Tres épocas y un destino
Sinopsis.
Esta novela narra la historia de los personajes Don Pedro y de su nieto Luis Alberto (Albertico), en un contexto social determinado por los múltiples cambios que ocasiona el paso de los años en la vida del hombre. El marco referencial es la síntesis del desarrollo de los sucesos del día a día, de las vivencias y del fuerte apego a las costumbres y tradiciones del hombre venezolano, de su despertar ante una nueva realidad determinada por la llegada del modernismo representado por los cambios tecnológicos, la informática, las telecomunicaciones etc., en un mundo tan cambiante como el actual.
La novela se desarrolla en tres grandes momentos que son: La vida de don Pedro en su hacienda el Manantial, el viaje del campo a la ciudad y el nacimiento del nieto Luis Alberto (Albertico).
En cuanto a los personajes se puede decir a grandes rasgos que representan dos visiones muy distintas pero que se complementan en lo que ha sido la construcción del proceso de cambios sociales, políticos, culturales y económicos de la Venezuela de hoy.
El personaje principal de don Pedro Calatrava, representa al hombre del campo en sus diversas facetas de padre, trabajador incansable, honesto, de sólidos principios morales, religiosos, improvisador, conversador etc. El otro personaje principaldestacado es el nieto Luis Alberto(Albertico), que representa al niño de la ciudad, que vive en una sociedad tan moderna y cambiante como la actual, en donde desde que nace tiene a su alcance toda una inmensa gama de tecnología, tanto en su hogar como en la escuela, que ve la televisión, que va al cine, que tiene juguetes de diversos tipos y usos, que hasta su comida y vestidos, están determinados por los patrones del consumo y que de alguna manera le impone el medio en donde se desarrolla. Su mundo inmediato es la ciudad y el campo luce como algo lejano.
El personaje secundario de doña Filomena, representa a la mujer del campo, madre anegada y ejemplar, trabajadora, humilde y poca instruida, dedicada a la crianza de los hijos y a los deberes propios del hogar.
María Luisa, representa un personaje secundario de gran importancia, porque es la visión de la niña que nace en el campo, en unhogar lleno de amor pero con las limitaciones propias de un ambiente rudo y áspero que influyen en ella. Su deseo de superación la llevan a ser una excelente estudiante de una escuela rural, que pronto se convierte en una adolecente que emigra a la ciudad a continuar sus estudios universitarios, que luego se casa y es la madre de Luis Alberto(Albertico).
Otro personaje secundario de gran trascendencia es el de la tía Gertrudis, mujer hogareña apegada a la solitaria vida de la ciudad, pero que siente un gran amor por su sobrina María Luisa y que va a influir en ella para que continúe su superación como mujer y como profesional.
El personaje secundario que representa el compadre Anastasio, hombre rudo del campo, trabajador, buen amigo, parrandero y contador de cuentos de caminos.
Luis Alberto es otro personaje secundario de destacada actuación, que representa al hombre de la ciudad, instruido, de buenas costumbres, amoroso, siempre bien vestido, le gusta el campo sólo para pasar cortas temporadas, pero que se enamora perdidamente de la Joven María Luisa hasta casarse con ella y tener a su hijo Luis Alberto (Albertico).
Los personajes secundarios que representan a los trabajadores de la hacienda el Manantial, hombres rudos del campo, apegados a sus propias tradiciones y costumbres, destacan los personajes del negro Asunción, el indio Antonio, Carlos Preciadoy el catire Miguel.
Como una breve referencia al origen de la hacienda el Manantial, se puede decir que don Pedro Calatravaadquiere la propiedad como producto de una herencia que le dejó su padre al morir. Esta hacienda comprende una gran extensión de tierras fértiles, con unacasa colonial de una sola planta, con un gran corredor y muchas habitaciones, con un cobertizo para los caballos y un depósito para guardar los instrumentos de labranza del campo. También tiene una posada (Casa pequeña de dos aguas), que sirve de descanso a los trabajadoresdel campo, allí pueden reposar un rato después de las duras faenas, comer, contar unos chistes y hasta echar una siesta antes de marcharse a sus casas.
En las fértiles tierras se cultivan frutales (Naranjas, mangos, piñas, patillas etc.), los cultivos tradicionales de maíz, papas, plátanos, caña de azúcar etc. También la hacienda cuenta con un depósito para los materiales de labranza, un corral para los cochinos y un potrero en donde descansan un par de mansos caballos. Por los linderos finales de la hacienda pasa un pequeño río de aguas cristalinas. Distante como a unos quince kilómetros quedael pueblo de San Isidro, el cual consta de unas doscientas casas aproximadamente, con una estación de policía, un mercado, un dispendio de farmacia, una gasolinera, la estación de autobús, una escuela pública y la iglesia parroquial.
Primera Parte.
La Vida de Don Pedro en la Hacienda el Manantial.
Don Pedro Calatrava, nació y se crio en la hacienda el Manantial, desde muy pequeño ayudaba a su padre en las labores del campo. Por cosas del destino conoció a la joven Filomenade quien se enamoró perdidamente, tiempo después sus padresautorizaron el casamiento, el cual se realizó en la hacienda. La joven pareja se quedó viviendo en la inmensa casona colonial ya que Pedro deseaba continuar ayudando a su padre en las duras faenas del campo, eran tiempos difíciles, pero la juventud y energía del joven le hacían más llevadero el duro trabajo.
Los domingos eran días de descanso y cuando no iban a la iglesia del pueblo, la joven pareja decidían bañarse en el río, después compartían en familia la comida, la cual generalmente consistía en un entreverado, sancocho de mondongo o un suculento hervido de gallina. A los cinco años de casados, Filomena tuvo una hermosa niña, a la cual bautizaron como María Luisa, siendo sus padrinos la hermana de Filomena llamada Gertrudis y el joven vecino Anastasio, la niña pronto se convirtió por sus travesuras, en la reina del hogar y en la consentida de los trabajadores de la hacienda.
Así se fue desarrollando poco a poco la vida del joven matrimonio, pronto la pequeña María Luisa fue a estudiar a la escuela del pueblo, al siguiente año murió el anciano padre de Pedro, el hecho afligió mucho al joven ya que era único hijo, no había conocido a su madre, ya que estahabía muerto a los pocos meses de su nacimiento, desde aquel entonces su padre se encargó de su crianza y cuidado.
El trabajo era cada día más fuerte y exigente, de ahora en adelantePedro debía encargarse de la administración de la hacienda, de los gastos y otras deudas dejadas por su padre, así como de los contrataos de trabajo de los jornaleros, la ampliación de los cultivos y sembradíos. Por otra parte, la joven María Luisa crecía rápidamente, pronto celebro sus quince años, lo cual coincidió con la culminación de sus estudios en la escuela. Pedro y Filomena prepararon un gran fiesta, la hacienda se adornó con luces de mil colores, se repartieron muchas tarjetas de invitación en el pueblo, el día sábado 24 de Marzo, desde muy temprano comenzaron a llegar los invitados. María Luisa estaba radiante y muy hermosa, vestía untraje de color fucsia con encajes dorados, su largo pelo negro estaba muy bien peinado, lucia zapatos nuevos y un hermoso brazalete con gargantilla de oro, regalo de sus padres para la ocasión. También se había contratado una orquesta de música y la gran mesa del corredor rebosaba llena de bebidas y pásapalos.
Al final del patio, los peones cantaban muy alegremente mientras asaban una ternera en una fogata de leña. Pasadas las tres de la tarde empezó el gran baile, fue en ese momento que la orquesta entonó el vals de los quince años, Don Pedro lo encabezó llevando del brazo a María Luisa, luego lo secundaron las demás parejas, el baile se prolongó hasta bien entrada la noche. En una mesa doña Filomena compartía con sus amigas, todo era alegría y risas, llegado el momento don Pedro autorizo que sirvieran la carne asada con guasacaca y casabe. La hermosa cumpleañera bailo con todos sus invitados, ya bien entrada la noche una a una se fueron marchando las parejas después de haber disfrutado de la gran fiesta y de entregar los presentes y regalos a la quinceañera. Quedaron pocas personas en la casa, entre ellas la tía Gertrudis, quien había llegado desde la ciudad para disfrutar de la hermosa fiesta de su sobrina. El regalo de la tía Gertrudis, fue muy apreciado por María Luisa, pues se trataba de una cajita de música en madera pulida con letras doradas, la cual había sido comprada en un viaje que unos meses antes doña Gertrudis había realizado a España.
La tía Gertrudis, paso unos días en la hacienda, disfrutando del hermoso paisaje y de las bondades del clima. Esta estadía fue aprovechada por María Luisa, quien le pidió permiso a su tía para viajar con ella a la ciudad, en donde deseaba continuar sus estudios universitarios, gustosamente doña Gertrudis acepto la petición de su querida sobrina, no sin antes consultar con su hermana y su cuñado.
Pasaron los días y pronto llego el momento en que doña Gertrudis y la joven María Luisa, se marcharon de la hacienda el Manantial, con rumbo a la ciudad. Para don Pedro y doña Filomena, fue un momento de gran tristeza ver marchar a su única y adorada hija, pero entendían que el futuro de María Luisa estaba en sus aspiraciones de superarse y estudiar en la gran ciudad.
Los días siguientes a la partida fueron muy largos y solitarios, hasta los trabajadores murmuraban la falta de la alegre y ocurrente joven, que los hacía morir de risa y con la cual pasaron grandes sustos por sus travesuras juveniles, como el día aquel en que María Luisa, montando un brioso caballo casi atropella a su padre, o el día que estaba aprendiendo a nadar y le hizo pasar un susto al catire Miguel, quien se lanzó al agua pensando que la joven se estaba ahogando o la noche que se disfrazó con un largo y oscuro traje negro y le dio un gran susto al negro Asunción, lo cual casi le provoca un infarto al viejo trabajador etc.
Pronto paso la nostalgia por la partida y don Pedro continuó con las faenas de la hacienda, llegó el duro invierno, se perdieron muchas cosechas e inesperadamente enfermó doña Filomena, quien se quejaba de una vieja dolencia. Don Pedro partió rumbo al pueblo en busca de unas medicinas mientras en la casa grande, el indio Antonio preparaba una bebida con varias plantas medicinales. Los días pasaban y doña Filomena no mejoraba, una gran angustia se apoderó de don Pedro y detodos los trabajadores de la hacienda, fue entonces cuando don Pedro decidió escribir una carta a su hija María Luisa y a su cuñada Gertrudis, informándoles la situación. La respuesta fue que viajaran lo antes posible a la ciudad.
Llegado un momento, doña Filomena ya no se paraba de la cama, ante esta situación don Pedro organizó el largo viaje, dejando encargado de la hacienda a su compadre Anastasio.
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