Mi otro yo

No podía estar sucediendo otra vez.Me había jurado que nunca más volvería a apagar la alarma del móvil para «dormir 5 minutillos más»

El único autobús que salía ese día hacia mi destino,estaba a punto de hacerlo; imposible llegar,viaje arruinado.

Pero, ¿y si buscaba una alternativa? ¿Por qué no intentarlo con una app de coches compartidos? 

Como era de esperar, inmediatamente se desencadenó una tormenta de dudas y temores.» ¿Estás loca? ¿Cómo te vas a meter en el coche de alguien que no conoces de nada? Coñis, ¿y por qué no?mucha gente lo hace…»

No tenía mucho tiempo para darle vueltas al asunto así que me lancé.Tampoco tenía muchas esperanzas de encontrar viaje porque el pueblo al que me dirigía era muy pequeño y bastante retirado.

Pero sí, había una conductora que iba al pueblo de al lado.Curiosamente éramos tocayas y teníamos la misma edad.Creo que esta casualidad fue definitiva para decidirme a contactar y reservé.

Salí hacia el lugar acordado y debo admitir que estaba bastante nerviosa,soy tímida y me da reparo lo desconocido.

Llegamos a la vez y al verla pensé que teníamos cierto parecido físico, más bien mucho.

– ¡Coñis, qué casualidad lo del nombre y la edad! – dijo.

¿Coñis? ¿Había dicho » coñis»? ¿Pero quién dice eso hoy en día a parte de mí? Demasiadas coincidencias…

Fue tan fácil entablar conversación, teníamos tantas cosas en común, el tiempo pasaba tan rápido…adiós timidez, no éramos extrañas; tenía la sensación de que la conocía perfectamente. «Es otro yo»,pensé emocionada.

Puso música y eso ya fue el summum.Empezó a sonar «No One Like You» de Scorpions, ¡mi canción favorita! De hecho, la escucho todos los días porque para hacer mis despertares más llevaderos, la tengo como tono de alarma.

¿Alarma??? ¿Estaba sonando la alarma???

Sí, era la alarma que estaba sonando a la hora que la programé. Tenía tiempo de sobra para coger el bus pero necesitaba buscar en BlaBlaCar.Ni rastro de mi otro yo.

Solo había un conductor hacia mi destino, Juan Carlos.No lo dudé y contacté con él,esta vez sin dudas ni miedos.De repente, tenía muchas ganas de descubrir si tendríamos algo en común.