Siempre que activo la cuenta están allí. Son las fotos de Grecia en nuestra luna de miel, muchas con mensajes suspicaces de nuestros amigos porque son tomadas en el hotel y en todas me veo con la misma sonrisa y los ojos brillantes.
La desilusión y el dolor vuelven de golpe y duelen tanto como los tuyos, me duelen las fotos que mienten, el Partenón, la Acropolis y el café que no pude tomarme en Plaka. Solo te agradezco ese último puño, en el rostro, que me dio valor para encontrar la libertad.
El viaje que aún no he hecho (2ª edición)
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