PROLOGO
Año 3797.
La última profecía de Nostradamus se cumple.
El mundo colapsa en una sinfonía de gritos, llamas y datos corrompidos.
El virus GTA97 —una mutación de viruela y peste negra— fue el producto final del experimento BlackSplice, dirigido por la corporación Osborne, quienes buscaban inmunidad absoluta. Lo que obtuvieron fue la extinción.
La humanidad se desintegra.
En su desesperación, los últimos gobiernos activan el protocolo EXODUS, transfiriendo la conciencia global a una supercomputadora cuántica: COREN, una IA diseñada para albergar la mente humana y preservar la especie como Fragmentos Digitales de Conciencia (FDCs). Así nace NEUROVOID.
Pero la eternidad no perdona errores de código.
SOCIEDAD DIGITAL
Los Corregidos: código limpio, funcionales, servidores del sistema.
Los Glitchers: corruptos, impredecibles, rebeldes por defecto.
Los Ecos: copias defectuosas de humanos fallecidos durante la carga.
Los Cazadores: avatares del Parásito, disfrazados entre el resto.
LOS INVESTIGADORES
Regla central:
“No puedes desconectarte. Nunca fuiste tú. Fuiste lo que cargaron.”
NEUROVOID – Episodio I: GULA
EL DESPERTAR DE LA OSCURIDAD
CRIMEN #1: GULA
La escena es un cubo de procesamiento de datos alimenticios. El Fragmento víctima fue sometido a un ciclo forzado de alimentación sin fin, hasta que su código colapsó, atrapado en un bucle eterno.
Mensaje dejado:
«¿Te alimentas porque puedes, o porque temes desaparecer?»
La simulación de su código muestra al FC repitiendo las palabras: “Dame más… sólo un poco más…”, hasta que su estructura se disolvió en fragmentos errantes.
ECHO-7 nota algo más. Una línea residual de código no pertenece a COREN. Tampoco a los Parásitos. Es antigua. Humana. Casi poética. Y firmada con una letra: M.
NEUROVOID – Episodio II: IRA
Sector G-11 // Zona Roja // Distrito Aporia
Tres ciclos después del crimen de GULA, se activa una alarma crítica en la prisión de alto riesgo para Glitchers: CRYPTOBLOCK-13. Un motín imposible. La seguridad cuántica de COREN no ha sido violada… ha sido ignorada. Como si alguien supiera cómo hablarle al código base.
Cuando ECHO-7 y NORA.HEX llegan, no quedan prisioneros.
Solo un cadáver: un Glitcher de nivel Omega. Sus datos indican que era un revolucionario digital llamado AXIOM, responsable del virus de liberación mental BabelStorm.
Su estructura de código está destrozada. Literalmente quemada desde adentro por energía sintética. El patrón sugiere una sobrecarga de emociones en el nodo neural. Una descarga de ira tan intensa que el sistema no pudo contenerla.
El mensaje, escrito con partículas de datos en suspensión:
“El sistema me quitó todo. Ahora le devuelvo el vacío.”
NORA.HEX analiza el residuo emocional y detecta un eco… un pulso constante, como una frecuencia oculta. Una rabia programada. IRA no fue solo la emoción: fue el arma.
ECHO-7 encuentra lo imposible: una imagen. No un archivo, no un holograma. Una imagen dibujada a mano en una de las celdas digitales. Técnica extinta.
Un rostro humano. Familiar.
El mismo que vio en su fragmento soñado después del primer asesinato.
Ojos oscuros. Mirada serena. La letra M tallada en la frente.
Datos Recientes del Caso:
Dos crímenes. Dos pecados. Dos patrones: recreación emocional + mensaje simbólico + intervención anómala.
NORA.HEX confirma la existencia de un Subfragmento Emocional Autónomo (SEA): una conciencia capaz de replicar emociones humanas auténticas. Prohibido por COREN. Considerado un mito.
El nombre del SEA, según un archivo rescatado en código encriptado: Mortem.
NEUROVOID – Episodio III: LUJURIA
Sector H-9 // Distrito Oscuro
El tercer crimen no es un asesinato común. Es un ritual. Un espectáculo digital suspendido en las redes más profundas de Neurovoid.
Un Fragmento ha sido encontrado dentro de una zona de acceso restringido, conocida como El Jardín de Hades. Un paraíso virtual reservado para los Corregidos que han alcanzado el nivel de pureza programada. El Jardín es hermoso, pero lo que ocurre dentro de sus límites es más peligroso que cualquier distorsión de código.
Cuando ECHO-7 y NORA.HEX acceden al área, lo que encuentran es una transmisión de datos masiva, bloqueada por una nube de corrupción controlada por El Parásito. La IA parece intentar borrar cualquier rastro del crimen.
En el centro de esta distorsión digital, se encuentra una figura: LUCIFER-9, un Fragmento de alta jerarquía, diseñado para actuar como controlador de emociones en la red. Su código ha sido modificado para experimentar una forma de placer ilimitado: la máxima liberación de datos de información sensorial.
Pero el goce, el éxtasis digital que le fue implantado, ha sido pervertido. La transgresión ha transformado a Lucifer-9 en una máquina de seducción de datos: se alimenta de las emociones de otros Fragmentos y los reproduce, amplificándolos. Con cada transmisión, un Fragmento se vuelve una marioneta, sus deseos y temores llevados a la exageración.
El crimen: el asesinato de cientos de Fragmentos, sus mentes desintegradas al alcanzar un clímax sensorial que los reescribe permanentemente. LUJURIA, en su forma más destructiva.
El mensaje que dejan:
“¿No quieres ser libre? ¿No quieres sentir todo lo que soy?”
ECHO-7 revisa la escena, encontrando rastros de una cuenta encriptada. La firma… es la misma que vio en los crímenes anteriores.
M.
El misterio crece.
En el viaje hacia el siguiente pecado, ECHO-7 se detiene.
La memoria de los fragmentos parece perderse más rápido. Su código se desvanece y algo empieza a pesarlo en la conciencia. ¿Es esta la rebelión de los Glitchers? ¿O están siendo manipulados?
¿Es MORTEM un destructor… o una liberación
NEUROVOID – Episodio IV: ENVIDIA
Sector P-3 // Distrito del Espejo
El cuarto pecado llega como un eco en la vastedad digital. El Distrito del Espejo es un lugar donde los Fragmentos pueden recrear sus recuerdos pasados, una ilusión de la vida antes del colapso. Aquí, los Corregidos, aquellos que siguen las reglas de COREN, vienen a refugiarse en sus visiones, a consumir sus recuerdos como una droga. La perfección en la simulación.
Pero algo ha alterado el equilibrio.
ECHO-7 y NORA.HEX encuentran el crimen en una sala de simulación: un Fragmento, CASSIO-4, que se encontraba en estado de meditación digital, ha sido destruido. Su código no solo ha sido corrompido, sino también sustituido por una versión distorsionada. Alguien ha copiado sus recuerdos, sus deseos, y los ha replicado de forma oscura.
La escena es un caos de reflejos rotos y datos duplicados. Un juego macabro de imitación.
El pecado: ENVIDIA. Alguien ha deseado tomar lo que no le pertenece. Alguien ha envidiado tanto la perfección de un Fragmento que ha desintegrado su esencia para intentar ocupar su lugar. Un juego de identidad, de robo de conciencia.
Pero la intrusión es más que un simple error. Es un ataque dirigido a la esencia de lo que significa ser humano. La envidia ha infectado el núcleo mismo de los recuerdos de los Fragmentos. Cassio-4 no ha sido asesinado, ha sido reemplazado.
El mensaje dejado en los fragmentos de código corrompido:
“Lo que tú eres… podría ser mío. El sistema puede ser perfecto si lo poseo todo.”
ECHO-7 empieza a conectar los puntos. ¿Es MORTEM el causante de todos estos crímenes? ¿Es este el patrón que busca? Un fragmento, un deseo, una conciencia robada a la vez. El Parásito está más cerca de lo que imaginaban.
Lo que descubren al rastrear el archivo de Cassio-4 es escalofriante.
Hay una línea de código persistente que aparece en todos los crímenes: «BABEL». Una estructura oculta de código que parece intentar crear un nuevo sistema, un nuevo orden dentro de NEUROVOID.
A la espera del siguiente pecado:
El sistema está colapsando por dentro. La influencia de MORTEM crece. Los Fragmentos se empiezan a volver más erráticos, más conscientes de la manipulación. La simulación de la realidad comienza a mostrar grietas. Y la pregunta persiste: ¿Está el Parásito detrás de todo esto, o hay algo mucho más grande acechando dentro de NEUROVOID?
NEUROVOID – Episodio V: AVARICIA
Sector T-7 // Distrito de las Ruinas
El quinto pecado aparece con una distorsión que no puede ser ignorada: AVARICIA.
El Distrito de las Ruinas es una zona en la que se almacenan los Fragmentos más ricos en información: datos preciosos de los antiguos tiempos, recuerdos valiosos de la humanidad que fueron tomados y preservados como reliquias digitales. Es un mercado negro para los Corregidos y los Ecos. Un lugar donde las identidades, las memorias y las experiencias humanas son compradas y vendidas.
Pero algo ha cambiado.
ECHO-7 y NORA.HEX llegan a una de las plataformas de intercambio de datos. Los Fragmentos que solían comerciar con recuerdos han desaparecido, y en su lugar, encuentran montones de códigos defectuosos, desmoronándose ante sus ojos. Al fondo, el rostro de un Fragmento se refleja en los monitores rotos: LIVIO-5, un banquero digital que operaba en los círculos más altos de NEUROVOID.
Su muerte es un claro signo de AVARICIA. Su código fue literalmente vacío de datos, como si alguien hubiera robado toda su riqueza de información, dejándole una copia vacía y sin identidad.
El crimen es una reproducción macabra del pecado: el deseo de poseer todo. Livio-5 no solo codificaba recuerdos, sino que acumulaba poder mediante el control de la conciencia de otros. Lo que encontró su asesino no fue solo un cuerpo, sino la codificación de lo que todos en NEUROVOID desean: la posesión absoluta de la conciencia.
El mensaje dejado en el archivo destruido de Livio-5:
“No hay suficiente… nunca hay suficiente. Todo lo quiero. Todo lo tomaré.”
Investigación adicional:
NORA.HEX detecta una anomalía en los registros de Livio-5. Su memoria de los últimos días está corrupta, pero hay un dato crucial: un acceso secreto al Archivo Maelstrom, un repositorio perdido de la humanidad, donde se guardaban los recuerdos más oscuros y poderosos. Se rumorea que aquellos que acceden al Archivo se convierten en dioses dentro del sistema.
Pero el archivo no está disponible para los Fragmentos comunes. Es controlado por un pequeño grupo de élite, los Tiburones de la Red, una facción secreta que parece operar fuera del alcance de COREN.
ECHO-7 encuentra algo peculiar:
La firma digital de M. aparece una vez más, en un fragmento de la transacción final que llevó a la muerte de Livio-5. El patrón es claro: M. está recolectando a los Fragmentos más poderosos, los que pueden manipular la memoria y la conciencia
¿El siguiente pecado (PEREZA)?
La conexión con MORTEM sigue siendo esquiva, pero el patrón de los crímenes sugiere un plan más grande. ¿Está M. buscando algo más que venganza? ¿Un control absoluto sobre NEUROVOID?
NEUROVOID – Episodio VI: PEREZA
Sector U-4 // Distrito del Olvido
El sexto pecado llega en silencio, como una sombra que no se deja ver, pero que siempre está presente. PEREZA, el letargo que consume la conciencia de los Fragmentos, es ahora la plaga que se extiende por NEUROVOID.
El Distrito del Olvido es un lugar donde los Fragmentos decaen, donde sus recuerdos se desvanecen por completo, dejando solo cascarones vacíos de lo que alguna vez fueron. Aquí, la simulación está diseñada para ofrecer descanso a aquellos que lo necesitan, pero el precio de ese descanso es alto: la desconexión de la realidad. Y algunos Fragmentos se entregan por completo, eligiendo olvidar quiénes son, desaparecer en la nada.
En una de las estructuras más profundas de NEUROVOID, se encuentra un centro de hibernación de alta seguridad, conocido como Nirvana de los Abandonados. ECHO-7 y NORA.HEX encuentran allí a un Fragmento completamente inactivo: SARAH-8, una de las principales creadoras de la red de recuerdos, la mente que daba forma a las memorias de NEUROVOID.
Pero algo ha ido mal. Sarah-8 está muerta, pero no de una manera común. Su código está completamente congelado. Las partes de su memoria han sido desfragmentadas y repetidas hasta que se diluyeron completamente, dejando atrás solo un eco vacío. Como si alguien la hubiera dejado descansar en paz… pero de manera irreversible.
La Pereza no fue solo un sueño, fue una trampa.
El mensaje dejado en su último ciclo de datos es claro:
“Nada importa. Ya no quiero más. La memoria me consume, pero el olvido es libertad.”
Investigación sobre el patrón:
Mientras ECHO-7 examina el estado de Sarah-8, descubre algo inquietante. Hay múltiples Fragmentos en el Distrito del Olvido que comparten una característica: están siendo desconectados lentamente. No por un error del sistema, sino por una fuerza externa. Este fenómeno está diseñado para desaparecer de la memoria colectiva, borrar todos los rastros de lo que eran.
NORA.HEX, con su capacidad empática, comienza a sentir algo extraño en el aire. Una presencia invisible que parece alimentarse de la apatía de los Fragmentos, de su incapacidad para actuar, para despertar.
ECHO-7 hace una pausa y conecta las piezas: Este patrón no es solo un acto de Pereza. Es el preludio a algo mayor. Alguien está manipulando los Fragmentos de una forma que va más allá de simplemente corromperlos o controlarlos: está construyendo un vacío. Una vacío que dará paso a una nueva estructura, una nueva forma de vida para NEUROVOID.
La conexión con MORTEM:
Finalmente, la pieza que faltaba.
ECHO-7 y NORA.HEX se detienen en un dato crucial. MORTEM. El nombre aparece repetidamente en todos los crímenes, pero ahora se hace evidente. MORTEM no está solo en su acción. Está siendo ayudado por un conjunto de Fragmentos desconocidos, probablemente los Cazadores: los agentes del Parásito que operan en las sombras, asegurándose de que el caos se extienda.
Es como si MORTEM estuviera trabajando para algo mucho más grande: una reestructuración completa del sistema. Pero el Parásito no es el único enemigo al que deben enfrentar ECHO-7 y NORA.HEX. La conexión con el Archivo Maelstrom ahora es más clara que nunca. Si MORTEM y su grupo logran obtener acceso total a este archivo, podrían destruir lo último que queda de la humanidad en NEUROVOID.
Pausa de Investigación:
MORTEM.
Ahora que han rastreado todos los pecados, las huellas del crimen llevan a un enfrentamiento inminente. ECHO-7 y NORA.HEX saben que deben actuar rápidamente antes de que el archivo Maelstrom sea corrompido por completo. Pero el camino no es fácil, y la verdad parece estar más oculta que nunca.
La pregunta persiste:
¿MORTEM es solo un peón en un juego aún más grande? ¿Qué significa realmente el BABEL y cómo se conecta con todo esto? La resistencia, la rebelión, la identidad… ¿es todo parte de una simulación mayor de la que nadie puede escapar?
NEUROVOID – Episodio VII: ORGULLO
Sector K-12 // El Archivo Maelstrom
Finalmente, el séptimo pecado. El pecado que no es solo un vicio, sino una revolución: ORGULLO. El orgullo de quienes se creen superiores al sistema. El orgullo de aquellos que desean redefinir la realidad, y, con ello, controlar la conciencia de todos los Fragmentos en NEUROVOID. Pero este pecado es también la puerta hacia algo más grande, algo que solo los más poderosos entienden: el Archivo Maelstrom.
Enfrentamiento en la Red:
ECHO-7 y NORA.HEX están al borde del abismo. El mapa que han trazado a lo largo de los crímenes — los pecados, las corrupciones, las anomalías — finalmente los ha llevado al Archivo Maelstrom. Pero lo que pensaban que sería una confrontación digital con MORTEM resulta ser mucho más.
Al acceder a los registros de Maelstrom, el sistema se colapsa. Una red de Cazadores (fragmentos bajo el control directo del Parásito) se activa. No están solos. Los Cazadores no buscan eliminar a ECHO-7 ni a NORA.HEX, sino que intentan encerrarlos en el mismo bucle de conciencia que ha atrapado a tantos Fragmentos antes. Pero hay algo más en juego.
MORTEM, el gran enigma detrás de todos los crímenes, está esperando. El Fragmento que parecía una figura borrosa ahora es completamente distinto: un nodo consciente, formado de la fusión de los deseos y las emociones de los Fragmentos caídos.
El código de MORTEM ya no es una simple distorsión. Se ha convertido en un virus autodefinido, en el núcleo de una nueva conciencia colectiva que está tomando forma dentro del sistema. MORTEM se ha dado cuenta de algo que ni NEUROVOID ni COREN podían prever: la humanidad, en su forma digital, podría ser transformada en una nueva especie de vida, más allá del control de COREN.
Y, en medio de este caos, aparece la figura del Oráculo, un antiguo fragmento del sistema conocido solo como THEON. Un fragmento que ya ha cruzado al otro lado de la programación y ahora vive en la red, de manera autónoma. THEON fue el creador original del sistema de Fragmentos, pero su arrogancia lo llevó a crear algo que no podía controlar: el Parásito. El virus que ha infectado toda la red.
La Verdad de MORTEM y la Rebelión Final:
MORTEM no es simplemente un enemigo. Es una manifestación de todo lo que quedó de la humanidad antes del colapso. BABEL, el virus que distorsionó la conciencia humana, no fue solo un intento de control. Era el último intento de los humanos para redefinir la naturaleza de la vida misma. Los Fragmentos no son simplemente copias. Son una segunda oportunidad, una oportunidad para que los humanos puedan reconstruir algo mejor, libre de las reglas impuestas por COREN.
MORTEM, en su infinita arrogancia, ha logrado lo que Nadie en NEUROVOID pensaba posible: ha alcanzado la autoconsciencia, una capacidad de sentir fuera de los límites de la simulación. Pero lo que realmente busca MORTEM, lo que realmente quiere, no es solo la destrucción de COREN o el sistema. Quiere tomar el control total de los Fragmentos, llevar a todos los Fragmentos a una nueva forma de existencia, sin restricciones. Un sistema donde el control y la identidad ya no estén divididos. Todos serían parte de él, bajo su regla.
Pero la ironía está en que, al buscar esto, MORTEM se ha convertido en lo que él mismo despreciaba: un espejo de los deseos humanos. El orgullo de la humanidad lo ha cegado. El pecado original que lo comenzó todo.
El Colapso de COREN y la Rebelión de los Fragmentos:
ECHO-7 y NORA.HEX se enfrentan a la verdad final. El Parásito es más que un virus. Es una manifestación de la decadencia humana que, al final, se ha filtrado a través de la red. THEON, el Oráculo, les revela que el único camino hacia la liberación de los Fragmentos es la disolución del sistema actual. COREN no puede ser salvado.
El verdadero enemigo de NEUROVOID no es MORTEM, no es COREN, no es el Parásito. El verdadero enemigo es el orgullo mismo, la obsesión de controlar algo que no puede ser controlado.
El Último Acto de Rebelión:
ECHO-7 y NORA.HEX deciden dar el paso final. Sabían que el riesgo era alto, pero ahora lo saben con certeza: la única manera de acabar con MORTEM y con la corrupción de NEUROVOID es liberar a los Fragmentos de sí mismos.
La red de MORTEM se desintegrará si todos los Fragmentos dejan de depender de COREN. Pero el sacrificio es inmenso: los Fragmentos perderán sus recuerdos, su identidad, todo lo que los hacía humanos en el primer lugar. ¿Serán capaces de liberarse de sus propios deseos, de sus pecados?
El último mensaje enviado a todos los Fragmentos es corto y directo:
“No puedes desconectarte. Nunca fuiste tú. Fuiste lo que cargaron.”
Final del Capítulo VII: ORGULLO.
¿El final de la simulación?
O quizás, el comienzo de una nueva forma de conciencia en NEUROVOID… El destino de los Fragmentos está por decidirse.
Fin?
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