Escrito por Ximena Tapia Machuca
En la era contemporánea, el paisaje de la comunicación ha sido transformado radicalmente por el advenimiento del nuevo lenguaje del encuadre rectangular, la telepresencia y el sentirnos de cuando en vez como cyborg.
En esta propuesta que plantea el profesor opte por un diálogo entre el ser humano – tecnología y cómo configura la comunicación cotidiana.
Estas innovaciones tecnológicas han desencadenado una revolución en la forma en que nos comunicamos y percibimos el mundo. Brenda Laurel, pionera en el campo de la interacción humano-computadora, señala que esta transformación no es simplemente técnica, sino que también implica una profunda reconfiguración de la retórica y la comunicación en el ámbito cotidiano.
El lenguaje de encuadre rectangular, popularizado por la televisión y ampliamente adoptado por las plataformas digitales, ha redefinido nuestra experiencia visual y narrativa. Este formato estructura nuestra percepción del espacio, condicionando cómo interactuamos con la información y cómo construimos significado. La telepresencia, por otro lado, nos permite trascender las limitaciones físicas y participar en experiencias comunicativas a distancia con una sensación de inmediatez y presencia.
En este contexto, el postfeminismo emerge como un marco teórico crucial para comprender la intersección entre género, tecnología y comunicación. La tecnología como noción cobra una nueva relevancia, ya que las plataformas digitales ofrecen un espacio para la experimentación y la subversión de las normas de género tradicionales.
La telepresencia, en particular, desafía las nociones convencionales de género al permitir que las personas manipulen su apariencia y comportamiento de manera virtual. Esta capacidad de encarnar identidades múltiples y fluidas, en palabras de Judith Buttler una performatividad, en el ámbito digital abre nuevas posibilidades para la expresión de género y la resistencia a las normas dominantes. De igual manera, cuando nos objetivizamos o somos cyborg psicologicamente hablando por ejemplo cuando al referirnos que el celular ya no tiene batería decimos “ya casi no tengo batería”, como si el objeto fueron nosotros mismos.
Para hacer más fácil la comprensión, planteo algunos ejemplos para examinar la retórica cotidiano en medio de este entorno. Por un lado, el postfeminismo desafía las concepciones binarias y estáticas de género, fomentando la fluidez y diversidad en la expresión de la identidad de género. Por otro lado, los ciborgs psicológicos, individuos que han integrado tecnología en su psique, ofrecen nuevas formas de experimentar y comprender la identidad en un entorno digital.
- Presencia en redes sociales: Las personas pueden utilizar plataformas de redes sociales para presentar múltiples facetas de su identidad, desafiando las expectativas de género convencionales. Por ejemplo, una persona puede identificarse como mujer en algunas interacciones en línea y como no binaria en otras, aprovechando la flexibilidad de la identidad digital.
- Avatares personalizados: En entornos virtuales como los videojuegos en línea o los mundos virtuales, los usuarios pueden crear avatares personalizados que representen una amplia gama de identidades de género. Esto permite a los individuos experimentar con diferentes expresiones de género y desafiar las normas tradicionales en un entorno seguro y controlado.
3. Representación en los medios de comunicación digital: La proliferación de contenido generado por usuarios en plataformas como YouTube y TikTok ha ampliado la diversidad de representaciones de género en los medios. Por ejemplo, vemos a creadores de contenido que comparten sus transiciones de género, documentan sus viajes personales, hacen sketches cómicos y/o videos de estilo de vida.
4. Externalización de la memoria y el conocimiento: Con la omnipresencia de los motores de búsqueda en línea y las aplicaciones de almacenamiento en la nube, las personas a menudo externalizan parte de su memoria y conocimiento a dispositivos digitales. En lugar de recordar información o aprender nuevas habilidades de forma orgánica, algunas personas confían en la capacidad de búsqueda y recuperación de datos de sus dispositivos electrónicos. Esto puede llevar a una sensación de fusión entre la mente humana y la tecnología, donde la línea entre la memoria biológica y la memoria digital se vuelve borrosa.
También hay otras formas donde es palpable que los sujetos se integran a la tecnología, como: en las reuniones de trabajo, consultas médicas y/o clases virtuales; aunque aquí la diferencia de lo planeado anteriormente será que los individuos recurran a una identidad socialmente aceptable; de la misma manera actuará las personas que acuden a eventos familiares mediante videoconferencias.
En cada uno de estos espacios hay un lenguaje que continua desarrollándose y nos insta a imaginar nuevas formas de retórica y expresión que reflejen la multiplicidad y la complejidad de las experiencias humanas en un mundo cada vez más interconectado y tecnológicamente mediado. Hay una infinidad de propuestas que solo con el tiempo lo lograremos ver.
(Este texto busca conversar con el artículo propuesto por el docente, el mismo que puede ser leído en el siguiente link)
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