Hola:
Quiero contar una historia, mi historia.
«Nací un mes de febrero en una familia aparentemente amorosa o eso parecía, mi padre era alcohólico y mi madre era indiferente a mi existencia tuve que aprender a cuidar de mi desde muy pequeña.
Cuando tenia cinco años mis padres se separaron y mi madre yo nos fuimos a vivir con familiares de mi madre, al principio no fue fácil mi madre tenia que viajar lejos por trabajo y yo me tenia que quedar en una casa que no conocía con personas extrañas para mi, los familiares de mi madre no querían mucho a mi madre ni a mi así que al igual que mi madre fueron muy indiferentes conmigo, fue difícil pero con el tiempo aprendí a soportarlo y sonreír mientras que en las noches lloraba en silencio.
Cuando tuve edad para ir a la escuela se podría decir que fue el peor y el mejor momento para mi, el mejor porque al fin salí de mi prisión pero el peor porque era muy tímida y callada una presa fácil para acosar y así fue, avía salido de una prisión para entrar a otra toda mi infancia y juventud fui acosada por otros, poner una sonrisa y aprender a soportarlo todo fue algo con lo que ya estaba acostumbrada la fría indiferencia de mi madre y sus familiares era otro caso normal para mi o así fue asta que a mis 15 años mi madre murió en un accidente automovilístico, fue duro aunque ella me había sido indiferente casi toda mi vida yo la amaba, caí en una depresión que se agravo por el acoso en mi colegio y la indiferencia de mis familiares pero lo que me termino destruyendo fue cuando casi me violan en mi colegio cuando se lo conté a mis familiares y profesores me fueron indiferentes y algunos me culparon a mi por aquello, yo no lo pude soportar mas y un mes antes de mi cumpleaños numero 17 termine tomando un montón de pastillas.»
– Y así fue como termine aquí contándole mi historia a la muerte – dijo una hermosa chica de cabello negro y ojos azules cual joya, delgada y de estatura media, mientras sonreía alegremente – aunque creo que eso ya lo sabias ,no es así?.
– Si, pero quería escucharlo de tu boca – dijo un ser encapuchado vestido completamente de negro – pero tengo una pregunta? porque todavía sonríes tan alegremente?.
– Es difícil cambiar un habito en tan poco tiempo o talvez este lo suficientemente loca como para alegrarme de ver a la muerte – dijo ella – pero bueno creo que tienes que hacer tu trabajo y yo a ir a una nueva aventura, no?
– Si, vamos….
– Claro.
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