LA VIDA NOS SORPRENDE.

LA VIDA NOS SORPRENDE.

Mery Zu

29/09/2024

Carlos esperaba el auto que lo llevaría a otra ciudad. Cuando llegó, subió sin saber que sería un traslado único. 

Luego subió una joven de rostro dulce y una sonrisa que escondía tristeza. 

—Hola. Dijo ella tímidamente. —Me llamo Daphne. ¿Vas a otra ciudad por trabajo? 

—Quizá buscando una razón para continuar. Respondió Carlos. 

—¿Y tú?

—A visitar a mi madre que está enferma. Respondió Daphne con tristeza. —Siento que el destino nos pone pruebas que no estamos preparados para enfrentar. 

Carlos respondió: —Tal vez esas pruebas son la manera de encontrarnos con lo que realmente importa.

En esos momentos iba subiendo un anciano agradable, cuya mirada dejaba entrever sabiduría. 

—Alcancé a escuchar que hablaban sobre la vida. Me llamo René. Creo que la vida es como este trayecto; a veces el destino parece claro, pero son los encuentros inesperados los que realmente la definen. Conocí a mi esposa en momentos parecidos, y nos unió una tormenta en el camino. Desde entonces, cada prueba fue una confirmación de nuestro amor.

Carlos encontró en esas palabras de René una leve esperanza. 

El auto se detuvo y subió Martín, un joven músico. —¿Les gusta la música? Sacó su guitarra y llenó el auto de melodías cautivadoras. Todos comenzaron a aplaudir y cantar.

Soy Alejandro, habló el chofer, y creo que el destino de cada uno está ligado en este encuentro más de lo que imaginamos, y es que la vida nos sorprende cuando menos lo esperamos. 

Daphne y René asistieron en silencio. —No es casualidad que estemos todos aquí juntos en este momento.

El auto llegó a su destino final, pero ese viaje ya los había transformado a todos. Se dieron sus números telefónicos y se despidieron, con la sensación de haberse encontrado con algo intangible. 

Carlos se ofreció a acompañar a Daphne a donde estaba la madre de ella y René les dijo: 

—Cada encuentro tiene un propósito, recuerden eso.

 Daphne cuidaba a su madre y Carlos las visitaba, y encontró un motivo para sonreír. 

Y una tarde… —Daphne, en ti volví a encontrar la esperanza y el amor. 

Ella sonrió con lágrimas en los ojos. —Lo mismo pienso amor. Gracias por entrar en mi vida.

La madre de Daphne se recuperó, y una tarde de verano celebraron su boda. Los invitados… René, Martín y Alejandro, brindaron por aquel amor surgido de la manera más inesperada.

Aquel encuentro en ese auto se convirtió en un gran amor que los fortaleció, y encontraron en cada nuevo camino, la certeza de que el destino siempre puede sorprendernos cuando menos lo esperamos.

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