Categoría: alumno 4º Primaria.
Había una vez un circo que alegraba a todos sin parar. Lo que más le gustaba a la gente era cómo tocaba el grupo de flautistas cuando empezaba la función. Un día, un señor llamado Perico, que parecía un pirata pero muy desgastado, llegó al circo. Se acercó al jefe del circo y le dijo con enfado: ¡No me gusta nada este circo! Los flautistas lo hacen fatal, tocan muy desafinados. El señor Barrilete, que así se llamaba el dueño, se dio cuenta de que Perico tenía algo extraño en sus orejas. En una oreja tenía metido un pañuelo lleno de mocos y en la otra tenía pegado un chicle muy duro que daba mucho asquete. Así era imposible que escuchara bien las flautas. Cuando Barrilete le dijo a Perico que se quitara esas cosas de las orejas, Perico descubrió un nuevo mundo de sonidos. Y además pudo escuchar mejor a los flautistas y le encantaron.
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