Réplica a artículo «Escritura(s)»

Ramon C. en Educados propone un artículo donde quiere justificar las nuevas formas digitales de escritura. Manifiesta que es el “arte es una cuestión de forma”. Estoy de acuerdo secundum quid. Porque el arte es la recta ratio factibilium, como decían los escolásticos. Esto es, la razón correcta de lo que se puede hacer. Ciertamente esta razón no es solamente formas, hay en el sentido más lato un sustrato, una esencia, que se comunica, se transfiere –eso sí- a través de algunos paradigmas. En el caso de la escritura, con el paso del tiempo, hay que incorporar nuevos esquemas, entre estos, los digitales, sin que se nos impongan ineluctablemente. ¿Por qué? Porque antes está la palabra.

Las personas nos embarcamos en la aventura del intercambio. Aventura, porque el intento de diálogo jamás puede asegurar la consecución de su anhelo. Median riesgos en el proceso de comunicación que el mensaje, prístino en su origen, puede ser jerigonza ininteligible para el receptor. O, por el contrario, nacer viciado en la boca o la pluma balbuceantes.

Toda la vida psíquica se convierte en palabra. Desde las más oscuras sensaciones hasta las lúcidas ideas solo son exteriorizables en vehículo primero sonoro. Después, y mucho después, es el gráfico. No hay sentimiento intensamente vivido que no requiera de la confesión con voz transida de emociones, para incorporarse al territorio de la plenitud. El teléfono cómplice, el mandato autoritario, la súplica insistente, el razonamiento persuasivo, la disertación luminosa, ¿qué son sino brotes o torrentes de palabras dispuestas a inundar la conciencia ajena?

Por eso, mi perspectiva es y será siempre hacia el concepto humano, que es la esencia de las cosas intelectualizada, y que se expresa en la palabra. Luego, viene la escritura.