correr y hacer diabluras como antes, y entonces la amo aún más (si eso es posible), y me estremezco tan solo de imaginar el momento en el que ese cuerpo tan querido, tan suave y amoroso deje este plano, porque no estoy lista, nunca lo estaré ¡la vida no me puede seguir arrebatando a los que quiero! y sin embargo sé que lo hará, que las leyes naturales no hacen excepciones, aquí no hay complacencias para nadie.

Mis mejores emociones han aflorado siempre junto a ella, en medio del mar de la depresión ella ha sido mi tabla, y solo por eso le estaré infinitamente agradecida.

Siento vértigo, si llega a faltarme pronto, me dejará volando en un cielo sin estrellas, perdida, más sola que nunca, porque muchos se han ido ya, dejando mi casa desierta y el corazón lloroso ¿a quién le puedo reclamar por esto?

Experimento a la vez impotencia: el tiempo y la vejez me la arrebatan, a ella, mi única tabla de salvación en medio de este océano furioso y oscuro, a ratos me aferro a su cuerpo en un abrazo fuerte, no quiero que la vida la arrebate de mi pecho, y sufro, sufro infinitamente. Si se va, quiero ir tras ella.

Pero respiro, me calmo, tengo que ser sensata, aún hay mucho por vivir (¿lo hay?) pero no sé si lo quiero hacer sin ella. Me duele el pecho, la vista se me nubla por las lágrimas, siento que en cualquier momento vendrá el ataque de ansiedad ¡por favor, necesito que alguien me abrace! Pero no hay nadie alrededor.

Pido disculpas por mi exabrupto, entré en pánico y hoy he escrito más bien para desahogarme, si has llegado hasta aquí te agradezco por acompañarme leyendo, eso me hace mucho bien aún sin conocerte.

Estas palabras también son un grito de ayuda, dicen que hay que aprender a salvarse uno solo, pero he estado en altamar por mucho tiempo, y mis brazos se han cansado de mantenerme a flote, si ella se va no estoy segura de poder seguir braceando hasta alcanzar la orilla, esa a la que nunca llego, porque todos los que se fueron antes se llevaron piezas de mí, y ya no tengo fuerzas suficientes para seguir flotando.

Pero estoy pensando en tiempo futuro, hoy mi amada Lluvia aún está conmigo, así que la abrazaré con todas mis fuerzas, nunca me cansaré de agradecerle con besos, mimos y palabras bonitas que sé que ella entiende. Cuando llegue lo inevitable espero ser ecuánime.

Sé que todos tenemos un ser amado vivo, así que les invito a que demos el abrazo, a que tengamos el gesto o el detalle que transmita amor y agradecimiento, porque el tiempo es un bandido, porque vamos caminando a ciegas y no sabemos si el siguiente paso lo daremos con la misma compañía.

Esto es para ti, pequeña Lluvia de ojos bonitos color de miel, sabes que ete amo con todo mi corazón.