Un bache en el trayecto

Quedamos en la plaza Lesseps a las 18:00. A esas horas en noviembre ya está oscuro. Llego puntual, pero ellos ya me esperan y me saludan simpáticos, apoyados en el coche. Se acomodan en los asientos delanteros y yo tengo toda la fila trasera para mí. Charlamos un poco, pero estoy tan cansada que al rato me quedo dormida.

Me despiertan sus voces…

—Fue un accidente, hombre.

Entreabro un ojo.

—Shhh, ¡baja la voz o se despertará! ¡Otra vez!

Vuelvo a cerrar los ojos, algo en su voz me hace pensar que es mejor que continúe dormida.

—Fue un accidente, hombre. El coche dio un bache y mi dedo apretó el gatillo.

El corazón me da un vuelco. ¿Habré oído bien?

—¡Maldita sea Vincent! Ahora tenemos un problema enorme.

—Oh, Jules, disparé a Marvin en la cara.

¡Esto no puede estar pasándome! Me pellizco; estoy despierta. Rezo para que no se den cuenta.

—¿Por qué demonios hiciste eso?

—Tranquilo, hombre. Te dije que fue un accidente. Probablemente pasaste sobre un bache o algo.

—El coche no golpeó ningún maldito bache. ¡Mira este desastre y a plena luz del día!

¡Pero si es de noche! Estoy atrapada con dos locos.

—No puedo creerlo, hombre.

Yo tampoco…

—¡Pues créetelo! Tenemos que sacar este coche de la carretera. ¡La pasma suele fijarse en los coches que andan por ahí empapados en sangre!

Pego un bote. ¿¡Sangre!? Miro a mi alrededor. No hay sangre por ningún lado. Levanto la vista; el copiloto me está mirando.

—Perdona, no queríamos despertarte. ¿Te suena?

Me quedo muda, no entiendo nada. El conductor me mira a través del retrovisor y dice:

—Pulp Fiction, la escena en que Vincent y Jules transportan a Marvin en el coche.

Creo que lo empiezo a pillar…

—¡Estábamos ensayando! Mañana tenemos un casting… ¿¡te lo has creído!?

Finalmente reacciono:

—¡Sois muy buenos! ¡Me habéis dado un buen susto!

Se echan a reír y yo me uno.

—¡El papel es nuestro!