Aun recuerdo cuando mi madre me dijo que para saber como es la gente, primero debo conocer el tipo de corazón que tenia…y he de admitir que fue mas difícil de lo que pensé.
Fue así, que empecé a conocer a tanta gente pude para entenderlos, pero todo acababa en lo mismo, ninguno tenia la respuesta que buscaba, entonces a mi mente llego con mas claridad esa frase que una vez mi madre me dijo:
«Debes primero ver si su corazón es tan puro y grande como lo son sus palabras»
Entonces tan pronto entendí el significado, puse manos a la obra, no estaba buscando bien, debía hacerlo con mas profundidad y eso hice.
Cinco años de arduo trabajo respaldaban eso, por eso cuando veía mi colección de corazones flotando en los frascos, la sensación de que por fin los entendía llegaba a mí.
Había de todo tipo, jamás discrimine, tenia desde el mas pequeño hasta el mas grande que pude encontrar en un humano, pero eso no me desanimaba, a fin de cuentas, eran preciosos, mas si eran de personas que se enamoraron de mi.
Por que ver, arrancar y guardar sus corazones, era una forma de al fin conocerme a mi.
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