Había una vez una niña se llamaba Alicia. Vivía muy feliz en su casa con su familia. Su padre se llamaba Manuel y su madre Marta. Tenía muchos amigos, su mejor amiga se llamaba Sara.
A Alicia le gustaba pintar, cantar…y sobre todo bailar. Sacaba muy buenas notas y era muy estudiosa y trabajadora.
Un día en el cole se dio cuenta de que no respiraba bien y se lo aviso a su profesora Sandra. Llamaron a su padre y fue a recogerla tan rápido cómo pudo. Fueron a urgencias y la atendieron muy rápido y su madre también fue.
Primero le pusieron oxígeno para que pudiera respirar. Luego vino otra médico y le hicieron unas pruebas para ver el problema. Descubrieron un virus y la operaron. Sara, su amiga, cuando se enteró lloró. Su madre le dijo que la llamara. Alicia estaba ingresada, pero estaba bien.
Pasó dos meses ingresada en el hospital, con tratamientos, oxígeno…
Cuando le dieron el alta después de dos meses iba con máscara de oxígeno. Cuando regresó al cole, ella vio como todos se reían y cuchicheaban cuando pasaba. Al día siguiente, la profesora Sandra se dio cuenta y les dijo que no hicieran eso porque la hacían sentir mal. Ellos se dieron cuenta de mal que se lo habían hecho pasar y decidieron hacerle una fiesta por todo el tiempo que había estado hospitalizada.
Le regalaron de todo: dibujos, manualidades, chuches, etc. y Alicia se puso muy contenta. Cuando llegó a casa se lo contó a sus padres y se pusieron muy contentos. Llamaron a la profe Sandra para darle las gracias por todo lo que había hecho por Alicia.
FIN
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