La huida de Andriy

Categoría: 6º Primaria –

Andriy había andado mucho y estaba muy fatigado. Sólo tenía doce años. Aún no se había recuperado de ver su casa y sus cosas ardiendo. Todo lo que había podido salvar estaba en su mochila: unos pequeños, pero valiosos libros, un teléfono con la carcasa casi suelta, dos barras de pan y una botella de agua. Estaba solo en la carretera; estaba andando hacia donde pensaba que estaba su familia. No sabía si su familia estaría en el pueblo de al lado, a donde le habían dicho que fuera, o si estarían vivos. El bombardeo había sido un infierno, y la familia se había separado cuando llegaron los tanques.

De repente oyó un ruido a un lado del camino que lo sobresaltó, pero el ruido no parecía peligroso. Alguien estaba llorando; la curiosidad le venció y fue a ver qué había. Cuando rodeó los arbustos del lado de la carretera, se encontró con un niño pequeño. Tenía heridas por varias partes del cuerpo, la ropa rota y dada de sí, llena de polvo y barro. Parecía muy asustado y confundido.

-Hola – dijo Andriy.

El niño pequeño levantó la vista y una lagrima corrió por su mejilla.

-Mis padres… – empezó a decir con lágrimas en los ojos- Estaban en el autobús cuando unos soldados nos asaltaron, hubo disparos, todo el mundo se separó de sus familias…

El pequeño se quitó un trozo de barro de la cara.

– Me escondí aquí y oí gritos… No sé dónde fueron mis padres… Me duele la pierna y tengo hambre…

Andriy pensó en las dos barras de pan que tenía en la mochila, y que podría necesitarlas más adelante. Pero un instante después se fijó en el estado del otro niño.

– Yo también me he separado de mi familia, tampoco sé dónde están… – Andriy sacó una barra de pan de la mochila y se la ofreció al pequeño.

El pequeño abrió mucho los ojos y cogió la barra de pan con cara de agradecimiento.

– Ven conmigo y buscaremos a nuestros padres.