Las enseñanzas que dan los hijos (1).

Las enseñanzas que dan los hijos (1).

Cuando mi hijo Rubén tenía cinco años de edad, se encontró un billete de veinte pesos y corrió lleno de alegría a decirnos que invitaba a toda la familia a cenar. ¡Claro! Y con lo que le sobrara se iba a comprar una botana. Ante este gesto tan generoso mi esposa y yo decidimos no decepcionarlo y aceptamos su invitación.

Por la tarde, cuando estábamos de visita en casa de mi mamá, Rubén decidió hacer extensiva la invitación a sus tías, las cuáles llenas de sorpresa y de ternura, también aceptaron.

Esa noche, para no desilusionarlo de no poder alcanzar a pagar con su billete, me adelanté al lugar de la cena, que era una pequeña cenaduría en la esquina de las calles San Carlos y la Luz, y me puse de acuerdo con Herminia y la Güera, dueñas del negocio, para que recibieran el pago del niño y después me cobraran a mí.

¡La cena fue todo un éxito! Entre pláticas y risas todos disfrutamos de las enchiladas, los taquitos fritos, las flautas, las tostadas, el pozole y los sopes, con sus respectivas bebidas. ¡Éramos siete adultos y tres niños! Cuando hubimos terminado le dije a Rubén que fuera a pagar. Mi hijo preguntó cuánto era y sacó de su pantalón el billete de veinte. Herminia, que también se había conmovido con el gesto, recibió el pago y le dijo: – ¡Gracias mijo! Aquí tienes tu cambio. – Y le entregó como ocho pesos. Agradecimos a Rubén por su invitación. ¡Él se sentía muy orgulloso y satisfecho! Todos salieron del local rumbo a la casa, yo me quedé un poco atrás para pagar lo que se debía.

Ya estando afuera, Rubén me dijo si podíamos pasar por su botana, entramos a la tienda y apenas si alcanzaron los ocho pesos para unas papas fritas, pero no para un jugo para acompañarlas. Le dije que no se preocupara, que yo le pagaba la bebida. ¿Qué mejor cosa podía hacer para corresponder a lo que él había hecho por nosotros?

¿Qué enseñanza me dejó mi hijo con sus acciones? Él pudo haber decidido comprarse dulces o juguetes con el billete que encontró, pero prefirió la convivencia con la familia. ¡Valoró a la Familia por encima de otras cosas!

Si tu encontraras en la calle una buena cantidad de dinero ¿en qué lo gastarías?

Billete de veinte pesos mexicanos.

Cenaduría de Herminia y la Güera.

Tostadas y pozole.

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