De un lugar no muy conocido nuestros sueños fluyen.

No quise salir era un sueño más que profundo donde vi una gelatina de mar transparente con una isla en el centro que no era más que una galleta de chocolate donde todo aquel que deseara llegar a ella debía caminar por el mar pantanoso y transparente con sabor a frutilla y aroma a limón.

Los pocos que llegaron sin convertirse en aire podían pedir dos deseos, uno para ellos y otro para los demás. Luego probar el chocolate color verde dormían y soñaban sus deseos que generalmente duraban años

Esto le sucedió a Fosis que todavía no existe, pero está en mi imaginación.

(Existe para el mundo real). Se sorprendió de lo pequeña de la isla de pronto una gran ave eclipsó su isla. 

El Ave sin hablar le dijo a Fosis; Vi tu mirada de clara interrogante, yo se tus preguntas y respuestas.  El sol fue el culpable, el calentó y redujo la isla en la cual apenas te veo.

Así en forma fantástica apareció y desapareció volando a lo más alto ni adelante, ni atrás, solo más alto hasta desaparecer hasta su sombra.

Fosis recordó que podía utilizar la imaginación como puente para viajar fue al mar y busco el lugar más elástico y luego se concentró en la luna y comenzó a saltar y saltar hasta colgarse con una mano de ella y entrar por su agujero blanco que destacaba en el firmamento

Luego de pasar en cuerpo completo vio una luz blanca que lo cegó por un buen tiempo hasta ver una figura que no parecía nada de lo que se puede pensar; era……

Era Galo y digo era porque se extinguió porque era sensible a la maldad de la realidad la cual lo consumía en aquel mundo y se convertía en la realidad más objetiva que puede existir.

Ahora que recuerdo a Galo, era mi amigo. Nació del aburrimiento de mí cuando estaba mal él llegaba y me contaba que era más entretenido contar de atrás para adelante y que hacer un hoyo en la tierra con la mano era una gran experiencia para los que forman parte de la vida real, material e insensible. Galo desapareció en cuanto desperté del 5º sueño, el más profundo y último.

 Y luego de despertar nunca lo pude concretar en imagen, salvo en sonidos de diversa distorsión y recordé que yo era humano algo de huesos y carne.

De tanto pensar me canse y sentado en mi celda espero a que ocurran cosas sin necesidad de crearlas. A los minutos escuche murmullos y a la hora voces que me hablaban y tocaban con un objeto extraño. ya despierto él no podía descifrar sus palabras;

«No sé si era mi locura de no querer pensar o la locura del encierro»

A veces sentía miedo de mi porque no reconocía mis acciones; hoy, ayer, no sé cuándo.

Sentí las paredes de mi celda crecer sin límite y tapar lo poco de luz que existía. 

Vi las rejas crecer y acercarse a mí y me sentí cada vez más pequeño y parte de nada, ni liviano, era como no estar. Desaparecí y algo fui. No sé dónde estoy ¿Era un sueño o locura?

¿Hoy los veo y me río, soy energía y ustedes? Odio el pecado del origen y el desarrollado.

porque se ustedes están allí estoy sufriendo

Ojalá no existan. –


17 de enero 2005

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