Siempre estás solo

¡Ja! Es irónico ¿no crees? Deposité toda mi confianza en ti, que solo eras una persona, y por más que me costara admitirlo, eres una persona imperfecta, llena de errores e imperfecciones, tú eras la persona a la que amaba — o al menos eso creí hacer o intentaba que lo fueras — hasta que me di cuenta que todo fue una mentira, una maldita mentira de tu parte, ¿y sabes que fue lo peor? Que yo sabía todo, te creí, creí que estarías para mí, no importando el día, la hora, si estuviera triste o feliz incluso estarías para mí si en aquel momento estaba borde contigo, pensé que estarías conmigo.

¿Te acuerdas cuando me prometiste estar conmigo no importando las circunstancias? No estuviste ahí cuando realmente te necesité, de hecho nadie lo estuvo.

Duele — y como no tienes idea — depositar tu amor en alguien que no hizo ningún esfuerzo, ni el intento hiciste para mantener la relación. Soy tan ingenua que nunca hubo una relación entre nosotros yo tonta por creer que sí.

Un día leí una frase que decía: «cuando rompes una promesa, rompes un corazón» y no fue hasta que tú te fuiste, rompiendo no solo tu promesa, sino juntamente mi corazón, hasta ese día tenía sentido — toda la frase recobro sentido en cada célula de mi cuerpo — tu promesa era de gran valor en mí, gracias a eso seguí adelante, pero ¿Dónde estás ahora? ¿Dónde estás cuando te necesito a mi lado? Quiero volver a ese día donde te sentabas a mi lado y sin decir una sola palabra estabas ahí a mi lado sin dejarme, pero ahora nada tiene sentido.

Estuviste en todos mis momentos felices, tristes, estabas ahí no importando mi actitud, eras mi luz, mi esperanza para seguir, pero… ahora que ya no estas dime ¿Quién va a ocupar tu lugar? ¿Quién me va a animar cada día? Ni siquiera hay repuesto para eso, no creas que eres como un automóvil, que cuando una pieza falla o se descompone hay refacciones, no hay refacción alguna que te sustituya, entraste muy rápido a mi corazón y de la nada te vas. Refacciones hay muchas, automóviles hay de sobra pero ¿tú? Que se supone que haga sin ti.

Llegaste y fuiste el único que derribo la roca, aquella que muchos llamaban corazón, el cual yo no tenía, fuiste la segunda persona que realmente me conoció, conociste todos mis sueños, ilusiones, mi felicidad, mis errores, hay algo que no entiendo en la vida, ¿Por qué las personas a las que amo se van? Una se fue a un lugar mejor, y tú, tú simplemente te fuiste sin ningún motivo, volví a estar sola, me volví a pasear sola por esos pasillos, cada lugar me recordaba a ti, donde compartimos momentos hermosos, aquellos vacíos que alguna vez tuvieron color, y ahora que ahí volvía a pasar todo era gris, sus colores se fueron contigo, y no fue lo único que te llevaste, te llevaste mis esperanzas, mis sueños, mis ilusiones, mi cariño, ojala te hubieras llevado mi dolor, pero no fue así, te llevaste todo lo bueno que alguna vez tuve contigo, ya no volveré a ver tu sonrisa, tu lindo cabello negro, negro como ahora era mi mundo, al igual que tus ojos color azabache. Fuiste la única persona que me conocía sin mascara, sabias a la perfección que me costaba socializar, y sin embargo no te importo dejarme sola, llegaste a ayudarme y cuando estaba a punto de salir de aquel hoyo en el que me encontraba me dejaste caer, y dolió mucho.

Pero toda la culpa fue mía, por dejarte entrar, por hacer espacio en mi — aún roto — corazón, sabía que algún día te alejarías, pero nunca imagine que tan pronto y que fuera tan doloroso. Te fuiste sin darme un motivo, muchas preguntas pasan y divagan por mi mente y ninguna tiene respuesta — o al menos yo no encuentro alguna valida — ¿te habrás cansado de mí, de mi actitud? Me dejaste como algún objeto que ya no tuviera valor ¿habré tenido algún valor para ti? O simplemente querías verme sufrir, por más que quiera odiarte no puedo, porque el amor que tuve hacia ti aún es más fuerte.

La gente solo se la pasa diciéndome «no llores, no vale la pena» o «no gastes tus lágrimas, no las merece» pero ninguna de ellas supo los buenos — maravillosos — momentos que pase contigo, todas las risas que me provocabas, risas verdaderas, ninguna fue fingida cuando estabas conmigo, ¿Qué hice mal para que te alejaras? Sé que soy un asco de persona, todas aquellas personas que alguna vez me desearon que no existiera, ahora sé que ellos tenían razón, que no debí de existir.

Me gustaría superarte pero no puedo, sin importar la hora o el lugar, siempre donde veo ahí estas, veo tu reflejo tu rostro en todos lados, ahora volveré a ser la persona antisocial, solo porque a ti no te importo dejarme, a veces me gustaría dejar de pensar en ti, no quiero saber nada de ti, sin embargo cada célula de mi maldito cuerpo te necesita, no paro de llorar por tu culpa, quiero que desaparezca de una maldita vez de mi vida, estoy harta de pensar solo en ti. Juro que algún día te superaré, y cuando lo logre hacer no quiero encontrarte, porque todo el maldito tiempo que traté de superarte se irán a la mierda.

Ya no te necesito, solo necesito olvidarte, ya no te necesito para vivir, voy a reconstruirme voy a ser feliz — aunque eso me cueste mucho — solo perdí el tiempo contigo, voy a reparar todo lo que me arruinaste, te superaré, juro que así será.

En resumen, solo yo era la culpable de mi sufrimiento, todo tiene su tiempo y el tuyo había terminado. Había terminado y no de la mejor manera que yo hubiera querido, sino como tú decidiste terminarlo.

— Nada es lo que parece, absolutamente nada—

Ahora comprendía todo a la perfección, siempre estás solo.