Era una mañana cualquiera. Era una mañana en la que extrañar era fácil. Ya no habían lagrimas , pero los recuerdos venían disparados a la velocidad del sonido.
Cada amanecer soñaba despertarme contigo, o sabiendo de ti. Recuerdo tu nombre y aquellos poemas que intente escribirte. Complete solo uno, aunque no pesara en cantidad logre hacerte saber que te quería conmigo.
Eran pocos los gustos que compartíamos, y era eso que teníamos diferente lo que hace que te recuerde. No pude evitar tu despedida porque al final no fue tan largo el día que todo termino. Te perdiste entre la gente. Poco a poco desapareciste de mis sueños.
Hoy volví a donde nos encontramos por primera vez. Recuerdo tu perfume y vuelvo a dudar de la distancia que nos separa, deshago lentamente ese nudo en la garganta que quiere hacerme llorar y perder la voz.
El piso sigue igual. Las paredes se mantienen blancas, y no, no hay ninguna mancha en ellas. Nosotros nos encargamos de llevarnos la historia que escribimos juntos. Nunca te dije que te esperaría, y mírame aquí. Nuestro amor paso tan rápido como la vida cuando vivimos en el pasado.
Me enseñaste como decir no, cuando era necesario. A mantener un si cuando el corazón y la intuición se conectaban. Creí en ti, y con el tiempo los días se hicieron mas cortos. Lo que antes era una aventura se volvió un sueño que se desvanece con el amanecer.
A veces el corazón me traiciona y quiere volver contigo. Encontrar esas canciones que lleven nuestra historia en sus lineas. Escribir una carta en la que te cuente lo que haremos cuando nos volvamos a ver. Salir contigo y que los días se alarguen.
Fuiste un buen maestro. Al final fue a ti a quien le dije que no, sin dudarlo. Miro mi reflejo en el suelo por el que tantas noches bailamos nuestras canciones preferidas y nos sentamos a mirar películas hasta el amanecer. Un mechón de mi cabello a querido interrumpir mi recordar y lo he sujetado para mirar por donde caminaba.
Buscaba aquello que rompió lo que construimos. Quise no pisar la linea y perder una vida, como cuando jugábamos en las aceras de la calle. Olvide que teníamos un piso alisado, olvide que solo he vuelto yo a buscarte en una habitación vacía.
Soy yo quien perdió, al final no te dije que te quería porque no seguía un guion. No estaba en mis lineas de vida retenerte si tu no querías quedarte. Y eres tu quien gano al soltarme creyendo que no te quería. Nos mal acostumbramos a suponer, dejamos de preguntar y ahora solo hay hojas en blanco de la historia que no escribiremos mas.
Este amor aun me duele, pero he vuelto aquí para olvidarte de a poco. Hoy ya no lloro, sin embargo el suspiro aun esta prolongado cuando viene a mi memoria algún chiste que contabas y nos reíamos hasta que los cachetes nos dolieran.
Me adueño del tiempo y me quedo con lo mejor de ti, porque hoy soy mas fuerte. Al final tu no eras mi «historia de amor» en la platica con los nietos que tendré algún día, pero si un capitulo con las mejores lecciones en el amor.
Donde sea que estés, te quiero decir: Gracias por lo que me enseñaste y si volviese a vivir haría todo por volver a coincidir contigo.
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