¡Y allí estaba ella! Viendo como en un par de segundos la vida se escapa de sus manos. Segundos muertos e interminables, que la llevan a los recuerdos de una vida pasada y tan lejana, que casi se siente ajena.
Está inmersa en sus pensamientos, sostenida solo por el bastón de la memoria; memoria esquiva y por capítulos, que trae a sus ojos las imágenes de una vida pasada y tan lejana, que casi se siente ajena.
…”Una vida, que ahora trata de reconstruir por fracciones, uniendo hilos de imagines a los cuales no logra encontrar coherencia; sus viajes, sus amigas y sus amores, son solo destellos de lucidez, en una mente que lucha contra el tiempo y olvido. Imágenes de una vida pasada y lejana, que casi se siente ajena”.
Etiquetas: lejana soledad

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