Desde que te fuiste…

Ha pasado muy rápido el tiempo, ya casi tres años que se cumplen desde que mamá no está.

Tres años de su ausencia, tres años sin sus abrazos, comprensión y consejos. 

Recuerdo el día en el que partió, lo recuerdo “como si fuera ayer”, y sigo sin entender ¿por qué tuvo que pasar eso?, hasta la fecha de hoy no puedo asimilar que mi mamá ya no está conmigo, todavía recuerdo cuando mi papá me dió la noticia en la casa de mi abuelo, me dijo con lágrimas y sufrimiento que mi mamá ya se había ido, que le había pasado algo, me explicó lo que le pasó y yo preguntándome ¿cómo es qué pasó?, estaba en totalmente en shock, no sabía qué decir, siento que todo se detuvo, que me quedé shockeada desde que mi papá se asomó conmigo y me empezó a decir lo de mi mamá, sin saber que eso me marcaría hasta la fecha de hoy.

Llorando le marqué a varias personas diciéndole “mi mamá falleció”, no podía creer lo que estaba diciendo, no podía creer que el día había llegado, no puedo creer que era muy pronto, si todavía faltaban muchas cosas porque me enseñe.

Ese día y los siguientes fueron muy feos para mi, porque no quería estar en mi casa, ya que pensaría en su muerte, recordar esos momentos que pasamos y saber que no volvería a verla, estar con ella, abrazarla, decirle cuánto la quería.

No recuerdo si fueron dos días o una semana que mi papá y mi familia materna (abuelos, tíos y mi prima) nos tuvimos que quedar en la casa de un tío, esos días las veces que me bañaba, me ponía a llorar, lloraba porque la persona que más amaba en mi vida se había ido y que no volvería, ponía música al bañarme para que mi familia no me escuchara, porque no quería que me escuchen así, tan quebrada por dentro.

Hay muchas cosas que hasta hoy sigo recordando.

Me he cuestionado muchas veces si en verdad le demostré que la amaba, si la hice feliz como hija.

También me he sentido mal porque sé que no la aproveché como debía hacerlo, que pude haber hecho más, pude haber sido una mejor hija, pero no sabía que se iría tan pronto, como dicen “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde” y lamentablemente, es lo que me pasó.

Desde ese día, espero poder reencontrarme con ella cuando sea el tiempo correcto y abrazarla para nunca soltarla. 

Por eso, daría lo que fuera por verla una vez más…

                                                 – J