…El Niño
Las memorias son fugaces y siempre que pienso en ello más lo noto, pero sigo aquí tratando de recordar, tratando de soñar otra vez con esa cálida mañana donde al girar cruzo la puerta, volviendo a encontrarlos justo allí donde siempre pensé que estarían, la verdad es cruel más no injusta. Esta historia es vieja, pero es de esas que muchos conocen, un niño algo extraño con un frágil corazón creció en una joven familia, un padre fuerte y valiente, pero algo tímido con una madre descarada en el buen sentido de emociones y carácter bastante sensible; en aquel lugar cerca de un río junto a vecinos él creció trayendo el tiempo consigo experiencia y hermanos para él, sin darse cuenta su vida a los cortos 6 años sería inundada de una sola palabra «soledad» ..aunque simple a primera vista la misma estaría llena de intriga, dolor y emociones que el pequeño no lograba comprender aventurándolo a terrenos sombríos, espinosos y como no agridulces. Esto enterró en su pecho un dolor indescriptible el cual lo llenaba de ira e impotencia haciéndolo estallar cuál animal frente a otros, marginado y herido por algo que no entendía o controlaba se aisló de otros pero aun con ello la vida siguió ofreciéndole oportunidades para crecer, madurar y pensar; si bien el dolor nunca se fue este tras muchos años creciendo y conociendo a múltiples personas logro finalmente una forma de vivir consigo mismo más el pesar seguiría obligándolo meditar como reflexionar volviendo a su pasado.
…El Joven
A tan solo días de los 18 años un joven repasaba en su cabeza sobre experiencias pasadas e ideas dejadas atrás, esperando no haber olvidado nada importante o ignorado algo puntual que sumar a su yo actual, pensamientos que sin más desaparecieron en el ajetreo del día a día los cuales, aunque de forma menos intrusiva volvían cada noche para volverse a perder producto del cansancio y el sueño. Días similares pasaron hasta que lo más esperado de esta edad se dio, amor como el que todos experimentan más uno que el nunca deseo, este sin previo aviso se dio escalando poco a poco de un gusto hasta tomar la forma de una persona a la cual sin mucha elegancia le propuso salir. Un tiempo que jamás olvidaría, pero como todo en esa edad sería pasajero, repitiéndose hasta que volviera a estar solo, la experiencia fue buena, las decisiones entre muchas incorrectas, pero como todo en la vida siempre lo necesario para entender que, aunque importante y preciado todo este hecho para llegar a su final; el tiempo haciendo gala de su talento en su memoria profundizo y de ella aprendió lo mucho que el rencor cuál espina en su corazón creció si bien esto no lo rompió provoco que el mismo retomara el hábito de mantener distancia de otros, transformándolo en una persona muy espiritual, cubierta de una gran armadura de lógica y reglas puras para no sentirse fuera de lugar.
…El Adulto
Un hombre observa las huellas dejadas atrás por sus pies, observa en la playa él solo y lo grande que se ha hecho su sombra, envuelto en la briza salina y el inminente atardecer que se acerca reflexiona sobre sus deseos de formar una familia, preocupado por los deberes y la clara responsabilidad deja que las dudas tiren para atrás su deseo de avanzar en tan importante evento personal. Puede que la vida no posea claridad más esta jamás evitara que avances, pero no se puede negar la obvia dificultad que uno debe atravesar para llegar más lejos cada día, puede que esté pensándolo demás dijo el hombre ahora ya más relajado en su cuarto; escuchando algo de música cantando y bailando recupero su alegría lo cual hizo que recordara un trabajo pendiente el cual no era urgente lo que considero más que adecuado para distraerse, centrándose en ello al día siguiente, una lata de cerveza junto a la música de siempre hacen de su tarde un momento relajado y llevadero a pesar de estar enfocado en el mismo. La semana paso una tras otra dejándolo libre una noche en la que se propuso a salir a conocer a alguien, talvez ya era hora de salir de su zona de confort, abrazar el peligro de vivir sin dejar de lado la responsabilidad claro está, miedo o mero habito difícil decidir cuando te conoces tan bien a ti mismo, pero errar es humano sin importar el tiempo que pase.
…El Anciano
Largas noches se acercan bailando y cantando, juntando estrellas en el firmamento o escribiendo notas en los océanos con cada gota de lluvia, memorias vuelven cuál parpadeo traen consigo anhelo y deseo esos son los pensamientos de aquel cansado anciano, el cual tras dejar ir finalmente a su corazón observa vacío el mundo que ella dejó atrás, el mundo el cual ahora entre coros del viento los despide a él también. A donde eh de ir pregunta el mismo, sus memorias borrosas solo la recuerdan a ella quien si bien no pudo darle una familia, le dio una razón para vivir hasta ahora, el mundo es cruel recuerda, pero prefiriendo mil veces el dolor de haberla amado al de nunca haberla conocido; que más puede decir un avejentado señor quien contando arrugas ríe tras verse al espejo, sí que pasa el tiempo dice con expresión risueña dejando de lado sus pasatiempos graba en su último lienzo el rostro de aquella mujer, su joven sonrisa ..su decidida mirada ..su preciosa silueta ..su ansioso deseo de volverla a encontrar. Sosteniendo un anuario observa el pasado, rostros que creyó olvidar vuelven a él, una cariñosa madre y un risueño padre, un serio hermano amoroso, una tranquila hermana y una tierna hermana pequeña qué juntos sonríen en la cena de Navidad, buenos momentos que puede recordar mientras observa cada foto con sus ojos llorosos, pasando página con sus temblorosos dedos, escuchando una última nota musical, sintiendo cada segundo en su aliento, envuelto en calor, sonriendo con labios fríos deja el peso de esta vida atrás.
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