El fumador:

Mi época universitaria de hacer dedo por la autopista me trae grandes recuerdos 

Un coche que nos recoge, fumador y acelerado.

A máxima velocidad por la autopista, eran otros tiempos, adolescentes todavía, si miedos y con la osadía que la edad ofrece.

Mirándonos sin saber , no hay escapatoria, toca seguir, cruzar los dedos.

Sentir la adrenalina y el temor, reír compulsivamente 

Y de repente el hombre suelta sus manos del volante y habla y por un instante el coche parece ir sólo sin conductor.

El viaje se hace largo, parece interminable, y vuelve a hablar y soltar ambas manos del volante

Mi acompañante se siente cada vez más temeroso

Miles de pensamientos en la mente, muchas cosas que sentir, muchas cosas que pensar

Y por fin el destino final

A salvo, casi besando la tierra 

Eso al menos apetecía 

El ángel que protege y no desampara

El trayecto concluyó 

Sabor amargo y adrenalina 

Y otro día volver a empezar..

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