El arcángel de El Emperador había entrado a una casa que se encontraba a las orillas del mar, no era usada por lo alejada que se encontraba de la ciudad.
—¿Por qué dejaron vivos a todos? —preguntó molesto cuando vio a Diablo—. ¿Y por qué dejaste que mataran a Torre?
—Pensé que tenías honor —dijo Diablo—. Sabes que no interfieres en una pelea que alguien provocó.
—Por tu culpa tenemos un hombre menos —dijo Emperador—. Si no lo hubieras dejado a su suerte no habría muerto.
—Ellos también perdieron a alguien, se veía realmente fuerte. Estoy seguro de que los demás también pueden ser así de fuertes. Será genial pelear con ellos —dijo Diablo y entró a la habitación donde dormía.
—No serán fuertes —dijo Olivia, quien escuchaba todo desde el comedor—. El único que se preocupaba por mejorar de verdad era Gabriel.
—Pero tienen a Niko —dijo Diablo—. Eso significa que él los hará mejorar. Y a ti más te vale tener un plan para deshacerte de Niko, sino yo seré el que se encargue de ti.
—Sólo deben debilitarlo un poco —dijo Olivia—. Nadie escapa de la gravedad.
—Te sorprendería saber todo lo que puede escapar.
Emperador se retiró a su cuarto. Olivia siguió comiendo en silencio pensaba en la existencia de Niko, en su regreso y lo que había ocurrido en el pasado.
—Creo que tenías razón —dijo Olivia y lanzó la cuchara lejos de ella—. La magia no debería existir.
Durante los siguientes meses los arcángeles se dedicaron a ubicar al resto, varios de ellos tuvieron que ser reencarnados en cuerpos de hechiceros débiles, no podrían juntar a los veintidós arcángeles como desearían, principalmente porque Sacerdotisa y Muerte se encontraban con el grupo de hechiceros de Jenna, sin embargo, lograron reunir a diez de ellos en total. Fue meses después que los arcángeles comenzaron su plan, mismo tiempo en el que los hechiceros volvieron a la actividad.
Desde aquel distante joven que encontró un paquete de cartas del Tarot en la entrada a su casa hasta las consecuencias de haber usado su poder. Pronto, el mundo de los hechiceros se encontraría bajo la sinfonía.
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