 
Miraba hacia el horizonte, y apreciaba unas mezclas de colores que me hacían creer en el amanecer. Las lágrimas mojaban todo mi cuerpo, el frío seguía presente. Cerraba los ojos y al abrirlos; el sol naciente me comía con ansia y apresuradamente con su sonrisa despiadada, así se despedía.
Seguía sin saber donde me encontraba, ¿hacia adónde iría? Solo el tiempo podría mudar, callaría en silencio.
 
         TICTAC
                                    TICTAC                                 El viaje que aún no he hecho (2ª edición)
 El viaje que aún no he hecho (2ª edición)
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