Nombre de mujer, Amanda

#bocadillo

Es una mujer cómo no hay otra, todo en ella se comporta posesiva y dominante; a todos,  hombres o mujeres nos aturde con su sensualidad y tibieza, y, logra aprisionar al ser humano en la cárcel de la rutina, a la cual entramos por  nuestro propio pie y voluntariamente.

La soledad debe llamarse Amanda, no solo por ser para mí, una mujer; y aunque suene descabellado que la nombre así, con el nombre de una bella mujer, hoy yo la bautizare con ese nombre que me recuerda algo que escribí. 

Está mujer, que conozco muy bien; pues, la vivo con calidez y mucha normalidad cada día; me arrastra a su morada, si, que es mí misma habitación, claro qué es comoda de gran calidez cómo dentro del vientre materno, me envuelve y abraza. Hablar de ella es explicar cómo: Amanda, siempre me acompaña, y está ahí para mí siempre, devota a mí, con siega fé y siempre con presura me empuja al altar, a mi habitación. También diré que está vestida; con la imaginación, con la creatividad,  con la música, con las letras y otras musas; todos, son los ropajes que modela para mí, uno diferente y más lucido, cada día.

Y así, cada día con ella aprendo; de mis posibilidades, de mis talentos,  de mis creaciones y de mis falencias, de mis flaquezas; pues ella también es una educadora, pedagoga para las personas reflexivas y con más lógica que otros.

Pero, todo no es bueno con Amanda. Pues es, adictiva y muy celosa; ella rivaliza y compite hasta con mi sombra, y si por ella fuera no me soltaría para poder convivir con otros seres humanos.

Es encarnada en una mujer para mí, por yo ser hombre, para otros será su complemento afectivo favorito. Y al igual que ese ser que te complementa afectivamente a tí mi lector. Ella también es capaz de mostrarte que te falta, lo que añoras, lo que guarda tu corazón, te conoce también, que por eso te gusta tanto estar con ella. 

Y esa adicción a Amanda llega a tal punto  insano, que te convierte en ermitaño; es ahí cuando estás en un problema, pasas tanto tiempo con ella que olvidas a los demás, qué no te hace falta nada, ni nadie, solo con Amanda pasas día tras día, días que son todos perfectos, llenos de lo que más te gusta y alimenta tu mente o sentidos.                             Y en todo ese tiempo que estás sustraído de la realidad, del mundo,  fuera de tú habitación ya es un fin de semana, un fin de mes, un cumpleaños, o cualquier reunión cualquier evento que sea inaplazable con los familiares  cercanos,  y que quieres tanto; y si por ese cariño te roban por un segundo de los brazos de tú amada. Ella furiosa te separa de otro afecto que no sea su reconfortante compañía.

Bien amigó, si te idénticas con esta narración de amor con Amanda, déjame decir que conoces la soledad, y hasta podrás inclusive  contar más y mejor la  historia que yo mismo narre; de cómo esta amante te secuestra cada que quiere su boras deseo. Pero al final, ella, tu Amanda, solo tendrá el poder que tú decidas darle; y Tú puedes rompes con voluntad, su  gran magia, ese sortilegio; cómo tendre la voluntad suprema te preguntarás, es a través de la magia de tus ojos,  de observar con tú mirada las maravillas del mundo, la curiosidad y la exaltación de coquetear con otras, y igual que conocer a otras mujeres hermosa, diversas, que esperan a un ser observador, intenso, inteligente y curioso, para enseñarte; sus atributos, sus talentos, sus saberes, y un sin número más de maravillas, y que te nutran para que puedas tener mejores charlas con Amanda.

Y son muchas, cómo: viajar, preguntar, conocer, intentar. «el mejor consejo para aprender, es viajar».

como dijo alguien: …el que viaja mucho, sabe mucho…

Y sí, amo a Amanda y Amanda me ama, pero otras me esperan, más allá, lejos en la Zaeta del tiempo, que camina año tras año y me llena de experiencia; y, me da mayor argumentos y saberes para amar mi soledad.