Una noche de verano, del año dos mil veinticuatro, publique un trayecto en BlaBlaCar donde tenía que recoger a una chica en el pueblo donde yo estaba alojada. Al dirigirnos cerca de su destino, recogí a otro pasajero que iba al lugar que publique. Él quería ir al punto donde habíamos acordado, pero sin saberlo se saltó la parada de bus donde tenía que bajar y tuvimos que dirigirnos a la nueva dirección para llegar a nuestro destino a tiempo, lo cual fue una aventura. Hablando, comento la chica que iba a una fiesta con música tecno, que por casualidades de la vida, el chico también era muy fan de este tipo de melodía. Al llegar nos propuso quedarnos para pasar un buen rato juntos y disfrutar de una buena noche. Así sucedió. Estuvimos dos horas bailando en grupo y después me dirigí a dejar al chico a la dirección acordada. Sinceramente, fue una experiencia para recordar.

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