Yo creo que somos bastante parecidos a la luna cuando está eclipsando.
En un momento solo vemos esa oscuridad, y sentimos que esta nos va consumiendo, el miedo nos domina.
Pero esa oscuridad desaparece, y volvemos a ver la luz, esa que aclara dudas.
Esta misma luz se vuelve propia.
No le tengas miedo a la oscuridad, cuando la luz siempre vuelve.
…
Cada final trae consigo otro comienzo.
Pensalo así, asusta menos.
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