Travesía Traversa

Y así comenzó nuestra aventura, un trayecto quizás poco habitual, entre la majestuosa ciudad de Valencia y el boreal pueblo de Ponts. Sucedió en el invierno pasado cuando el comandante de la nave deseaba esquiar en las montañas de Andorra, su destino final.

Recuerdo que éramos tres pasajeros y para el primer amigo de viaje no hubo novedad en la llegada a su destino, pero para el segundo había tiempo de trasbordo a otro transporte que esperaba su arribo. En la amplia y cómoda cabina del vehículo hablamos de política, música, arte y otras situaciones de humanos, sin imaginar que conforme avanzábamos en nuestro trayecto nos encontraríamos con una serie de bloqueos en carretera, que nuestro piloto decidió sortear de manera estoica. Entre bloqueos con tractores y fogatas en el camino, nuestro experto piloto decidió buscar atajos y vías alternas que nos permitieran avanzar, las maravillas de la tecnología con un buen GPS, parecíamos inmersos en las escenas de la película de Mad Max “El guerrero de la carretera “.

Reversa, giro a la izquierda, giro a la derecha, ¡ups! No cabemos por ahí, saltos, fuertes sacudidas y lo más desafiante era que nuestro segundo compañero de viaje lograra llegar a su destino a tiempo. En un cruce muy cerca de nuestro segundo destino un policía vial nos informa:” hasta aquí es el camino”, “Deben esperar hasta mañana”, eso fue demoledor para los pasajeros, pero nuevamente nuestro hábil piloto, pantalla de satélite en mano nos alentó a seguir diciendo: “pues llegaras a tu destino a tiempo”. Agarró del volante y repetimos una segunda oleada de fuertes sacudidas por el agreste relieve.

La suerte estaba echada, la probabilidad en contra muestra, decía que no llegaríamos a tiempo a nuestros respectivos destinos y finalmente nuestro piloto ganó la apuesta, sin cometer infracciones de tránsito y sin excesos de velocidad; nuestro segundo compañero de viaje logró llegar a su destino faltando solo dos minutos para su trasbordo.

Lo siguiente fueron adulaciones y una inmensa gratitud con nuestro piloto abordo, eso fue fascinante. He querido repetir esta experiencia y cada vez que reservo un BlaBlaCar me permito soñar que algo exageradamente emocionante podría suceder o no suceder.

Buen viaje para todos en sus vidas y éxitos en sus aventuras.