Allí estaba yo con mi mochila morada, imaginando el tipo de personaje con el que me tocaría compartir espacio en este trayecto. Faltaban 2 minutos para la hora de recogida, pero yo llevaba ya diez allí. Empecé a notar como las pulsaciones subían, la respiración se entrecortaba y el nervio estomacal se volvía el protagonista de mis sentidos.
Odio los silencios incómodos, y en estos viajes tipo tómbola, lo paso fatal. Me importa un pimiento la vida del conductor, por eso no pregunto, y tampoco quiero contar mi vida. Soy una persona muy profunda que odia las conversaciones banales. Pero el encuentro inicial es la parte más liviana en este «proceso», lo que sigue es…
¡Piii!¡Piii!
Pensé: Ufff ¡ya está aquí!. Bueno, voy a calmarme. Voy a acercarme e intento subir a los asientos de atrás. -¡Hola!¡Qué puntual! (abriendo la puerta derecha de atrás). Ah!¿Me habéis dejado el asiento de adelante? Qué majos… Odio ponerme al lado del conductor. Siempre me estoy adelantando a los peligros, y cuando alguien me lleva en coche, me obsesiono con el límite de velocidad, con la rectitud de la conducción, con el adelantamiento adecuado. Estoy poniendo mi vida en manos de un desconocido, y siempre me hago la misma pregunta ¿de qué me sirven las reseñas si esa persona hoy no ha dormido bien o viene muy nerviosa por alguna alteración emocional?
Si no paro a tiempo mis pensamientos puedo entrar en una vorágine de secuestros, accidentes y atropellos.
Me voy a poner el cinturón… ahora que ya he saludado, podría coger el móvil y desconectar de la situación, como un copiloto fantasma, o podría hablar un poco.
¿Qué decir para iniciar una conversación que no sea ni banal ni profunda? ¿Qué tema tocar que no provoque un conflicto? Descartamos: política, religión, orientación sexual, futbol, drogas, vacunas, Tiktok,… SÍ, soy consciente de mi propia intransigencia, por eso, calculo los temas de conversación para no tener un debate acalorado con un desconocido. ¿Pero por qué nadie dice nada?¿estarán mirando los teléfonos? (miré hacia atrás e hice contacto visual) ¡Joder!¡que incómodo!¡estoy harta!¡voy a hablar!: ¡Pues en mi pueblo tiene que estar lloviendo un montón cuando lleguemos!
-Perdona chica, ¡que no te he dicho nada! Estamos escuchando este disco porque tengo una audición esta noche y necesito repasar las notas, ¿te importa si escuchamos todos el disco sin hablar mucho? Muchas gracias.
-¡Gracias a tí!
«Recuerdo de mi mejor viaje en Blablacar«
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