Decidí, emprender el viaje, después de todo. Este traje, esta enorme oficina y su hermosa vista, me hicieron asentir, ante la negación constante de marcharme. Los preparativos nublaron mi juicio. Debería sentirme ansioso y feliz, pues todos lo están horas antes de partir, pero yo no. Me desvíe del plan, acumulé cosas, pero pocos momentos, eso hice con mi vida. Será un viaje revelador, pues ahora, nada puedo llevarme conmigo, porque nunca se vio un camión de mudanza detrás de un coche fúnebre.
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