El mar como la vida, nos ofrece un largo viaje que debemos respetar.

Lo pensé (retrocediendo; cansado y breve) Por lo tanto, se abrió la puerta de la esperanza una vez más, con el objetivo de aprender y tener mucho por conocer, en este viaje con destino a la gloria acompañado de mi esposa.

¿Sabes lo que vale este viaje sin vuelta? ¡Responde!

No lo sé, ¡no! Ni me importa. Es cierto. Fuiste un hombre lozano, fuerte y de ánimo altivo, cierto; pero no es nada más que lo que es; eso.

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