Dejame sufrir

Si esto se va al carajo quiero que sepas que está bien, no es culpa de nadie, y si lo es, ya está… no pasa nada. La verdad es que a veces extraño estar un poco rota y perderme para encontrarme.

He olvidado el frio que se siente en la baldosa de un baño público mientras escondo mi cabeza entre mis piernas para callar los recuerdos. Ya no debo lidiar con mi reflejo triste en el espejo que antes me observaba enajenada de sentidos.

La locura de una noche de dolor es infinitamente perfecta para la prosa, pero letal para el corazón, desearía tener ambas, pero me inundas de amor y certeza, es tanta tu delicadeza que no me permites perder la cabeza.

Es que tu amor no me deja caer, pero cuando lo haga, cuando por fin yo caiga entonces; entenderé que no hay peor dolor que el amor acumulado que luego fue desentrañado hasta impactar duramente contra el suelo de un baño público. Entonces un baile en soledad será la precuela de nuestra historia, pero esta vez no podré evitar la sombra que acaricia mi corazón.