En días como hoy, afuera se respira un aire melancólico. Ese aire que recuerda a todo y a nada al mismo tiempo. Salgo al patio y una bocanada de aire entra en mi cuerpo, llena los pulmones y se va, dejando una sensación de alivio que se mezcla con recuerdos de momentos inexactos. Me asaltan pensamientos durante un instante que parece eterno, pero que no dura más que un suspiro o un sorbo del mate recién cebado.
El calor fuera de estación, la humedad, el sol que tiñe el cielo de naranja. El aire que se respira hoy me transporta a otro momento, a muchos momentos distintos, a todos a la vez; al momento que yo elija, saltando de uno a otro en cuestión de segundos. Aquí, ahora; aquí, hace tiempo; allá, en otro momento. Todo eso pasa en lo que dura un suspiro y en lo que tarda el sol en acabar de ocultarse.
Aquí y ahora.
Aquí, hace 10, 15 y 20 primaveras.
Aquí y ahora.
Allá, en otro momento.
AHORA. Y a seguir.
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