Palomas guardadas (Obra completa) X

Palomas guardadas (Obra completa) X

Palomas guardadas


Obra completa X


Tirita el barco del beso que te tiemblo


POEMAS

1

Aprendo tu ausencia cuando tanteo
buscándote en el vacío.
El silencio se ajusta
cernido como el agua
emana de cualquier garganta
que no tiene tus palabras
y crece como un nido
dulce o doloroso
en las ramas del fragor de la ciudad
Tú no te pareces a nadie
pero tu ausencia se parece a cualquier
ausencia
tal vez como una actitud de mi tristeza
como un rictus mío que te elige cada día
para poner un rostro a la melancolía
Voy comiéndome la tierra que giramos
aprendiendo la nueva soledad de los
itinerarios
amor,
ay amor me voy
dejándome yo mismo atrás
empezando el nunca o el siempre
como un pájaro que cambia la raza desde un día
Aquí te busqué,
mañana diré allí, cuando ya no esté
y ahora me voy
susurrando ojos atrás
el olvido que empiezo
porque ya te confundo un poco
como una casa en abandono
que la tierra asume por las hiedras
en voz baja
ahora que el olvido empieza
y el alma
ya no te precisa
ahora que tú no eres tú misma.

2

A veces buceando en tus peligros sin señales
cavo en la tierra o en el mar que han alcanzado
el siempre
sin miedo de no poder volver
de tu naufragio dulce, de tu pozo sucesivo
donde hago mis hogueras
y dejo mi lámpara encendida
como si te hubiese descubierto las estrellas.

3

Por el mundo andan nombrando los
caminos con forma de hombre
el otro lado de tus cosas
los espacios de tus huecas soledades
Pero yo que tengo el camino corto
que tengo el rastro nuevo
y la frente completa por delante
voy también poblando los días
con la soledad que va clavada
como el otro lado de mis cosas
como un caracol o una tumba prefijada
en el rito circular de los que andan
por el mundo con forma de mujer
chocándose de frente en el asombro
diario del encuentro con los hombres.
Y los dos, amiga, los dos que nos andamos
por el fragor de los días donde nos
parecemos y nos multiplicamos
nos chocamos de frente
nombrándonos mejor por un camino
clausurando el mundo al otro lado
de las cosas
o mejor avistando el rostro de nuestras soledades.
Nosotros amiga
que nos ocupamos y nos guarecemos
que tenemos echadas las raíces
descifrado el íntimo telar del barro
Que vencemos juntos el delirio de ser en
cualquier parte
Nosotros, valientes o fuertes amor,
recuperados
tenemos todo el rastro por delante
para irnos por los días nombrándonos la
historia.

4

estrenando la indiferencia por los muertos

5

Siempre diré que hasta aquí he girado la tierra
Hoy es aquí
y hasta aquí el camino ha brotado de mis pies
Ahora voy a poner los pies sobre el camino
y seguiré girando la tierra.

6

Siempre cualquiera será la última vez
¡qué importa mañana que las vuelve antes!

7

Mi hiedra inexorable que te invade
trazándote el itinerario del beso

8

el trajín de lunes que te enciende la fiebre
poblándote el insomnio con delirio y
con locura
chocándote la esquina vertical
y la navaja
y el metal cementerio y las bocinas.

9

A veces miro tus manos
los ríos que atraviesan subterráneos
tórridos parajes
la miga de la fruta vuelta ave
Pájaros de guerra
mansos peces que nunca se sublevan
Y pienso que han pulsado batallas
que han muerto tanto embravecidas en las sábanas
que han naufragado en el túnel a la entraña
que han doblegado la furia de la luna bajo el agua
Pienso que guardan historias sin lenguaje
absurdos barcos clausurando soledades

10

Hoy el viento me lava tus horas
la lluvia alarga sus dedos sobre mi cara
descalza
trigo de plata uncido
al camino del otoño
así me voy
alargando la espalda
y no importa el rastro por delante que será

11

Óyeme amiga, tú vas conmigo
Es decir llevo tu ausencia
como el hambre más dulce
y volveré a buscarte
para que subamos el invierno
trepando la savia de las aves
hasta el viento
todo será con nosotros
y la ternura brutal en que nos dolemos
madurará en las manos
para ungirte el beso.

12

Todas las estrellas que te anduve
en el camino dulce de la siembra
en la miel que te ha quedado
cantan todavía
y giran en tu sangre
con el beso nómada
hasta hacerte la garganta
en la cintura.

13

Háblame doblado el día
que toda mi tierra te reclama
vendrás a cantarme
con tu estrella hueca
con la íntima guitarra de
la entraña
y a untarme en las manos un
sabor de lejanía.

14

Si tu pecho es una proa
cuando el mundo arrecia
venceremos juntos
no te detengas entonces
cuando griten
que siempre vendrá un dedo
a señalarnos
y te dirán aquél es como el ave
que no tiene rumbo
y te dirán que no tengo
raíces
y te acosarán, como el mar
obstina lo que empuja sobre
las rocas el naufragio
todo lo dirán de nosotros
pero yo que creo en ti te guardaré
de verdad

15

Para esperar que crezcas sobre
la mentira
como una torre que podamos juntos

16

Si tú caes serás la tierra con la
tierra y de tus ojos crecerán
las espinas
donde un pie también se vuelve ciego

17

Toma mi grito como un barco
tú tienes un arco
en la garganta
para levar anclas en la flecha
y liberar la paloma de tu
alma

18

yo que he sido alargándome en la savia que sube
desde un huerto.

19

He vencido tantas veces como no he sido muerto
y a veces ni siquiera he sabido dónde estaba la batalla
hoy me encuentro en cruz sobre la cobardía o la metralla
Partir o quedar, las dos maneras de un puerto

Y yo que he vencido que no he luchado tanto. Vierto
el odio necesario para perder el miedo. que halla
en los héroes vencidos que no en todo lo que falla
hay un pecador sin pecado de no haber sido cierto

Yo que no he sido muerto sin saberlo tantas veces
Que no he logrado en el barro la impasibilidad
del acero
con un rictus impasible en cualquier lugar
espero
el fallo ciego desde siempre de cualesquier
sean los jueces
Hallada mi verdad perdido el miedo verdadero
de ser condenado al olvido por no haber tenido
preces

20

yegua. legua. tregua
destituirme
que yo me espero pasar en cualquier parte
yo soy mi propia verdad

21

Afluyo a ti y te copo
como la lluvia se hincha en los
hormigueros

22

He aprendido la extensión innumerable
del nunca desde alguna vez,
y ahora que
siempre desde mí ha perdido la
vigencia eres por delante una semirrecta
de historia vacía.

23

En dos momentos del día un reloj parado
da la hora.

24

Con el silencio en ristre y la frente enarbolada
como una proa yo soy mi razón y emprendo
el mundo que no me detiene si yo creo en mí.

25

Creo en ti porque tu verdad existe
aun más allá de las clausuras
que te asumen. Porque asiste
siempre a la soledad donde perduras
Tu tácita presencia, tu dulzura
el costado donde no eres pero fuiste.
Más acá del mundo que tú acatas y te apura
creo todavía con la fe que te resiste
Tienes el tiempo de lo que queda cuando pasa
porque el olvido no te logra ni te intenta
por eso el amor, amor tiene una casa
azul para guardarte sangre afuera
que en la fe que te cree y no te inventa
existe tu verdad por verdadera.

26

Ahora voy a hablarte amiga mía
pon el alma vacía sobre mis palabras
tú existes más allá de mis lugares
pero los recodos que te llevan no te acaban
tú eres verdad por eso digo
que eres mucho más que lo que pasa
que tu tiempo me excede y tu lugar existe
en alguna parte donde la verdad te alcanza.
Por eso y porque soy aún más extenso
que mi sitio y que mi hora cotidiana
Porque puedo buscarte y encontrarte
y buscarme luego más atrás de tu mirada
Porque todo lo que el tiempo ya no viene
a buscar porque no tiene mañana
porque nos dijimos tal vez
pero el sueño no basta
Porque el mundo te embiste y te devora
y porque el mundo manda
tal vez también porque nosotros
somos un poco el mundo que nos pasa
Por eso digo amor, amiga mía
no se ha perdido nada, nada, nada.
Tu verdad sobrelleva los nombres y los días
y subsiste siempre más allá de la distancia
Por eso creo en ti por aprendida
y porque creo en tu recuerdo que me alcanza
y conservo tu tal vez como un camino
donde andamos de la mano por mi alma.

27

Hay cosas que se te encarnan cotidianas
poblándote las horas diariamente
esas cosas que se te hacen familiares
esas cosas que no están en todas partes
ocupan el lugar de tantas otras dondequiera
que no han sido porque fueron éstas.

28

He amamantado las manos
como raíces libando en otras tierras
y el verano fue en mis ramas
y el tiempo fue redondo en el camino
de la fruta
que se busca y se espera sobre el tiempo en
un anillo.
He tragado el mundo también
con el insaciable infinito vacío en los
espejos
y he recorrido caminos
y han crecido caminos como estelas
en mis pies que emprendieron las selvas.
Tolo lo he girado, porque aunque no lo he hecho
todo
ya nada me sorprende

Y hoy que tengo el rumbo sin señales
hoy que mi sendero es una esfera gigante
hoy que mis velas no se aferran del viento
hoy te encuentro y no me sorprendo
me desquicia tu existencia
completada total en un instante
con toda tu verdad que empieza
recién cuando te aprendo
aunque haya sido siempre antes
hoy, hoy que te encuentro
tal vez para aprender dónde está atrás,
y para saber por dónde hay un regreso.

29

me desquicia tu existencia
completada total en un instante
con toda tu verdad que empieza
recién cuando te aprendo
aunque haya sido siempre antes
hoy, hoy que te encuentro

30

Se habla de ti pero nadie recorre la dimensión
de tus horas
tu rostro es un rictus de los ojos que te existen
porque eres las manos y los ojos
de los que pasan a recogerte diariamente
Pero aunque se hable de ti
nadie viaja por los rostros de tus horas,
nadie vuela tus manos liberadas
donde sea
liberadas donde fueron
o donde son mi sueño
Nadie puede abarcarte, gigante de lejanía
Y sin embargo se habla de ti
y allí voy a buscarte
a equivocarte yo también un poco
porque no eres las cosas que te nombran
aunque allí te encuentro como prefiero
sin tu verdad señalada por afuera
para poder soñarte como quiero.

31

Hoy te hablo amiga
de las flores que cantan con la voz del verano
de mis manos que vuelan con las alas del canto
de la voz con que canto, que creció de tu espiga
Hoy te canto con la voz que bebí a tus caracoles
Hoy canto
Y en un himno de fervor y abeja te levanto
El telar en mi garganta que se te acerca y rompe
como una ola lejana que tú empujas
corazón, galeote, golondrina mía
beso callado para mi melancolía
Por eso grito o callo con la voz que es tuya
canto a tu canto de la voz amiga
callando el ruego de que no falte nunca.

32

Como un espejo sin atrás
un espejo donde nadie ha sido

33

Tu soledad se ciñe sobre la mía
con la voracidad de las grutas descubiertas
que no han sido guaridas
sin viajero

34

El silencio se ciñe.

35

Ceñirte como el agua sobre mi búsqueda
sobre mi proa que te emprende
como una garganta en grito
abierta u obligada en el pecho de la tierra
buscándote las tumbas como un topo

36

Para cerrarte la soledad de tu territorio
tendida en cada árbol como un espejo sin abrir
que nunca fue ocupado porque nunca en él ha
sido nadie

37

La ciudad me topa, me acecha con los
ojos cuadrados sin atrás o sin respuesta.
El sol se multiplica en los espejos
se sonríe en los relojes que chillan por
los vidrios rechifles

38

Para amarte aprendo de la lluvia
que hace dulces caminos mojados en la tierra
Tu cabeza ha rodado por los ríos
como las piedras redondas suavemente
Y yo aprendo a conquistarte la cabeza
como un cóndor que ahueca el invierno
en tus espacios
o que ahueca en el invierno tus espacios vacíos
Dueño de todo como el primer hombre de la tierra
como un habitante solo como abarcando
una larga soledad con sólo un nido
todo lo aprendo
y te remonto por la savia vertical
para volarme al viento y disolverme
como un pájaro entero
A veces vivo largos siglos de durazno
en tus rodillas roncas como las nueces
subiendo por la trilla
que aprendí de las hormigas
hasta el caracol hinchado de miel
acurrucado como un nido
donde la garganta hace un remanso.
¿Recuerdas todavía?
Nos vivíamos
turbios en el vino
en la miel y en la neblina
atroces en los dientes
y en las uñas de ceniza
congregados
en el dolor alegre
con que nos dolíamos.
Todo lo recuerdo todavía
la arena agria de mi cara que decías
el camino de la sal que te bebía
abarcando tu sonrisa florecida
Recuerdo tus manos sucumbidas
como palomas voladas dulcemente
bajo el cangrejo voraz de mi rapiña
Y recuerdo tu pelo sublevado
que poblaban mansamente las avispas

39

tu risa como el agua
que se quiebra

40

mi risa como piedra que
se rompe

41

tu risa aletea
como tiemblan
los pájaros
en los árboles

42

Tu risa se parece a los pájaros que aletean
en los árboles.

43

El mundo se abrió
pero flor sin adentro
el hombre pensó que no había más

44

No siempre los caminos tienen bordes
a veces son anchos como toda la tierra
Entonces quién lleva el rumbo
sino la certeza absoluta
de recoger en cada lugar lo que se busca.

45

Ya me voy amiga, ya me voy.
el lunes me espero en cualquier parte
pero voy buscando mejor
el principio de los días.
De guardarte
llevo raspados ya los ojos
contra el techo del insomnio.
Nadie puede contestarme
cuánto camino lleva recorrido
ya mi olvido
De buscarte
para llenar las preguntas
sin sentido
llevo andados los espacios
infinitos y los siglos

46

Amiga mi corazón te guarda
hoy me extiendo por todas las flores de la tierra
para poblar el viento, por eso
creceré en un águila de hierro

47

creo en ti aunque de verdad no
creo

48

Para el ciego de mañana
más allá de nosotros
águila
rapaz voraz cangrejo
hoy
sobre tu tierra viva
se me cae una palabra muerta

49

En la extensión de mi altura inaccesible
ni el hambre me alcanza ni el frío me toca
lograda mi estirpe absoluta de roca
si la derrota me intenta soy más invencible.

Y el mundo me traspone donde soy sensible
por eso toda la devoción es poca
del dolor que me acecha y me desboca

Por eso el dolor es un vano imposible
y aunque la herida arrecie toda herida es poca
para mi vulnerable humanidad que se trastroca
en augusta coraza un tesón insensible

De la pusilánime fragilidad, insensitivo
alzo el rostro de escudo o de bandera
que al final de todo mal siempre estoy vivo
el dolor me invade pero no me alcanza
y nunca la enfermedad me fue tan pura
si me guardo el anticuerpo: la templanza

50

Ocurrimos

51

ah! tus dulces alimañas

52

Un día me dejarás ocupar tu esclavitud
yo que habré allanado tu rebelión
como enderezándote la mirada
que se te dobla por adentro.
serás invadida
será tomada tu esclavitud como una
mano,
como una cruz sin cruz
y el rey esclavo,
arrodillará los pies a tus rodillas
para besarte el beso con las plantas.
un día ocuparé todos tus sitios
como el verano
irrumpido en la tierra en la vena
frutal
y en todas las cosas,
serás sitiada
recorrida en el hambre
o recorrido tu hambre
será viajada tu entrega
como se siembran los hombres en los países
nuevos
y haré mis casas de palo
sobre tus comarcas abiertas
sobre tu esclavitud
que me darás como una mano
tú de las manos infinitas
del camino de la sangre
como el relámpago de las venas
para que me agregue a tu sangre
a tus manos pobladas,
vencidas, dulces, conquistadas
para romperte el silencio por los
hombros
y abrirte caminos
y mostrarte el mundo
que tú crees que se anda por el
sendero de las
hormigas
sudor de rey grito de esclavo
sangre sin dolor de niño sin guerra
tiempo ciego de los viejos
o largos ojos
todo será recogido
descubierto dos a dos
como el labriego que averigua
sus manos sobre la tierra
Para sernos,
hasta el tiempo transitado
la vez abierta de par en par
y la devoción de las abejas
para beberte el beso en la sonrisa
como los ciegos que le cantan a la luna.

53

Caña en el pan
tu cuello manso
como un animal del hambre
y tu ojo arisco sin embargo en el
punto (íntimo tú) del recelo
donde no sernos el mismo.
Caña en el pan tu cuello manso
como la cadena sorda de tu espalda
tu espalda de garganta, tu cuello dorsal
y en realidad todas las cosas salen
de ti
o se encuentran sobre ti
porque se te parecen
aunque yo te diga transitando

las cosas donde recojo la voz.

54

El río viene siempre detrás
del agua.

55

La porfía ciega del agua secular.
Tengo la esperanza sin cuenta
del mañana vacío.
y digo sin embargo el sueño
el paseo en la locura
el vino desenterrado en el insomnio
el delirio de la sangre en voz baja
como el agua primera de los ríos
Todo lo digo
Todo te lo pienso
Todos los caminos te acuden, porque
Tu silencio está lleno de mí
como esta noche mía es un sitio
de tu silencio
Amiga amiga amiga
¡el verso
qué pobreza de aceros y de números!
cuánto huerto sofocado en las macetas
donde la tierra subsiste
cuando la ciudad se cierne como
una horca.

56

Te callé tantas veces, te olvidé tantas
Te inventé en tantos sueños
Te descubrí en tantos rostros
te equivoqué tantas veces
te renegué tanto
te mentí en mi ceguera intencionada
te llamé tantas veces,
tantas veces fuiste
y eres
ahora para no haber sido nunca
Aprendida para siempre
y ahora desde siempre
ahora amor
ahora que has venido
ahora que pasar es haber sido
toda tu vida recogida
ahora que soy
ahora que soy sobre tus cosas
escogidos y encontrados
como nuestras manos
y nuestros silencios y nuestros
costados que tantas veces
transitando las gentes
trasponiendo los días
con la espera abierta
con el alma llena tantas veces
y siempre amor siempre vacía
tantas veces nos buscaron de algún modo
ahora que nos parecemos a todo
a las tristezas recorridas
a tanta historia que nos sube hasta
los ojos
ahora que ya nadie nos parece
ahora que todo nos olvida
que tenemos la exacta dimensión para los otros
ahora que el tú nos llama para siempre
Ahora sé por fin todo el camino
porque sé que eres
el otro lado de todos mis sentidos
por eso ahora digo
te callé tantas veces
te inventé tanto y te dolí tanto olvido
que con la historia doble que nos precede
con las manos erradas
y errantes tantas veces
abro como un volcán subido a mi garganta
el primer grito,
que ya no te calla
que no te recuerda
aunque seas un poco todo lo que ha sido
que ya no te inventa
y que se ahueca mansamente
para echar palomas a tu nombre
palomas guardadas desde siempre
que ni yo sé dónde

57

Un día volverán a golpearse nuestros ojos
vaciados por adentro
o cerrados por afuera como espejos rotos
como horneros desiertos
Entonces toda la selva que se cierra
en un camino que no ha sido
cuando lleva
otro rumbo cualquiera un peregrino
Entonces, amor, toda la historia que no
hemos poblado
el sueño
el camino que no hemos caminado
será lo que callemos
Como callamos algún día frente a frente
ahorcando de sed unas raíces
como callaremos siempre
con el silencio redondo que nos ciñe
con los ojos embestidos por la gente
sin mentirnos sin decirnos la verdad
como ahuecamos las palabras una noche
una noche del jamás
en que aprendimos el recuerdo ya sin nombre
para tener un recuerdo que olvidar.

58

A la deriva del silencio
como la lluvia destapa las gargantas
de la tierra
me recorro las palabras

59

Si el amor se cierra sobre ti estaré
incluido entre los hombres.

60

Después del amor, por lo menos
soy un hombre

61

El mundo nos topará
como el mar enfrenta los naufragios
el tiempo siempre nos busca
como para existirnos
y allí seremos los vestigios
de cualquier historia nunca
mientras el mundo nos golpea por la
nuca
o nos regala en los pies los asesinos.
El mundo nos topará
como el mar enfrenta los naufragios
al fin todos somos en el mar

62

Te subiré por el verano de los caracoles
hasta invadirte como el sol
cuando retumba en una casa de vidrio
me haré sonoro en tus rincones
y me alargaré por tu sangre en la ternura
abierto el paso con una proa en voz baja
remontada la miel de los caracoles.

63

Invencible como las arañas
como el sol convocado en la nuca de las olas
atravesando el camino de tus flores
de la mano interior echada a tierra
me alzaré en cada tristeza
en cada pedazo de tu risa
morando girado en tus campanas
en las cruces que levante y bajo tierra
en el pulso del mar que se sucede
y en el silencio relajado en las ciudades últimas
creceré rompiendo desde ti
encontrando el tiempo
yo mismo mar y roca
penetrándome la vida.

64

Como un pionero me alargué en tus
sombras, devastando los silencios que te
recorren desde siempre.
todo será bajo mi pie total y obligatorio
poseído en la primera hoguera del colono
toda tu entrega indómita
tu mansedumbre de guerra
y tus dulces dientes
tus dientes amor como semillas
todo será sometido
con la misma obediencia
de mis lanzas esclavas
y la misma dulzura con que me perdonas

65

Ocurrimos,
embestidos de ritmo
de tiempo y espacio florecido

66

Somos el hombre
no tenemos la inocencia
y el ciego a medias que nos somos
se abre suficiente
para penetrar la culpa
pero el perdón es una flor
más alta que los ojos.

67

Un día la tierra toda será de tumbas
se apagará la lluvia entonces para
siempre
y subirán por la savia quieta de los
árboles
los hombres tenues como últimos
gusanos.
subirán
trepando su carne inmaterial hasta
las hojas
para volar al viento largo que no
tiene principio
Por eso un día
toda la tierra quedará vacía
perdido el rastro final de la memoria

68

agotados los embriones de la lluvia

69

Y tú que te has ido por los dos
y tienes el tiempo que no soy
andándome la sangre como un náufrago
me bebes la voz que me hace sol
Y yo que me quedo por los dos
y que tengo el tiempo porque soy
andándote el olvido a los dos lados
me voy por el olvido donde estoy.

70

Con un racimo de estrellas en
el pelo

71

La nave del diluvio

72

La porfía ciega del agua secular.
Tengo la esperanza sin cuenta
del mañana vacío.
y digo sin embargo el sueño
el paseo en la locura
el vino desenterrado en el insomnio
el delirio de la sangre en voz baja
como el agua primera de los ríos
Todo lo digo
Todo te lo pienso
Todos los caminos te acuden, porque
Tu silencio está lleno de mí
como esta noche mía es un sitio
de tu silencio
amiga amiga amiga
¡el verso,
qué pobreza de aceros y de números!
cuánto huerto sofocado en las macetas
donde la tierra subsiste
cuando la ciudad se cierne como
una horca.
Ah! yo no tengo el odio; o mi fusil es redondo
o es pan.
necesito un enemigo para completarme
el alma
y ser más bueno después
tal vez como después de haber probado
el hambre.

73

Amo tu ojo que es palomar o púlpito
o mesa de sacrificio donde se desnuda
la palabra que ha de morir.
Amo tu vena tácita y catacumba
que te rasga como un relámpago
y tiene el rumbo de tu savia pere-
grina.
como la tierra hace secreto el ajedrez
de las hormigas.
Amo tus pasillos infinitos
el viento que enumera tu campanario
de sangre
porque eres toda interna y catacumba,
y un rito de callar tiene un oficio en tus
ojos.
Tienes los ojos huecos como catedrales
de cristal a la mañana
pero te falta una fe que te haga templo
un templo.
Por eso amo también tu silencio de palabras
sin cosas,
de nombres sin rostros
y de muelles sin barcos.
Le falta un día a tu esperanza
y no puedes preguntar porque no sabes
por quién.
Cualquier humo a la distancia te hace
soñar un barco,
cualquier barco hace el día del final
de una espera,
pero siempre vuelves al dogma como las golondrinas
y callas con una imagen de un rostro y
unas horas de veces
que no eran las del otro lado de tu vigilia
y por eso amo tu silencio
como la guarida a que regresas a buscar
tu alma.

74

Haré un rostro de silencio
para tu voz de sombras
como una cruz sin dogma
de clavo y sacrificio.
Tu imagen será un hueco
y un lugar para tu rostro
un rostro de quizás
que sólo será el tuyo
y vendrás a parecerte a mi alma
y a ordenar las palabras en las cosas
Proferirás el silencio por los ojos
como un alarido de tu verdad bandera
y los pétalos de las sombras
serán para tu sueño
y ya la noche no te volverá
tumbas los huecos.
Tendrás oficio en el altar inaugurado
Los pasillos infinitos
que te llegan hasta el alma
arrasará la ternura
de la antorcha que te indaga
y al oleaje del ariete
se enderezarán recodos
que te vuelven silenciosa y sin vez inaugurada
Explorará la catacumba
un barco hacia el espanto
con mil tal vez echados
a recoger un rostro
y la historia que te empuja
y te llega hasta la espalda
serás tú contra la espalda
del que de ti nazca.
Y el buzo de tu savia
te inflamará los peces
repetirás la misa de la cruz al medio
Y ya dejarás más
de lo que llevarás contigo
y serás bendita
como tú o la tierra.

75

Quiero que las olas de mis pájaros te ras
guñen
los muros,
como un mar que acerque los latidos a tu arena.
Por eso ventilo el sótano de mi alma
y libero murciélagos que en la mañana
se vuelven palomas o barcos de palabras.
Seré labriego en mi tierra
y hornero de tus ramas
morderé la tierra con un hacha en la boca
y alzaré el relámpago
que mi sangre empuja
para abrirte mi verdad como un
sagrario nuevo.

76

El sol de adentro se te escapa
como un rumor de himnos en un templo
tus manos un día, serán de golondrina
y harán colmenas en mis campanarios

tendrás en los ojos el olor del pasto
como frutas calientes y como las uvas hondas
y te girarán las mariposas sobre el púlpito
silvestre y silencioso del abismo.

Tú del pecho par y huerto
valiente y feroz como el hornero
oasis del viajero de tu arena
que para respetuoso ante dos médanos
a besar dos cruces de dos tumbas
de ignotos y lejanos muertos,
Tú del pecho de mano tendida
de la carne de pan
y el corazón de puerto
de los muelles de partidas en
las manos de gaviota
Tú del silencio por himno
que te guardas todos los lenguajes
para no callar con la extensión
de una palabra
tú que tienes un grito acalambrado en la
clausura
de tu garganta infinita en tu silencio
tú que tienes encallado en un cerrojo
un pájaro de sombra que te trepa,
tú, esperas, yo lo sé
un ave libertada
emisaria de la costa
al otro lado del diluvio de la
noche
En tu hondo pozo de guitarra
tu manera de quedar tras de la
muerta
te trepa como hiedra por la entraña
Y yo lo sé: ¡Quedarás!
Porque ésa es la consigna
de la tierra y la lluvia que amamanta
Yo tal vez no diga
tu libertad de los días
Pero quiero gritarle a tus países
para que el árbol de tu tierra
me recoja

77

Ya el íntimo asombro de tu
aljibe
ya el lacio violín que se te inflama.

Arma y justo

78

tengo que encontrar el rostro para el tú que nombra
mi costado
A veces tu voz descalza me responde un sueño
y digo tal vez
tu piel de durazno sea el otro lado de mi mano
Pero sigo acechando en esta
espera sin búsqueda
sin obligar una imagen a tu carne
Porque sin abrirte el alma debes amanecer
por dentro,
Encontrada nueva involuntaria y tú.

79

Como el mar queda en los caracoles, las olas
el silencio se han quedado en mis tímpanos,
y ululan.

80

Me gustan tus ojos de remanso y hueco
de túnel infinito al medio de la luna
con el silencio tubular que hay en las cañas
y el himno que se incensa en los campanarios
Allí donde auscultas el mundo
desde un ventisquero con la nuca al cielo
donde devoras un rostro para masticarlo dentro
púlpito desbocado o faro de los ciegos
heraldo de las piedras de tus playas a mis barcos,
allí te medro
y me vuelvo perduración de mar y canto
para tus ojos de caracol y eco.

81

Este silencio azul te restituye

82

Voy desmantelando tu imagen para completar tu misa.
Ya fuiste y serás un rastro.
Te tacho los ojos primero.
Los dientes se me llenan de tu sangre
imaginaria
el talón de la noche remeda un reloj
entre mi sangre
Pero te sigo renegando
y para serte ciego
arranco de una tumba la cruz que la
señala, luego si quiero, ya no
podré rezarte.
Le grito a tus ojos y te asesto una
clausura.
Un incienso de sirena me sube
del alma a la garganta,
tal vez sin apretar un canto llorara

83

En tus ojos fondeo las naves de mi honda arqueología

84

Para el buche de sombras que rodeas
te dejo el tesón de mi buzo y mi pregunta
Para el canto callado que te aprieta
te dejo mi silencio para que en el tuyo se hunda
Para el candado infranqueable que te abisma
te dejo mi ganzúa vencida en tus cerrojos
y te dejo la ceguera de mi puerto de vigilia
para que mientras duerma puedas abrir los ojos.

Para tu empecinado acecho de recodo
te dejo mis antorchas arredradas con silencio
y mi derrota y mi espalda y mi abandono
para trofeo de tu clausura te las dejo.
Te dejo mi cansada vocación de hondura
mi dimitido minero y vanas redes
para tu insondable alma de tumba
en que mi espera no conquistó tus peces

y ese hastío de sótanos y lluvia
y el fervor de la noche de tu rezo
y el temor o el rito que te arrumban
me quedan de ti para rezarte un ruego
Porque en las noches de mi sótano secreto
mi silencio se parece a tu silencio.

85

Porque desde aquí eres soledad y silencio
y este hueco lateral de mi abandono
aquí te pienso
y un poco en una imagen y otro instante te equivoco.

Y ese quizás que es mi duda de tu ahora
se me ensancha con mil sombras que te acosan
porque desde aquí eres historia
y este sueño y vigilia que te nombra.

Por eso esta noche sin palabras y sin manos
te acomete con arietes de mis olas
como destituyendo tu tótem de arena en que
eres faro
que me acosa.

Y la sangre te pregona
más allá del vacío que recoge la mirada
como un himno que no arredran esas olas
y una perduracion que no sucumbe con tu falfa.

Por fin, tu lejanía
más que acercar la otra manera de
tus manos
a tanto silencio soportado lo mitiga.

86

Un relámpago venario catacumba la
tierra

87

el itinerario de la hora que vuelve pájaro
el corazón relojecido

88

la tierra guarda el misterio del
ajedrez de las hormigas.

89

No sé para qué quiero
que llegue el momento
de nuestro encuentro,
si cuando debamos
luego,
separnos
querré estar esperando,
aún para juntarnos.

90

Matrimonio de manos
viudez de penas,
marchamos atados
por la vereda.

Íbamos como
sobre una alfombra
como la vida empuja el tiempo
empujábamos la sombra.

Eran dos sombras adelante
como dictando futuro
Las ele de elle, dos alas
que hacen un pájaro, uno.

Pasamos bajo un farol
luego arrastramos las sombras
eran como el pasado
en el recuerdo que añora.

91

Divorcio de manos
matrimonio de penas.
Camino solo
por la vereda.

Voy caminando, rimando
delante, mi larga sombra
eran dos sombras las nuestras
una sombra ahora va sola.

Mi sombra va hacia adelante
sobre la vereda, sola
Pareciera que ya nunca
volverán a ser dos sombras.

Divorcio de manos
matrimonio de penas.
Camino solo
por la vereda.

92

El prieto ahorco de un candado me atenaza el alma
como a un carrete en que hay mil serpientes ovilladas.

Y en el hermetismo que ajusta la hinchazón de mi pecho,
como el eco hondo encerrado en un tambor, pululas dentro.

Ay, y las paredes que asfixian mi ser son como un horno
que caldean más la brasa de amor en que me quemo y me sofoco.

Por eso, porque mi alma es el hueco de un volcán donde arde amante lava,
tengo fiebre de amor en el alma ampollada.

Siento mi amor ya cansado de amarte y esta caja de abollada lata
en mil huellas de puntas, pesadas y oxidadas.

Y el filo de este amor sigue cortándome en la carne ya herida y lastimada.
Tantas veces me he raspado, que ya tengo un callo en el alma.

Sí, yo tengo el alma abrazada por que no reviente en mis astillas.
Mi alma es una frente coronada, de apretada corona de espinas.

93

El amor es traslúcida sombra,
una sombra invisible,
nebulosa intocable;
es melodía
en silencio diluida,
es un gas que tripula
un aliento impalpable.

Yo te amo pues tú eres el puerto
al que sin cauce bogan,
soplos intangibles
que de mí se evaporan;
porque del alma mía
sombras incoloras,
petrificadas brisas,
mudas melodías,
se volatilizan.

Perfumes insípidos
mi pecho respira
en espiritual ósmosis de etéreos vahos,
para ti los exhalo,
yo te amo
pues mi alma acicalan,
diáfanos relentes,
vendajes abstractos.

94

Quisiera mi beso y el tuyo, sólo uno,
un istmo que uniera del alma el cariño;
quisiera de tu amor nutrirme en tu beso,
quisiera que abreves mi alma en el mío.

Quisiera mis manos dos valvas que ahoguen
la tuya, y tus dedos se enreden y tejen
con los míos cárcel que inhume una unión;
en mi ser anclarte saber que estás cerca.

Quisiera liarme en un íntimo abrazo
a tu ser, y entre los dos que frontera no haya,
que distancias desaloje el abrazo; que en íntima fusión
cicatrice, de la separación la llaga.

Quisiera tomarte la mano, abrazarte,
sedentario a tu lado, saberte muy cerca;
remachar tu boca en hermético beso,
ser piel de tu carne, raíz y tu tierra.

Mas aunque inyectar yo quiera en tu alma la mía
y anestesiar mis ansias de tu ser yo quiera,
la sé incoherencia a mi ilusión ante lo real,
sé que aunque yo quiera tan sólo quisiera.

Por eso cuando despierto del calor del sueño
y siento el desabrigo de la soledad,
quisiera amputar los recuerdos, y el alma,
en misa de amor no ofrendarte más.

95

Llegó el otoño y por eso, te has deshojado de mí.
Llegó la tristeza y por eso, de mí te has llorado.
Llegó la borrasca y por eso, te desanclaste de mí.
Yo me he quedado como el ojo, la playa, solo como
el árbol.

Tan sólo ahora queda de ti, en el horizonte del recuerdo,
como el humo que queda de los barcos, cuando parten.
En mi camino quedó, la estela de tu quilla
Por esa cicatriz que tengo, yo sé que antes pasaste.

De ti, a la distancia, queda el humo de tu marcha.
Si acaso te has vuelto, ni viste ya las arboledas de mis
costas.
En tu alma ya ni quedan ni estelas de lo que
se ha ido.
En la mía no hay estelas porque nada la aban-
dona.

Ay, yo sé que como el río del tiempo, no pasarás tu
agua,
por este instante de tu orilla, que transcurriste ya.
Tú no eres el bote en la marea. Eres tormenta.
Tú ganas perderme, yo pierdo no ganarte más.

96

Aquí donde antes
contemplaba el tiempo,
pasar esperando
llegar al momento
también ahora
el tiempo contemplo
el tiempo quedado
en mis recuerdos
aquí donde antes
todo era sueño
mirar mis manos
y ver tus dedos
sentir aún
la presión del beso
sueño también
que te tengo
Sentir que espero
sentir que siento
sentires viejos
lejanos momentos
sentir que sólo
de los dos yo quiero
Aquí donde antes
ayer, no muy lejos,
compadecía a todos
pues tenía preso
el último toque
en mi recuerdo
y la mano abierta
donde llegara el nuevo
los miro a todos
y siento el peso
de tanto pasado
que sólo el recuerdo
de tantos instantes
que no tendrá el tiempo
Aquí donde antes
ya no es como aquello
aquí te esperaba
ya no te espero
aquí yo soñaba
y aunque aún yo pienso
sé que ya, ahora
soñar es un sueño.

97

Teme mientras vive el moribundo
arribar tras la vida al final puerto.
Llegó la muerte y el que agonizaba,
no teme más morir porque ya ha muerto.

Ha llegado un viento y desnubló,
el cielo de mi alma de temores.
Ya no teme mi alma de la tuya,
en el filo del olvido se divorcie.

Mi alma fue sepulcro que vestía,
ayer, la intuición que dicta el miedo.
No puedo temer, no temo ya perderte,
no puedo perderte, porque ya no te tengo.

98

Eres semen y puerto
último de mi pensar,
sempiterna gota
en que se desgrana el caudal,
paralelo al tiempo,
de mi recordar.

Tú eres la sangre,
vena es mi mente,
corazón, el tiempo,
que impulsa el torrente,
el tajo que sangra, es olvido
que vacía la vena del recuerdo,ausente.

Quisiera yo un filo
que me sonriera un tajo
en la incorpórea carne
de mi mente; y cuando
se abra una hemorragia de recuerdos
vierta desangrando.

Quisiera una ventosa del olvido
libando mis recuerdos;
y en el mismo cauce que ella abreve,
vaciarme de ti junto a ellos.
Mas librarme del cilicio de esta lava,
por no tener un cráter, yo no puedo.

En mi memoria no hay tajo
por el que se escape
en diarrea rauda,
el recuerdo impalpable;
pues impermeable mi mente
del pasado es hermética cárcel.

99

La moneda ya ha caído
no miro la cara por miedo
que la cara sea cruz
¿cara o cruz?, mejor espero,

mejor, será que me lo digas tú.

100

Empiezo
y la boca se hincha de
te quiero.
El alma es el papel
donde está escrito este verso;
pero,
¡qué poco suena lo que tanto siento!
Quisiera decirte mucho,
ligero,
con continuidad de viento,
como la luz, fugada del fuego;
se haga luz mi voz, mientras ardo dentro.
Quererte en la boca,
¡sí!, recién lo encuentro,
¿me entiendes ahora?,
hablar lo que siento;
¡sí!, que el amor sea,
diciendo.

101

Cuando tú me dijiste: ¡Qué poco me quieres!
yo quise decirte cuánto te quiero
Vi tu primer paso tejiendo distancias
pero las palabras se quedaron dentro.

Cuando sentí frío por el desabrigo
yo quise seguirte, buscarte de nuevo.
Quise dar un paso sobre los tuyos
pero allí mis pasos se quedaron quietos

102

Para que te amara,
faltaba conocerte.
Para que me amaras,
debiera no ser éste.
Para que llorase
faltaba que te amara
que te amare, así,
y luego te marcharas.
Para seguir llorando, sólo,
que no vuelvas falta.

103

Llegó el otoño y por eso, te has deshojado de mí.
Llegó la tristeza y por eso, de mí te has llorado.
Llegó la borrasca y por eso, te desanclaste de mí.
Y yo me he quedado sólo como el ojo, la playa,
como el árbol.

Tan sólo ahora queda de ti, en el horizonte del
recuerdo,
como el humo que queda de los barcos, cuando
parten.
En mi camino quedó, la estela de tu quilla.
A esa cicatriz que tengo, yo sé que antes pasaste.

Ay yo sé que como el río del tiempo no pasarás tu agua
por este instante de tu orilla que transcurriste ya.
Tú no eres el bote en la marea, eres tormenta.
Tú ganas perderme, yo pierdo, no ganarte más.

De ti tan sólo queda el humo de tu marcha, a la distancia
Si acaso te has vuelto, ni viste, ya, las arboledas de mis
costas.
En tu alma ya ni quedan estelas de lo que se ha ido.
En la mía no hay estelas porque nada la abandona

104

No me importa verso, hallarte
en una de piel perfumada,
o en una sucia de calle.
porque quizá esté de limpio lavada
la que no tiene que darme,
porque quizá sucia de blanco,
la que en riquezas me ame.
Yo quiero hallarte, mi canto,
escrito en la sucia cara,
o limpia de la que ame,
no quiero verte parido,
de las caderas del hijo,
no quiero verte nacido,
de la matriz de lo sucio.
Yo quiero verte nacer
en quien yo ame,
y serás puro.

105

Nunca antes estuve solo,
como hoy que no estoy solo.
porque más que estando solo,
sin estarlo, más distante,
estoy y lejano de todo.
Ay, visto el mundo de cerca,
parece que cada vez,
más se aleja;
Como cuando se mira el beso
del mar del cielo y la tierra,
y a él se camina y se empuja,
en la mirada, y no se llega;
Así, soy un ojo hecho pájaro
que persigue en el horizonte su rama
a posar el vuelo cansado.
Así, soy la estela de un barco,
que persigue el pincel que la pinta,
y nunca llega a pasarlo.

106

Te he buscado revisando mil rincones
mil caras, mil formas y ninguna es tuya
mil miradas mil palabras y mil voces
tu forma y tu voz yo no encontré en ninguna

No, no es tu forma y tu voz lo que buscara
pues seguro que entre todas hubo alguna
a la tuya parecida e ignorada
de mis ojos, pues no es eso lo que buscan

Mil quizá que como tú, otros despreciaron
que como tú a otros, para mí son el misterio
donde busco como en ti alguien ha buscado
lo perdido que aunque busque nunca encuentro

Yo te busco y ni mirándote te veo
y aunque viera lo que en ti en otras muchas
aún tu espíritu aún tu voz aún tu cuerpo
y la misma pasión, no es la tuya.
Para verte, hasta en ti, me he vuelto ciego,
a mis ojos no vendrás igual, ya nunca.

107

No quiero cerradas las ventanas
ni que las puertas estén cerradas
no quiero en los ojos la mordaza
de párpado, no quiero escuchar nada
Quiero el oído vacío de ruidos y de charlas
para escuchar y ver tu llegada
no quiero las ventanas levantadas
quiero el encierro de las puertas apoyadas
no quiero la pupila iluminada
quiero el oído ensordecido de otras hablas.
No quiero mirar tras de mis lágrimas
y sentir de su vuelta vacía mi mirada
quiero sordo y ciego yo esperarla
y por no ver, suponer que si mirara
tan sólo un paso para llegar faltara.

No quiero penetrarme de distancia
para ver cómo no vuelve a mí mi
amada.

108

¿Por qué quedarte si no quieres y no me quieres?
Pero no, aunque no me quieras, no te vayas.
Quédate. Me conformo con que sea siempre,
siempre quizá, quizá mañana.

No, no has podido quererme ni quedarte.
Dime ¿qué puede consolarme amada mía?
Quizá tan sólo pensar:
Tal vez, tal vez vuelvas un día.

Pero ay ¿por qué sigo pensando
en este petrificado silencio que retumba?
Tal vez porque piense y tema,
que quizá, quizá no vuelvas nunca.

¿Qué se puede beber cuando en la boca
la más ávida sed nos grita?
Tú no has vuelto. ¿Cómo puedo consolarme?
Pensando que quizá, quizá te olvide un día.

109

Tomaste la llave y la cartera,
llorando suavemente, sin sollozos
me vi en ti, hecho estaca, y tu suelo
A mis ojos, todo, éramos nosotros

Buscaste la cerradura con la llave
y apuñalaste allí la puerta
hundiste el acero en el cerrojo
como yo fui ganzúa en tu madera.

Y como la sábana acarició el colchón
y como yo fui sábana en ti que fuiste cama
beso sosegado, tu cuerpo el marco de la puerta
como se posa la blanda mansedumbre de un mirada

Y se divorció el beso del marco y de la puerta
cuando tú en sólo un susurro de abertura
como se hirió la unión de nuestra cama la empujabas
como se destejió el abrazo de las almas.

Quedaba la noche dentro de la pieza
la noche nuestra quedada allí apagada;
encendida, pues a oscuras fue nuestra noche,
a oscuras porque nuestra noche fue pasada.

Y otra vez el beso de la puerta contra el marco,
petrificado, hasta astillarse en una llave;
y una vez nosotros separados
como las tierras apartadas por los mares.

En la madera caliza de aquel cofre,
con joyas de sillones y de camas
quedó atrapada la joya de una noche
y la perla de un amor quedó atrapada

Te estoy llamando noche sólo noche
con la duración corta de una noche sola
te estoy llamando amor perdido en una noche
perdido, como en el mar se hundió la ola.

110

Tu piel contra mi piel, no
en medio el aire.
Tu piel contra mi piel, no
aunque te apriete.
Mi piel contra la tuya, no
no he de tocarte.
Tu piel nunca me arriba,
aunque se siente.

111

¿Cómo decir para que se escuche aquí la que escucho,
que el puñal de esta música llega a mi alma?
¿Cómo decir con la simplicidad de esta ola de canto
que me moja melodiosa; que me empapa?

¿Cómo decir sin saber decir lo más simple,
cómo explicar sin poder lo más llano,
que escuchando esta inefable música,
con música en el alma yo la amo?

112

Quererte retener fue intentar frenar el viento
vano, como querer perpetuar el beso del río y de la cosa.
Mas, yo traté, lo mismo, de arrebatar el vuelo a tu ala.
en mis manos te hice ropa cárcel te hice casa, te hice ropa
Y, ávidos de ti tendí abiertos mis dedos,
y sentí que te tocaba, y hasta creí haberte frenado,
y cerré inútilmente los puños, como queriendo un rayo atrapar
que al abrir la puerta hirió la oscuridad del cuarto.
Sí, mis dedos fueron esa puerta y mi ansiedad la llave
y tú fuiste la luz, imposible de encerrarte.
Mis manos aún sostienen un hueco vacío
como ramas, en que no quisiste posarte
y aún son cuchillos para cortar tus pasos
cuchillos desiertos, tan sólo cuchillos.
Quererte retener fue intentar frenar el viento
vano, como querer perpetuar el beso del río y de la costa
mas, yo traté, lo mismo de arrebatar el vuelo a tu ala,
miro mis manos y sólo está la huella de mi ansia y no otra cosa

113

Niña mira la llagada mano
en que apresaste la rama
para no naufragar en el pantano.
Mira cómo absorbe el abismo
la piedra que la montaña
se ha desvestido.
Mira el empuje del torrente,
y de la frágil voluntad
el dique impotente.
Mírate, hoja en un viento raudo,
mira el cordel del ancla
de tu empeño, cortado.
Mira el sudor del esfuerzo vano,
en el llanto de tu pena.
Mira tu pecado.

114

Oye, fuiste niña, porque niña,
niña es la pureza de la nieve;
Oye, fuiste limpia cual lo blanco,
como la transparencia virgen que del cielo
llueve.
Oye, eres impura como el llanto
que está sucio de la pena del pecado,
no eres clara cual la luz, porque la noche,
de lo oscuro lo diáfano ha enturbiado.
De la luz de tu niñez el sol se pone;
ya tú sabes que este ocaso es como muerte,
sin el alba que despierte la vida, como luz
que eclipsa la ceguera, en la virtud la mancha para
siempre.

115

Cuando el ruido naufraga
en el silencio
y el bullicio anochece
en la intimidad
del pensamiento,
cuando la mente
canaliza su bogar,
mi pensar
sólo es recuerdo.
Cuando tras el muro
de lo interno
ensordece la materia
y lo exterior, yo pienso,
tu flotas en mi mente,
y yo te anhelo.

116

Antes estuve
y no supe que estuve solo;
sentía la soledad,
sentía que no era nada.
Llegaste y te fuiste.
De nuevo vuelvo a estar solo.
Siento la soledad
que me viste y me acompaña
Estaba solo y creía
que todos estaban solos
La soledad la creía de todos,
eso me consolaba
No estuve solo, y hoy solo
yo sé qué es lo que me pasa.
Hubiese querido solo,
ser siempre para que nunca
solo de ti me quedara.

117

Hay una nada
que está sepulta,
amortajada
entre las páginas.

Porque yo sé que un día
tú las pasabas,
la ven mis ojos,
aquí sellada.

Quizá es la senda
en que tu pupila
rodaba, aquella
vez que leías.
O son tus manos
aquí escritas,
o, toda tú, impresa
en cada línea.

Mas, quizá es un libro,
y de ti nada,
hojas vacías
de tu mirada.

Quizá mi ansia
sólo me dicta,
huella aquí escrita,
que no se palpa.

Mas si yo aprieto,
cosa que es nada.
entre las hojas
queda aplastada.

Como si parte de ti
allí quedara,
aunque no hay nada
las hojas, yo siento hinchadas.

Ay, un toque tuyo,
que me tocara,
o que desde el papel me viera
un eco de tu mirada.

O que en cada letra resucite,
tu voz apagada
para mis oídos sordos,
por la distancia.

118

En cada página,
como en un camino
por ti recorrido,
veo las plantas,
veo los pies, las huellas,
de tu mirada.

Recorro frases
que tú has leído,
no leo el libro
que me prestaste,
leo la estela,
que en él dejaste.

Tu mente un día
pensó sus frases;
las leo iguales;
piensa la mía,
igual que tú
cuando las leías.

119

Temí, y te dije que temía,
supiste que temía y me dijiste,
que nunca temiera tu partida.

Soñé, y te dije que soñaba,
no es tu sueño, dijiste, es la vida;
tú no sueñas que te digo esa palabra.

Creí, que soñaba que soñaba,
creí, pues tú decías no era sueño,
que del sueño yo ya nunca despertaba.

Eres tú, quien ahora llama sueño,
al sueño que dijiste que no era.
Hoy tú le dices sueño,… y me despierto.

120

Niña si buscases la hoja ayer caída,
no la vieras porque el viento navega tripulando,
mas si miras la rama ayer vacía,
tú sabrías que de nuevo, está emplumando:
niña, no se niega la hoja, y si se negara,
a flotar en el arroyo de la brisa,
como tú, ¿con qué riendas frenaría
lo infrenable que ante todo seguiría?
Niña, el tiempo pasado sedimenta,
el momento que tu llanto fertiliza,
verás, si buscas el momento y tu pecado,
que sólo en el recuerdo resucitan.
Niña, mientras lloras tú no pecas, eres pura.
Niña, no llorabas cuando hiciste tu pecado.
Niña, cuando estéril fuiste al llanto, tú pecabas,
niña, ya no pecas, eres pura, estás llorando.

121

Desagota el amor y los anhelos,
remedando reversido lo pasado,
cual la gota que fue nube y vuelve al suelo,
ovillemos el andar desovillado.

Vayamos al olvido, aun atados,
huyamos del cariño, paralelos,
no te quedes ni me quede retrasado,
hagamos sólo un rumbo y mismo vuelo.

No te quedes, mejor si juntos vamos;
seamos los dos proa, juntos, sin perdernos,
pues sufrirá quien al olvido sea lerdo.

Recordemos, si podemos esperarnos,
mas no esperemos, que prohibido está querernos;
olvidemos, que más triste es el recuerdo.

122

Estoy solo,
tú no me hablas,
yo quisiera que llamaras.
Me llama en el pensamiento,
la voz que en lo real
no es nada.
Mi ansiedad oye que llamas,
tu voz,
el silencio apaga.
Escucho algo mudo que habla,
resonancias en mi alma;
ella escucha que me llamas,
mi oído
no escucha nada.

123

Escucho,
la brisa de tu voz
remedarse en mi mente.
Fluir irreal,
en el silencio ausente
incolora como el alma
emana pues tras del tiempo
y se filtra en la distancia.

El silencio
se hace denso
y me aturde en su callar;
impalpable
oigo tu hablar;
y es tu voz la voz del viento,
es el eco del pasado
que redunda en el recuerdo.

Es el viento,
como el tiempo,
inaquietable.
Es el tiempo cual tu voz.
inalcanzable,
amortajada en el ayer;
abstracta e impalpable
como el cielo.

124

No sé si cuando el cuerpo siento
lo siento como si fuese el alma
La sensación de mi alma es tanta,
ahora, que la siento cuerpo.

La siento como un carozo
que me ocupa que me abarca
como si fuese el agua
en su cáscara de pozo.

Siento mi cuerpo un pulmón rebalsado
de apretado aire contenido
como si fuese el suelo hundido
que está sosteniendo un lago

Pero más hondo de mí todavía
otra alma tiene cuerpo en mi alma
esa alma que mi alma habita
eres tú y mi amor, amada.

125

Por un parlante viejo se escapa una canción vieja
ya la había escuchado antes, muchas veces:
¿acaso tras de este instante,
cuando otra vez la escuche
recordaré esta versión,
mellada de un chisporroteo de tornillos flojos?
Se escucha una canción vieja, por un viejo parlante.
Hoy,
nueva para mí, distinta,
distante
de mi oído,
maquillada de ruidos ajenos.
Y va secándose ese arroyo musical
Hasta que llegó a su último punto este segmento.
que recorrió mis tímpanos
como se espeja en los ojos, el raudo paso de un tren.
Se escucha por un parlante viejo
ahora el crocante crujido quebradizo
de un ronroneo metálico de chispas
Y no sé si se escapa o queda dentro.
un espeso vacío.
Hace mucho ya que miro
el parlante enmudecido;
que amortaja un silencio de mortaja.
Siento ahora, como si hubiese gastado mi oído
hacia dentro
como si mis tímpanos estuvieran en
mis entrañas como si mis entrañas fuesen
el alma
Y allí está el espejo donde se retrata,
este monótono arrastrar de latas,
este puntiagudo y arenoso cosquilleo
de parlante viejo.
y mi alma es un parlante,
un parlante nuevo,
que dice la música de uno gastado y viejo
porque en la hondura de mi
espíritu,
reverbera la gárgara de un púa
frita en grumoso herrumbre.
Ay porque ese vacío del parlante
vacío como el viento
que sólo está lleno de lo que es viento,
ese vacío de asperezas lleno
ese parlante,
son como el árbol y el viento
que están vacíos de todo
y sólo lleno de ellos.
Ay mi alma es un parlante,
mi alma es un árbol,
un árbol quieto,
que no mueve el viento,
un parlante sin música
un parlante nuevo que parece viejo.
Mi alma está llena del vacío del amor,
mas no tiene música porque tú estás
lejos.

126

Mil caras van pasando por mis ojos,
vendrá la tuya
como todos los días
tras alguna.
Veo mil caras mientras espero que vengas
busco la tuya,
mas aún no llega.
Y se trepa una pregunta,
a mi alma que sospecha:
¿y si otros ojos, que no son los míos,
te esperaron o te esperan?
veo mil caras que como siempre
llegan
y creo que llegarás, como siempre,
veo mil caras ajenas,
que me consuelan.
Y otra vez, de entre mil caras
la desconfianza llega…
Y sigo entre mil que pasan
esperando tu llegada.

127

Tengo el agua,
mas no hay copa que la atrape;
hay semilla,
mas no tierra que la amamante;
tengo el río,
mas no hay lecho que lo encauce;
y es el agua,
el río y la semilla lo que hablarte
quiero; y es la copa,
la tierra, el lecho y cauce,
lo que falta;
la palabra sepulcrada entre mi carne,
el silencio,
que enmudece la voz y de ella es cárcel.

128

Miré por la ventana amanecer
se desnudaba de negro el cielo
tú dentro de vestías, y de roja
anochecía la mañana de tu cuerpo.

Tendiste las arrugadas sábanas
que te aterrizaron en la cama un beso
como tu cuerpo que fue cama
en que fue sábana mi cuerpo.

Encorchaste la vacía botella
que aspiró sedienta el tapón fofo
como tú antes fuiste fraseo
que yo asfixié hecho corcho.

Pusiste los vasos bajo el agua
que como yo en ti, se hundió en sus paredes;
y se enredaron el alcohol y el agua
como se injertaron antes nuestros seres.

Y apagaste las luces y te sentaste
mirando el alumbrar de la ventana
seguía amaneciendo, mas en ti,
no amanecía ninguna palabra

Seguí mirándote como antes,
tu ropa aún oscura me era un vidrio;
tuve tu cuerpo como un pájaro en mis ojos
tan cerca, qué desnudo lo veía, aun vestida

No se escuchaba nada, ningún ruido;
sólo el aire que tu respirar desgarraba.
mas por dentro tu último acento
en mi aún retumbaba

¿Qué fui yo? como la noche que aplastó la luz,
tú me dijiste en tus últimas palabras;
volví a mirarte, un cigarrillo,
tú fumabas aun callada

Aplastaste la brasa y se apagó,
como nuestro apretado ajuste cayó nuestro fuego,
pronunciaste una muda letra de humo,
que se desmenuzó como el pasado nuestro.

129

Quisiera saber qué sientes
de mí de esto que es conmigo
pues cuando pienso que sientes
creo que sientes lo mismo
Mas no, no somos iguales,
yo soy riego que la vida,
de una vida despierta
en ti adormecida
Tú eres tierra,
yo semilla;
yo soy lanza;
tú eres carne dolorida.
Yo soy diente que la fruta
rubrica con un mordisco
tú eres fruta en que la muerte
de mi mordisco te ha hundido.
Ha muerto una vida de nieve;
una de tierra ha nacido,
quedarás tú de mis pasos
mellada como el camino.
Tú llevarás la horma
que mi boca te había ungido;
de mi mordisco mis dientes,
y de ti, estarán vacíos.
Sólo el recuerdo sabrá
que ese mordisco fue mío.

130

Mi querida, si es que puedo decirte mía, mi adorada, si es que me das permiso para quererte; la meta de mi rumbo; si es que no te avergonzás de que intente alcanzarte; mi esposa, si es que me dejas soñar y deseas hacer vida la irrealidad del sueño; no sabes cómo se quiere si es que no querer como yo, no sabes lo que es desesperación si en este momento no vivís sola y enamorada; no sabes lo que es idiotez si no te sentís nada como yo no me siento, como yo siento que soy tan poco que me siento nada; no sabes lo que es amor, estupidez, desesperación, soledad, ansiedad, lágrima y ruego; si no sos yo.
Hace mucho que llegó la primavera
y aunque un poco retardada;
como si mis ojos fuesen plantas
florecen lágrimas.
Hace poco que llegó la primavera
y, aunque muy adelantada;
cuando aún era verano
florecía amor en mi alma
La primavera acaba de llegar
recién la primavera llega
recién vino el final del invierno,
yo tuve un año de eterna primavera.
Estoy llorando; qué triste primavera
son flores saladas no, como de primavera
mi soledad es fecunda semilla
en mi amor que es tierra.
Acaba de empezar Rita Pavone a cantar qué me importa del mundo; eso, esa música, esa letra que no comprendía, que antes no sentía; que no me apartaba antes, del mundo, esa misma letra que se espeja en la voz de Rita Pavone y que es el sonido de mi entrega. ¡Qué me importa del mundo! si debo arrastrarme entre las piernas de todos para buscarte; ¡qué me importa del mundo! si tengo que, como si fuera un libro, pasar página por página los millones de caras, para leer la tuya; ¡qué me importa del mundo! si he de cachetear los brazos para no pesar y volar hasta las nubes y tomarte; ¿qué me importa del mundo? nada; ¿qué me importa de mi mundo? la vida el amor; yo; todo, porque mi mundo sos vos.
Ya acabó Rita Pavone de cantar mas sigue nada importándome el mundo porque no te tiene; porque el mundo es voces, es colores; es formas que no son ecos de los tuyos; que no te imitan; que no se te parecen; que no son vos; ¡qué me importa del mundo!; si no estás en él; si sólo quedas en mis recuerdos; si sos la meta lejana del arroyo de mi amor; si sos un mar tan distante donde desagua mi vida; que la más lejana lejanía es toque; que la distancia más larga es cercanía de beso; porque estás tan fuera del mundo; que sólo el infinito alcance de mi amor te llega; ¡Qué me importa del mundo! si no es vos, ¡qué me importa del mundo! si estás lejos de mí, y yo quiero asirme de vos ¿Qué puede importarme del mundo? si quiero alejarme de él para remontarme a vos. ¿Qué puede importarme del mundo, si me importas vos?

131

qué sientes ahora que la lluvia acomoda la tierra que se ajusta sobre los huesos?
la lluvia que tirita, comprobándose sobre los techos como el
crepitar de la leña.

132

mucho mayor.

25 de Febrero (horizonte)
Es estúpido pensarlo, por supuesto, mas también es inevitable la fecundación de las ilusiones.
¿Quién puede evitar al hambriento pensar en comida? ¿Quién puede evitar mi borrachera de esperanzas?
no, tanto como idiota es el pensarlo, por lo imposible, o también, y en la misma magnitud dentro de lo irremediable, es imposible desvestirme de mi ilusionada fantasía.
bien Si la fantástica nada de mis aspiraciones se evapora al dolor de una postergación al desabrigarse en el frío de la realidad, ¿quién puede desembarcar de ese dulce mito el vago itinerario de mis ficciones?
Ni yo mismo podría hacerlo porque ese pensar no es parte de mí, es algo como una irreal atmósfera embarazada de imposibles horizontes, que me aborda la mente, es algo de lo que no puedo descondimentarme, pues no podría desnudar de sentimientos el alma.

133

Si yo supiese hilar en la palabra la inexplicable simplicidad de un rebalsamiento, si supiese expresar la comprensión de un engendramiento, quizá pudiera traducirlo y empaquetarlo en las fronteras de mi extraviado cariño y de mi error: quizá llegase a poder sellar de tinta la conclusión a la que habría llegado sondando mi imprudencia y sed de mi pasión Mas no podría materializarlo, no puedo maquillar mi alma de gramática y es por eso que sólo lo comprendo en la complejidad de mis ansias y de mis sentimientos; y no en la incomprensible superficialidad de las letras
La más punzante pupila no puede sumergirse más profundo que la superficie de lo que ve; y quien no sea el objeto mismo, no puede sentir su interior.
Por eso, escurran las razones y opinen los que hayan visto, mas sus conclusiones serán una redacción una descripción una réplica de la exteriorización de mi alma, mas nunca arribarán al sentimiento que la tripula.

134

Simplemente siento, siento algo ni agudo ni oscuro, ingrave, ni pesado, tampoco dulce o luminoso algo que es imperceptible al tacto y a la pupila algo inaudible e impalpable, algo que está abstractamente empotrado en el alma. Simplemente, amo. de allí tanta sentimental erupción, de allí la visualización invisible de mi alma.
No fue mi equivocación, el agua del sediento, no fue la oscuridad de una ceguera que engendró el pecado fue

135

sin
tiendo todo
hacia nunca

136

ah! tu pecho
loba mira
y no soy edificio

mañana es
siempre todavía
pero poco me falta
para recoger

137

sonarán tus
ojos
vasos de cielo a silencio
como caracoles
y el mar
infinito para
siempre
pero el huso de música
telar innumerable
no habrá dicho
toda tu alma

138

Qué más da si soy un inmigrante
un desterrado de la nada
un ausente sin pasado un nunca
un testigo errante pero tal vez loco y entonces nada
testimonio.
Qué más da si emigro de los ciegos de hombres cerrados
de embriones de música fantasma
Qué más da si mi alma o no
Qué más da si mi alma, hago sombra en alguna parte
Qué más da si mi voz hace sombra si queda si
existe o es sólo un silencio que se anima poco a
poco como alguna piedra que alguna vez haya empezado
a saberse.
Qué más da si llego o si parto
si soy o me imagina

139

seminal

140

Pero estaba desmentida la palabra umbilical.
con un mismo viento se nos gesticulaban los árboles
y eso era todo.
qué importaba entonces saciar mi vez en dos

me sentí transparente como una hache
¿qué es una línea a partir de nada?

141

Cada día te digo adiós cada día me despido de algo tuyo
Cada cosa nueva es un nunca para nosotros
A veces no sé si contribuir a las ocasiones es imprudencia o no hacerlo es cobardía.
abrir un ciego cuando todo lo visible es espantoso.
en un rostro bajo la mano fundamental como
una red o un buzo
A veces se naufraga, se pierden los hitos
los árboles que numeran el camino, alguna
cosa cualquiera que sea otra y nos pueda
un rumbo. a veces se ciego todo como
la nada

142

Hay contradicciones que no entiendo. Empezar a obrar de acuerdo con ciertas pautas porque una de ellas nos previene un tiempo de acción determinado. y luego toparse con que hubo pautas falsas o equivocadas que nos ocasionan diferentemente. esto siempre incluye un equívoco en la primera apreciación del tiempo. y cambiar la tónica del obrar.
Por ejemplo. acatar una circunstancia tan real trivial absoluta como relativa y transitoria como definitiva, como lo fue el casamiento de anita. un mazacote de gente irreproducible. Tu marido, tan tu marido. tan mi arrepentimiento, mi error, mi estupidez mi bondad mi maldad como tal vez la verdad devenida por esa fuerza genital de lo ordenado (obligatorio inexorablemente al fin). Entonces una situación pálida insustancialmente descolorida chocante forzada, preguntas fatuas y respuestas evasivas y estúpidas. Situación estúpida. Pero corresponde me pregunto formalizar una flamante imagen acompasada con la farsa, que nos desmienta, nos mienta en verdad. es necesario, por respeto a cosas que sólo nos llevan de verdaderas la vigencia de tener un tiempo anterior, que nos preanula., aunque lo genuino lo basal lo seminal sea hallarnos (porque buscarnos no nos es verdad, si no habernos forzado) hallarnos en un rostro de dos o tres veces en un tiempo sin historia sin testigos sin hábitos sin cotidianeidad sub o suprahumano. y después naufragar en lo trazado lo inevitablemente nosotros como es ser siempre lo suficientemente cobardes o valientes como para resistir.

143

De habernos descalzado ya tantos rumbos
de haber inexistido ya tantas historias
te busco como teniendo derecho de anular sistemas
como perdiendo la razón de las cosas habituales.
como retomando un tiempo que regalé o presté
o ganándolo con una vigencia que antes no pude.

144

Y aceptamos. la consigna de redimir cadenas con cadenas.
acosa. Todo nos algo. la marea obligatoria
irrumpe. Tropel.
Ahora que nosotros.

145

altura baja, profunda

Como saciar la expectativa

146

caminaba con un tango en cada hombro.

147

A veces, porque todo a veces
en tu soledad de túnel
irrumpe un sol que equivocó su altura en una
lámpara.

148

vas nombrando enumerando tus ojos como los cementerios
porque todo es testimonio
como un camino que es pies sobre la tierra cerrada
y creces tu espalda rostro a rostro.

entonces qué más da morir
si es cerrarse una vez siempre
quedar sonando por dentro el último instante
como persiste el mar en los caracoles ciegos.

Pero todo lo eliges. nada es aceptado
y si no puedes sacudirte la nuca obligatoria
la redención será un vientre por un hijo
que la espalda se nos viene por la frente.

La consigna es cambiarnos la consigna
ya es hora de cambiarnos la consigna
Todo brota sobre las raíces.
Toda flor es una raíz que canta.

149

no somos como parecemos porque parecemos a los sentidos, que
son el parecer de los que nos ven, que tampoco son como parecen

150

Para tu costado despoblado de silencios
para tu soledad de ti misma
para tu verdad hecha de testigos
mi silencio es un largo lenguaje de sombra
para que ordenes la sombra que hacen las palabras
con la sombra de cada cosa
para que detengas el tiempo por afuera
sin detenerte el tiempo por adentro.
Todo irrumpe suavemente
el silencio es el himno de sonar a uno mismo
entonces te asomas a ti misma
un paisaje infinito como enfrentar dos espejos
la eternidad que eres
el tiempo que llevas
el ojo íntimo a la orilla del tiempo
puede verlo todo.
como detenerse en la imagen instantánea
y descubrir en horas de contemplación
presencias alrededor de la vez
que no se advierten.
Todo necesita dos instantes para ser.
si somos en la pobreza de sólo testimonios
y en uno advertimos en otro reconocemos.
Por eso tiempo adentro de los ojos
sitio afuera de las cosas
existimos infinitamente
la eternidad y el sitio absoluto que no nos liberamos
siempre contenidos en lo manifiesto

151

A pesar de vientres y de estrellas, no estamos prefijados.

152

Algún día conoceré tus pies.
ya no me extraviaré en tus abismos. conoceré tus
vertientes tus túneles tu soledad, tus pájaros muertos
las viejas ciudades los cementerios sin historias con
algún nombre tal vez de extraña lengua.
Algún día seré yo el pastor de tus ríos
de tu silencio.
remaré todos
tus vientos
me habré lavado
tantos rostros de las manos
tanto habrán masticado mis dedos el musgo de tu
pelo.
tantas veces te habré viajado y guardado el barco errante
en tus guaridas
y el ancla y la savia y el este en tu luna invadida
y despertada en la marea.
Sí algún día conoceré tus pies sabré dormir mis cosas a la
sombra de todas las cosas.
y el silencio convocado en mi actitud de absoluto.
Sí es cierto, me faltará tu historia
pero ningún cerrojo tuyo me guardará un
nunca, habré vivido todos tus testimonios
y habré vuelto a tus pies como a la raíz
para arrancarme el viento de la boca
que me madura en la garganta frutal.

153

Y qué estamos dispuestos a decir
sino nuestros propios parapetos.
hacer un caracol de grito
y escondernos
topos en nuestra propia garganta indescifrable.
Y las cosas siguen en pie. fantasmas impalpables.
como asir las ideas con palabras.
Y las cosas siguen en pie —mientras haya
alguien que las piense—
(el pensamiento es una manera de existir que
no se repite)
Pero decimos diariamente como haciendo camino
hacia nosotros que nunca termina.

154

Y ahora que puedo decirte torre honda
y el pájaro magnífico que emprende tus nunca
ahora que puedo serte
me suben barcos aprendidos hace mucho
como una esquina que acechar en la garganta.
Pero me sacudo la sombra
todas las lámparas que me testifiquen sobre el suelo
todo lo niego.
como ahuyentando la nada que nos asume sin
testigos
hallada una manera de ser más
a nosotros de los sitios

155

Yo soy siempre ahora, aquí, el tú que acepta mi costado
el designio de los que me existen.
cualquiera es yo, una manera de ser alguien de cualquiera
pero acatada la vez ya soy irrevocable.

156

Y el fatalismo de los derrocados que anticipa
escombros la sistemática desistematización de todo.
el espiritualismo maquinal de los que ya el veneno
inexorable

157

encalla.

158

Pero venimos chorreando muertos por
los ojos
hombres rotos, máquinas abolidas, ojos nunca
como caracoles sin testigos, sin silencio a mar.

159

Para irme todos los barriletes de tu piel viviva de silencio
para callarme todos los regresos que vengo por tus manos
tus manos de raíz
como la lluvia a las raíces
Para caerme por tus ojos como el verano se agrega a la
tierra en la fruta derrotada
Para habitar tus acechos
enderezando los pasillos de tu sombra
con la mañana a los dos lados o una lámpara
clavada en el silencio
Para arrancarte el buzo de los ojos
y echar al viento todos los pájaros que hasta ahora
Soledad.

160

Aquí traemos (ahora es siempre) a madurar los días
a sernos la historia mutuamente
resignados al fin a ser testigos
el silencio es un sitio para cualquier
palabra
palabra — allí esperamos siempre
No hablemos de palabras
ni de espejos por supuesto. no hablemos de testimonios
de ininteligibles símbolos desiertos
Olvidemos también que aunque hablemos de otras
cosas las palabras hacemos sombras.

161

Con el canto de mis manos te iba haciendo estelas
en el silencio de tu piel como la tarde

162

Somos palabras y así nos acepto
pero ahora mezclémonos las manos
subterráneas del silencio

163

Vuelvo al hombre y golpeo
de inexplicables dogmas he venido el puño
y no pregunto a la espera
por el ruido de los cerrojos hambrientos
he vuelto al hombre y golpeo
…y espero.

164
EN EL MURO

Está bien, me pondré los zapatos de irme, y los ojos de nunca y las manos de ramajes despoblados y el silencio azul de los caminantes y la anticipada resignación de los que no vivieron su propia rebelión. Me pongo los zapatos de irme, de muchas partidas (y sólo dudo de mí como ante un espejo donde descubro rostros ajenos y no allí ecos ni sombra siquiera)
y siento que yo soy el que pasa el que les pasó a los otros el que siempre se va el que no existe
Porque eso ser solo sin distancia ser ausencia sin partida. Porque parto una vez más y es no haber sido nunca, como caminar sobre el barro sin dejar huellas.
Me pongo los zapatos de irme, de haber quedado tantas veces como perderme el rastro o dejar un hombre existiéndome yo mismo es cada parte y seguir adelante hacia mí mismo tantas veces, tantos testigos tantos puertos y el único ojo único, que no puedo quedarme ni dejar en ninguna parte siéndome la larga soledad de los andenes y los zapatos que nunca me descalzo.

165

Muéreme.
como un espejo cerrado me niega un
testimonio
como volver para saber quién soy
y encontrar ciegos a todos los que me vieron partir
Muéreme
como un espejo cerrado se abre tal vez hacia
otro lado
Muéreme como tal vez espero como un rostro
vacío en un espejo
que me vuelvas sobre mí mismo
para recogerme los ojos que quedaron del lado
de la imagen y no del de el cuerpo.
Muéreme pero regrésame
que me espero en ti para seguirme
por tu testimonio
como hallado un abierto entre los ciegos

166

Te he despreciado tal vez como si sólo pudiera ser apariencia y no obstante golpeé todo lo que pude para saltarte la pintura, para hacer un lugar en tu coraza y poder mirar el frío y el miedo que abuzan por adentro. Entonces me encontré. Como si tu segunda defensa fuera pintarte de espejo debajo de la primera apariencia. Me encontré y me sentí solo rodeado del miedo de haber entrado imprudentemente, en el que comprendía era mi último minuto mi último sitio como alguien que comprende en un salón de espejos que lo acaban de matar (cuánto tiempo —tal vez la eternidad—) para presenciar la propia muerte)

167

Una vez más todas las veces
una vez más todas las veces, y esta vez
una cualquiera pero ésta
(porque la verdad es ahora)
me vuelvo desde mi propio miedo
para medirme la larga espalda que te dejo.
Ahora comprendo
que no siempre partir es la soledad de un puerto
que tal vez el regreso es la soledad
de no volver a tiempo
y que el tiempo a veces es jamás.
Ahora comprendo que la espalda
la dejamos los dos en una historia
en un sitio sin mañana…

168

Estoy en un lugar a donde no he llegado.

169

Entonces

Voy a buscarte todos los días
con el alma descalza como un balde
como tú misma pozo y vasija
para temblarnos

170

No me seas falso.
Yo sé que entre nosotros no ocurren cosas que existan
culpas

171

Hoy he vuelto a olvidar algo. Una carta de Florencia está en un libro de Vinicius de Moraes. Me hace acordar a un huevo frío que en algún lado… También me olvidé de eso.
Cuando se ha olvidado tanto que ya no queda tiempo, se grita.
Esto es un grito: ¡¡¡No te vayas!!!
Siempre parte algo que no se alcanza. Se grita para pedir: ¡¡¡espérenme!!! Tal vez el por favor no suena muy claro (tal vez porque se corre)
No tenés barco Jaron. pero puede partir el tiempo. La espera entonces ya no me sería vigilia. Entonces faltaría yo también «en la medida de un llamado». Pero el llamado parte también y el muelle es un sitio de soledad; entonces sí, ya no se tiene otro «grito que el del último silencio».
Jaron amigo. Jaron mano. Jaron silencio. Jaron bueno. Jaron Jaron.
Todo está de una manera
Y el silencio que música vacía
y la sombra que dolor occipital de rastro
y la nuca que soledad de los que quedan
Y los otros que se mueren
penetrados del odio que no les pertenece
y todo que algo, Y vos que Jaron
vos que todo lo que vos
como la única manera de que seas
como la sola forma de que faltar sea ser irremplazable
Jaron que se nos van los días y ¡qué lástima! y ¡qué importa!
si estamos siempre juntos
Querido Jaron,
cualquier día en cualquier parte (todos los días, donde sea)

172

algo

173

agarrada la boca en el silencio
como un perro

174

estoy enamorado de tu cuerpo y
eso es suficiente para
hacer gestos de colores con palabras

175

terminar aquí
intermitentemente

176

Estoy parado en el
andén del tiempo
me faltaron días
para mi historia
me faltaron los
hechos para
la vida
y veo hundirse
en el innumerable
nunca
la nuca de la vida
y me vuelvo caminando
pisando el vacío que voy

177

Abrirte
sobre tu silencio boquiabierto
como los caracoles
sonora de sombras y savia cerrada

en el ventrículo caliente
clavaré mi invasión
como un grito infinito
para poblarte el acecho de tus
ciegos
después. todo después
todo tendrá una palabra
porque somos pobres de silencio

178

Tensaré tu sangre como un arco

179

ciertos callados adjetivos con
que el ánimo acata la presencia de lo emocionante

180

colores indefinibles que exceden las
calificaciones del perfectísimo vocal
preciosismo técnico

181

El tiempo hace ruido en todas las cosas que tardan. Ese sonido a nunca.

182

No es la medida de Susana. De las Susanas. Es la mía.

183

No sé qué pasa. Y es evidente que lo que pasa pasa. Que cuando yo sepa.

184

Si mi fervor te desiste

185

Ha sonado tu silencio
el ala de la tierra se aferró a un viento entero
tú no has sucedido aún
pero eres ya en otras voces como la muerte me viene buscando por mañana
La tierra ha partido
viajar es partir por tantas veces…
y tu silencio está sonando
en las palabras extraviadas
o en mi vigilia ciega

186

Búscame el exilio sin haber estado
bébeme el olvido
para envenenar la golondrina o cerrar el camino tras tu espalda

jamás es ya no ser y no haber sido
Alza la mano, pájaro de los días
la historia te chorrea por la espalda
y la frente te sangra hacia mañana un vacío que no reconoces
El tú se sucede por la gente
yo que no he sucedido
Nosotros que no hemos sucedido
perdemos el acceso a alguna historia
abriendo a destiempo alguna esquina.

Pero la soledad
ésta es sin principio
esta que nos nombra
a veces tiene rumbo

187

Mis manos te significaron toda la noche
como la sombra, como el eco
como las aves
vaciadas de un hornero
Te fui gesticulando la tristeza ritual
para nombrarte un poco con el verso.

188

Transitándome la historia he llegado hasta mí
yo que me anduve todo el rastro
Después de haberme sido tanto.

189

Las cosas brillan como chillidos de frío
trompetazos de luz tienen sabor de agua
total
Miro mis manos y quedo detenido
ratos frente a los ecos simétricos de
los espejos.

190

si los ojos se me queman de tierra
pájaro
y si el viento degüella silencios
sin abrir gargantas en las manos
pájaro ciego
y si brota el viento de las alas
pájaro entero
a medio cielo infinito
y punto

191

Ha sonado tu silencio
el ala de la tierra se aferró de un viento entero
tú no has sucedido aún
pero eres ya en otras veces como la muerte me viene buscando por mañana
La tierra ha partido
viajar es partir por tantas veces…
y tu silencio está sonando
en las palabras extraviadas
o en mi vigilia ciega

192

Búscame el exilio sin haber estado
bébeme el olvido
para envenenar la golondrina o cerrar el camino tras tu espalda

jamás es ya no ser y no haber sido
Alza la mano, pájaro de los días
la historia te chorrea por la espalda
y la frente te sangra hacia mañana un vacío que no reconoces
El tú se sucede por la gente
yo que no he sucedido
Nosotros que no hemos sucedido

perdemos el acceso a alguna historia
abriendo a destiempo alguna esquina.

193

Pero la soledad
esta es sin principio
esta que nos nombra
a veces tiene rumbo

194

Mis manos te significaron toda la noche
como la sombra, como el eco
como las aves
vaciadas de un hornero
Te fui gesticulando la tristeza ritual
para nombrarte un poco con el verso.

195

Transitándome la historia he llegado hasta mí
yo que me anduve todo el rastro
Después de haberme sido tanto.

196

Las cosas brillan como chillidos de frío
trompetazos de luz tienen sabor de agua
total.
Miro mis manos y quedo detenido
ratos frente a los ecos simétricos de
los espejos.

197

El Infinito sin obstante no tiene
relación.

198

Nadie venía a tocar el timbre
claro, no hay timbre pero igual
alguien es la duda de un testigo
con el testimonio vacío
el cementerio se arrastra

199

la lejanía y el aquí sitiando el
espacio sin el lugar definitivo
de todo, existido en el instante puntual

200

Música incolora

201

El cielo se había ido cerrando.
Ya no se parecía a la ventana llovida
donde mamaban como dulces garrapatas
las gotas.

202

Se cerrará la veta de luz
que responderá al ciego
por la piel sin frío ilimitada.

203

la eternidad es inmutable
como un río es eterno cuando está
seco.
—en el intiempo—
detenido el ritmo
sucesividad simultaneizada
como un ahora que no pasa
y no detiene.

204

Luces de sonido hacían espacio

205

El silencio de la tierra es una
actitud de silencio la sangre
converge en el vientre sideral
que fue cabido.
vendrá la idea
cuando el hombre haya sido
cegado por el que se parece al hombre
se cerrará la herida de la
tierra
como una mano
frágil y nueva en el hijo
que se vuelve en soledad
altura baja alta cueva bajo nido
A media flor media madera
media raíz adentro del afuera
tu hacia se tiende sucedido

206

Si mi fervor te desiste

207

Por la dulzura corta que nos atrasa
nos vamos en el pasillo infinito del olvido
qué importa olvidarnos si hemos sido
si nos volcamos como todo lo que pasa
y en el medio del fragor que nos arrasa
nos quedamos mucho más de lo perdido
que por todo lo que nos hemos vivido
el olvido que nos pasa nos hará una casa.

Más allá de nosotros el camino es todavía
el mundo se nos pega como nos subimos
y la historia nuestra se volcará por los días

Para ser como nos fuimos, en los otros
como vamos siendo en las cosas que asumimos
cambiando por la gente los rostros del nosotros.

208


que sobre la piedra reseca
de mi alma
has podido un altar
de tierra húmeda como un vientre
Tendrás
todas las flores de mi huerto,
abeja mía
como se afana la tierra
sobre el sitio de un muerto.

209

Me levanté con la dulzura puesta
en todas partes
crecido el beso como una fruta
que te nombra sin
nombrarte
y digo amor porque sí porque lo intento
ahora que lo pongo tu costado
a lo que siento

Ahora bien, amiga tú creces por mi
espiga
por eso digo amor, por eso digo amiga

Tú sabes
y yo sé que somos largos por delante
por eso nos andamos para sernos gigantes
con toda la espalda derramada en antes
alargándonos la sangre
como barcos errantes.
Pero si todo el olvido que se nos abre diariamente
como un camino más donde acortar la frente
puede más que nosotros y nos mata por la
gente
todo lo que puedas y todo lo que intente

no bastará para salvarnos del naufragio

nosotros somos el presagio
de morirnos o vivirnos por los dientes

210

Si puedo ser humilde ante ti
y arrodillo toda la altivez de mi sangre
empecinada
hasta lamer el suelo donde pasas
hasta vivir de lo que me des para vivir
Si puedo subir por tu asombro
de que seas brutalmente doblegada
y si te sublevas a mis dientes a mis hachas
y a mis lanzas
y yo igual inexorable te derroto
y si te ahueco un nido de cóndor en el
hombro
y después de sangrarnos y dolernos
toda la furia y el tesón del hierro
y el empeño que devasta tu
salvaje territorio
se vuelven en la miel del guerrero
sometido
la dulzura de ser esclavo del esclavo
y si la batalla en que los dos luchamos
es la derrota donde los dos vencimos
si puedo ser humilde y rey
si puedo ser mejor que todo lo que ha sido
como una ciudad que puebla tus vestigios
sin dejar recuerdo para lo que fue
Si puedo ganar el derecho del perdón
y no te perdono
porque eres mejor siempre como seas
si no te pregunto por qué y el alma no me
tiembla
y sin que me preguntes te dejo lo que soy
Si tu historia no me duele aunque me
duela
y comprendo al fin
que todo tu trayecto hasta mí
te existe mucho menos de lo que yo pueda
Si puedo asistir a tus días
como tus propias manos
si amor, y tú me entiendes
ser yo mismo el mundo por donde
te extiendes
como en ti se asoma el mañana
donde andamos
Y si olvidamos los rostros las veces y las caras
pero con el rigor del olvido que nos regala
un principio
y entonces cada hombre por donde
hemos sido
pierde su vigencia ante nuestra verdad
hallada
si deponemos los recodos donde nos
mentimos
donde todo se acorta
como el sol en un túnel que se dobla
Y si al fin nos asumimos
redimidos de tanta espera clausurada
Entonces será cierto amor lo que nos
pasa
y aunque nos falten las palabras que
no nos decimos
nos andaremos de la mano hacia
mañana
con la verdad en nosotros, de verdad, amigos

211

Hoy hago cosas dulces
perdonarte no me asombra
y ni siquiera no culparte
porque hoy hago cosas dulces
por ejemplo
te recuerdo como si te quisiera
como si ahora mismo te quisiera
y escribo cosas que no te voy a decir
nunca.
y digo sin embargo
y sin embargo digo cosas tuyas
como sintiéndote cosas dulces
yo que siempre estoy haciendo fuerza
o matando hormigas
o doliendo gente
Y de verdad no me extraña
que me seas cosas dulces
y que yo sea tan estúpido
o por fin tan bueno
con las manos brotadas de campanas.
y flores volcando por el cuello
Tal vez hasta pruebe sin reírme
pensar, qué raro, que te quiero
y hasta olvide avergonzarme
o sentirme menos hombre
en la idea de que leas esto.
Nada me parece extraño esta mañana
como si todo fuera nuevo
o en realidad muy viejo
y no me hago preguntas tontas
y acepto sin asombro
no mirar las mujeres lindas
porque eso ya no sería dulce
y todo es dulce hoy como una fruta
como si hoy pudiera tener un hijo
con tu risa
o ir al cementerio y poner flores en las
cruces
o hacer cosas simplemente dulces
como si me miraras por adentro
o escribiera una carta para tu lejanía
Por eso quiero darte las gracias
antes de ser bruto de nuevo.

212

El mundo y yo nos somos mutuos
también tú te eres mutuamente
con el mundo
y todo, todo es respectivamente
como yo desde cualquiera soy
también los otros.

213

La tristeza se me hace lugar
como un pájaro entre las hojas del
invierno

214

Tu ojo será decapitado de cuajo
y yacerá sin principio o sin fin
sobre la tierra
como un punto que el infinito encierra
o el camino desquiciado de la tierra por un
gajo.
Y ya no andará la savia desmedida
medrando el camino nuevo del
gusano
como toda la materia que se ordena
en vano
si no rema íntimo el galeote de la vida.

Y absurda para siempre la liturgia de
tus venas
perdido el rastro de la primavera
como una golondrina que no va ni espera
se habrá detenido como una ciudad
ajena.

Serás invadida de silencio entero
el infinito es siempre por delante
y cerrado como un barco sin habitante
hacia el nunca ya de lo primero

215

De noche mis alimañas madrugadas
se hacen tibios espacios de perros azules
y el mar es un gato dulce de verdad, gigante
porque las piedras tampoco le duelen
a la frente y al pecho de las olas
Y todo se vuelve dulce
como tu oreja de caracola
y tu pelo de espuma de musgo y de guitarra
como tu boca de gaviota que me viaja el
delirio algunas veces
cuando un poco se parece
a un galeote, al pan,
o a un pájaro cualquiera hecho de luna
Ya lo ves
busco para ti como un rosario de trigo
las palabras más frescas
como la leche nueva
como la fruta de tus ojos
como la miel que te sangra de la boca por
el beso
para hacerte el canto de rocío
en que mis gatos nocturnos
se vuelven inocentes.

216

Todo lo quiero para ti
la mirada larga y redonda
que ciñe el mundo
la paz de la posguerra
y el húmedo recelo de los túneles
la mirada, para haber sido
testigos de la tierra
la paz, porque quiero haber vencido
pero también para callar después de
un grito
porque habrás sido difícil en la
guerra
y quiero el recelo de los túneles
para ir atrasándote
la sombra
poco a poco como un mar de sol que
sube
entonces, siempre serás más de lo que
tuve.
Por eso para ti todo lo quiero buena
también la distancia que nos pase
para medirnos dos a dos el hambre
y volvernos más como en la primavera
la savia retoma la ruta de la fruta
y parece que fueran más las flores
y las aves
como si no hubieran sido tantas nunca.
Por eso no importa cuando te ocultas
Cuando te hundes como un buzo
ausente
cuando estás ciega de mañana por la
duda,
o me destituye de tu sueño
la otra gente.
Volverás sobre los dos
es ésa la consigna
de romper los astros y de poder a Dios
de doblegar el mundo que nos obliga
y retomar la profecía que nos signa.
Y nunca nos perdonaremos
porque nunca habremos sido
dolorosos
en el día que nos llega consagraremos
todo
¿Qué más puede quedar que lo que
damos?
Por eso creo en ti como en mí mismo
y todo lo quiero para darnos
que nunca habemos sido tanto
como queda amor, para vivirnos.

217

Todos los hombres son hermosos
como una historia nueva o un camino
diferente
y todos son más bellos que yo
como una lanza como un pájaro
o una nave
y yo que soy absurdo como un hongo
que no tengo la soberbia de la lanza
ni la gallardía del pájaro y la nave
tengo tu hijo más hermoso
y tu historia mejor sobre la gente
Porque a ti que tienes de las garzas
lo que el hombre tiene de las naves
y que también tienes de las aves
lo que el hombre tiene de las lanzas
te falta para el hijo bueno
lo que para el hijo hermoso basta.

218

Un día como un corsario
te asaltaré las naves que te habitan
mar adentro de los ojos
para viajarte la sangre
como un pez de fuego
y desbordarte por el pelo
como la savia de la tierra
toca el viento por los pinos
Todo lo haré entonces sobre ti
Morando la dulzura de tus manos
Abordada tu frente como un techo
despeñado en tu guarida el
ermitaño.
Y yo que siempre vengo de alguna parte
te llevaré como el recuerdo.
a llenar eternas lejanías
como traigo recuerdos a tus costas
vivido de naufragios y albedrío.
Entonces despertarás
sobreviviente alucinado después de
la contienda
y yo te habré dejado la soledad
tras mi rapiña
y tú la encontrarás como una ciudad
mordida por la guerra.
Ya ves que todo es largo en el insomnio
y el labrador se va haciendo por
la tierra.
Yo no debo guardarte
Pero si al encontrarte descubro que te estuve
buscando
tal vez porque nada
me sorprende,
entonces, romperé mi distancia
incontenible
como dejando mis alas en ti misma,
y ya tú serás mi lejanía
mi eterno peregrino impredecible
cuando el corsario ya no te someta
y llevándote flores tuyas, nuevas
¡te toque la puerta para decirte
Tú eras!

219

Ven,
rompamos las profecías que nos acuden
reneguemos los astros que nos prefijan
inventemos a Dios a manos juntas
que todo iba a ser, después que ha sido.
Pero óyeme bien
mañana es un camino que te sale
de las manos
tú vas haciendo la verdad sobre los
años,
por eso ser,
y mucho más ser aquí conmigo
debe ser un cotidiano rito
de poner el alma por las manos,
y las manos en el barro del camino
ése es tu único destino sobrehumano
ser sobre todo tú en cualquier parte
para recoger tu albedrío soberano
donde los días pasen a buscarte.
Tu historia puede ser cualquiera
Levanta entonces tu fervor humano
mi costado te designa. Si quieres señalarte
que sea mejor donde tú quieras.
Ahora bien, soy el amigo
y te busco para serte y que me seas
Yo que no te necesito
quiero estarnos como las cosas buenas
Entiéndeme bien, esto que digo
quiere decir, buscarte sin el hambre
como dar de comer a algún hambriento
teniendo más hambre que el mendigo.
Ya lo ves,
voy a buscarte
para darte todo lo que existo
sin necesitarte
como un Cristo.
Pero yo no voy a que me duelas
yo nada te perdono ni pregunto
Aprenderé a necesitarte, a serte
el mundo
por eso, que seas como seas.
Ésta es la belleza de habernos aprendido
y buscarnos ahora que existimos.
Rompamos entonces el destino
que mi grito se extiende hasta que vengas.

220

Cuando te queden nada más que
mis palabras
ya vacías como iglesias sin oficio
como una luna seca
como un pájaro marchito
no podrás llegarme al alma como
ahora
que me subes por el canto azul tendido
Algún día tú serás mi olvido
como el agua temblada por los barcos
y por la sal que me acecha desde el rastro
no volveré los ojos, ya partido.
Entonces te quedarás con mis
palabras
Y tu olvido será mucho más largo
secándote las venas en un otoño sin
camino
como lo que se recuerda
aunque se dé por olvidado.

221

Ya emigran mis manos
tanto anduvieron a través de tus
países
tanto remaron como los molinos
en tus vendavales
Ya cumplo el trasbordo ritual
de los humanos
ya cambio el tú del nosotros y el
costado
para encontrar lo que siempre digo
por fin.
Hoy he hallado la verdad
tanto se jura se promete se dice
se dice y se esculpe con fechas y con
nombres
Sólo la última promesa no ha sido
no cumplida
la que no se tuvo tiempo de cambiar.
Ahora parto
rumbo a mí mismo
a buscarme por mañana,
combatiendo
en otros rostros que me sean familiares
alzándome azul en otros templos
viajando otras historias que seré
todo lo seré como no soy en las que dejo.
Y allá voy,
con mi equipaje de absurdos cementerios
con sabor a fruta
de los veranos que rompieron en mis dientes
alargando el olvido por la gente
acortando el camino hacia el nunca.

222

Éste es el último vestigio
el último sabor que te queda de mis
manos
el último pájaro en mi cuello.
La guerra sonó para el soldado
repartida en las campanas de los templos.
Ya me voy, amiga
amiga nunca más
Te regalo la partida
como el vacío que queda tras los barcos
que se van.
El silencio es un caracol íntimo y
sonoro
Echar a volar el tuyo como una campana
para que nombre, mis palabras
que ya no tendrás
Éstas te quedan
estas que no tienen tiempo.
el silencio es el espacio
de lo que no tenemos
Ya me voy por el camino del destierro
un camino sin regreso
donde no quedamos.
Mis manos emigran
yo sigo asido del verano
sonarás en voz baja a golondrina
por el vacío que te ahueca un campanario
Tu estirpe de lejana te consume
te sonarán a hombres las esquinas
(a los hombres que se han ido por la guerra)
como una ciudad vacía donde asumen
la soledad que queda, los brazos de la tierra.

223

El musgo y las arañas poblarán tu
soledad
la soledad es doble,
tú también te vas
y te vas por la gente que te ocupe
como yo sin saber dónde
y tantas otras cosas que no quiero que
preguntes
Ya me voy amiga, ya me voy
siempre queda mañana todavía
que no he sido todo lo que soy
por eso voy a buscarme la vida
que siempre será hoy.
a destapar el tal vez hacia delante
sin decirte sin callar adiós
que mejor será un silencio hecho de dos
para no decir nada que me impida guardarte.

224

Tus alas rodean el día
como un ave nocturna
tu libertad no echa anclas
sobre los rostros y los sitios
mi sueño se hizo en ti
y aunque no has sido
como te pensaba
un poco es cierta la verdad
que mi imagen te tenía
aunque fuera equivocada.

225

la lluvia deshilacha trigo de cristal

226

Acorralado contra el último día
me sacudo el abismo inexorable
como un jaque mate inevitable

227

Aunque la verdad es siempre de
antemano
nunca se cierra como un anillo
que nunca se completa.

228

la humildad requiere
humildad de la humildad

229

No escribiré lo bueno que
hice hoy para no olvidarlo.
Dios lo recordará por mí

230

Amigo mío, de qué sirven las palabras
si no son una manera de las cosas.
Y tú quieres las palabras con rumbo
como caminos hacia los días
o como la gente que nos hace la historia
Pero hay algunas, palabras,
que viajan o vuelven desde el nunca
como naves vacías
pero mejor como naves huecas
para que encuentres tu silencio
(que tú sabes qué palabra es)
en la soledad del barco ciego.
Esas palabras que tú o yo o cualquiera
llena a veces
como la tierra
tiene tu voz o tu voz la es
y entonces un rumbo sin sentido
un puerto sin nombre
un corazón sin nido
que te vuelve ingenuo con un niño
cuando eres la extensión del hombre
entonces das de comer a las palabras
y te comes la gente por los nombres
cuando tengas la palabra que te habrá
y el niño con que ser por fin el hombre.
La poesía es un barco roto,
está roto por el viento
porque los barcos son el viento sobre todo
y la poesía tiene el rumbo ciego.
Pero a veces amigo, amigo mío
en tus cosas crecen las palabras
y qué fácil es cantar con lo que callas
como si fueras de verdad yo mismo.
Quiero decirte la palabra que crece de la
cosa
(cuántas veces la cosa sucede a la palabra)
quiero decirte la primera vez del alma
una palabra que tiene rumbo sola.
Gracias.

231

Has precedido mi tristeza
por largas dulzuras
y ahora me quedo boquiabierto
mientras traspongo el sueño
como un laberinto muerto.
Qué me salva de morirte
si vivo sobre todo
si no vives en verdad más allá de
mi delirio.

232

Me despeño en el remanso
que se cierra sobre el hijo
caracol de luna en el vientre de la noche
me como un pan de luna en tu cerrojo
de infinitos.
Quién no siente resonar un laberinto
vigiado en el relámpago de sangre
ojo u oreja
para qué gritar
donde muerdo a Dios
con la dulzura de la miel anticipada
en una flor

233

Lentamente bajo a mi mente
Los ojos caen al alma con ritualidad de tortuga
me quedan ventanas
Pero ya puedo mirar desde lo adentro

234

Esta noche he vuelto de tus ojos con hilachas de
tu alma
se ha quedado en mis anzuelos como el
musgo de la roca

235

Esta mañana las almas tras el sueño
han vuelto desordenadamente a las cosas
El viento musica
las hojas confundidas parpadean
labios de pájaros.

236

Lentamente gotea el eco de mi corazón
(caminante triste de los suburbios de
mi sangre)
(la vergüenza, como un orgasmo
solitario crudo y pálido melodiza)
(piedras enmielecidas) derretidas.

237

Me ha quedado la sal de tu voz
como un sabor a música

238

Tengo el alma llena de humo
y no encuentro el aire en el aire
para mi tristeza
todo es sorbo de algodón
las cosas tienen la afonía de las ventanas empañadas

239

campanas derretidas

240

el viento desafina.

241

la calavera de mi alma.

242

Quisiera vivir en ti.
tu corazón de casa es un sagrario para mis
ecos
Si vientre de horno
tiene la tierra para mi semilla de harina

243

sin miedo de morir sin haber sido

244

Te pareces a una guitarra sola,
(como una catedral de silencio)
con un templo de muelle abandonado
mordiendo tu vacío.
Estás llena de imágenes sin nombre
porque nadie se inclina sobre tu ara
para hacer el fuego de su misa.
Un día arrancarán la
savia, quemarán tus manos secas
y harán rosarios de rezos sin
palabras con las cenizas de tus
manos.
Y en tus ramas vivirán los pájaros
llegados,
esperados tanto tiempo.
Tienes el alma tras los ojos,
como un inválido sentado a
una ventana,
(veleta del silencio)
esperas sin nombres en las cosas,
porque estás sola sin estar abandonada.
Tus manos de piano y de durazno
se parecen a los cálices
el aro de tu sangre pasa como
el viento por la veleta de tu corazón,
y tú sigues apagada o no encendida,
como una iglesia nunca inaugurada
con tu corazón lleno de campanas,
que nunca fue campanario.

245

Como quillas hundidas en las olas del viento
cuando vanamente busco la superficie del
silencio
mis brazos devanando música
trazan la locura de campanas rotas
molina mi corazón, buche de pájaros
las velas quillando en el silencio
son veletas de tristeza
vuelan gaviotas de diluvio salvándose
ésos son los recuerdos
pendulan mis brazos caídos
a la gravedad del abismo del cielo,
no sé qué rota brújula me ciega
no puedo deshundirme del silencio

246

Pasa tú, sea recoger la hora
yo debo esperar que tu fruta amanezca
como un sol madurando
en las ramas de tu hondo horizonte
yo quedaré a tu costa,
solamente esperando

247

Un día mi voz mi única voz para decirte
crecerá como la humedad hiedrando por tus
piernas
como un himno de incienso
como un humo desde la fogata de mi corazón
y tildaré con caracoles de besos tus dos árboles
hasta las ramas del musgo y
el perfume que alumbra
desde tu mejor garganta.
Yo sé que tu corazón chapoteará relojes
y que una arena de pájaros de escalofrío

248

Voy acomodando las cosas sobre las palabras
tengo el alma llena de nombres
y tú no sé por qué, has perdido el tuyo,
pero tengo uno nuevo o
quizás viejo como tu presencia

249

Hay una voz viejamente habitual
un bastón o una palabra o una rota soledad
un nombre perdido y una cara ya nunca
nueva
una casa una sombra un techo, un bocado
una mirada llena de anzuelos y de sal
tantas veces
una aprendida manera de caminar
o mejor dicho de andar
un alma enmuletada y una pupila
plagiando índices de brújula
pero más que todo hay un latido y un lugar
entre los que llevaría conmigo
y tu nombre reemplazado, por otro de hermano amigo

250

Ya están clausurados los días que bosquejamos soñando juntos
Sólo queda lo poco que fuimos
como un recuerdo de algo que no tuvo tiempo de ser pasado.
Hemos abolido chispas o alejado piedras.

251

Arrodillaré mi frente, servil, sin humillarme
y el despótico destino doblegará tu altivez
ésa es la consigna.

252

esta lúgubre costumbre de mirar
desde la nuca de los ojos
como un agónico animal en una cueva.

253

Esa coraza de hermetismo que te veda
ese lúgubre silencio que te es rito
es la misma guarida en que yo ermito
cuando un denso mutismo se me hospeda.

254

Cuando tu verdad sea mi rostro como un ara
incrustada en tu sagrario
y aún te sea coraza el mundo que te crece
hasta los ojos
si no puedes arredrar el silencio que te empoza
se secará mi mano.

Y cuando sea mi imagen tu fervor de
sueño
y mi tácita caricia te apacigüe las tormentas
si aún reniegas de ti misma por vergüenza
mis muelles de vigilia que te esperan
abolirán un templo.

Y si el cepo de miedo que te atrapa
vence la devoción de mi ternura y de mi empeño
aunque sea tu sueño lo que sueño
quedarás abandonada.

255

A veces se te nublan los ojos
y abandonas tu carne y el mundo no te alcanza

256

cuando amanece la noche
amedallada de luna

257

Y tu vientre se iluminará de olor a música
caliente
y el mío se mojará de sabor a sombra
de miel de violín

258

Al río del viento llueven latidos de silencio
Pasa,
y estos tallos de mi sangre vientan
Yo no puedo amordazar el piano de mi corazón
y transcurren las hebras de la roja música
Sangra, sangre
lato,
simplemente eso,
porque nada más.

259

Una campana de palo parpadea como un reloj.
trota el séquito de instantes de la sangre
como un carro ritual
habitual ritmero de galeotes y remos
luna de las olas del ariete vano
con carne de madera,
no has podido quedarte con un nombre
o estas borracho de imágenes

260

Quiero buscarte a tientas en la noche
como a una luna quemada.
Ahora que sé que eres
ignorar quién eres
no saber dónde existes
cancelar las veces
abolir con un temor infinito
de luego no saber que te he perdido
este hondamente nosotros.
Entonces mis brazos
molinarían desesperadamente locos
como un pájaro primero de diluvio
Y tú, costa o árbol
o mañana tras el sueño
llegarías esgrimiendo
el tú que es tuyo desde siempre
y yo sin habértelo dicho nunca
y yo tan acostumbrado a ti por siglos,
pero sin saber de ti más que eres tú
ya no querría buscarte a tientas en la noche
como a una luna quemada.
porque ya el primer instante también sería tuyo.

261

Déjame amarte,
pero como un niño.
tú serás como esa casa imaginaria
donde la lata y la madera
como en una misa de inocencia
se transforman en carne.
Y llevaré mi ejército fantasma
para que tú lo empatenes
como a un frágil racimo
o panal de espuma.
Toma todos mis sueños.
Yo te amo.
Nada más que eso, sin embargo
te alzas como una bandera
sobre cada cosa mía.

262

Otra vez como tantas he partido.
Es que vivir es eso partir a cada rato
Volveré a partir desde aquí mismo.
pero antes habré vuelto como
golondrina de verano.
Eso es vivir: tener ojos de gota
y viajar por un río aprendiendo
de riberas
eso es vivir perseguir la muerte como
un pastor de horas

ir tras el fin que más allá es
principio.

263

Voy a comprobar mi corazón en tu boca
a morder desesperadamente la música
que derrite tu silencio
paso siglos ignorando idiomas
¿qué más puedo decirte?
Tú sabes todo lo que yo sé y lo sabes,
para qué entonces las palabras
Tú callas todo lo que yo callo

264

Tañe el remero de tu corazón
(campanario de pasos)
yo me he asomado a él
para saber cómo titilan los pájaros
cómo parpadean los puños o laten las
alas de las rosas.
(A veces atisbo los buches de tu sangre)
Tu pecho es una patena donde a veces
apoyo blandamente la cabeza
como una hoja (casi no caída)
que al suelo cayera
Me gusta casi no hablar contigo
ordenar sobre las palabras
las cosas que pensamos juntos,
Imaginar un día que madura
y espiarlo en tus ojos
que están mirando desde mañana.

265

Un día tu vientre tramará
una iglesia.
Toda la tierra estará atorada de
semilla
Tus médanos de pan se encenderán
de algodón
y una misa de miga derretida
se devanará en tu pecho.
Yo tan sólo morderé tus manos
con las mías.
y chapotearé en tus ojos
como el niño de tu vientre
de tu vientre de pecho
en ese día de la misa de tu
templo

266

acústica espiritual — resonancia

267

un día cicatrizarán las bocas.
como un líquido incienso de tules de
música.

268

Del cuerpo del alma la música es el
alma
de las piedras del agua es la tibia agua
En esta hora de días he visto a los árboles
gotear mariposas finales
Ahora puedo caminar sobre la nieve de papel
y decidir cigarras con mis pasos.
Ya muerto el humo y tules de incienso
musican
Adonde va la música como un día ya
sido de mi costa
que otras almas
echarán sus redes a esas aguas
la eternidad del rumbo de mi
quilla

269

como un líquido viento de luz

270

La música de tus ojos se vuelca por mi alma
mana el jugo de tu alma

271

Escúchame, voy a hablarte de ti
yo tengo un polen de música que empaña
de tibieza el alma
como una afonía de niebla

272

Sígueme, dejaremos en las aguas de las horas
una estela de veces y nosotros
ven si es que quieres, no llegues al que implora
ven si yo soy tú, como los otros son los otros

No olvides el pasado, ésta es la aurora
la noche quedó atrás y fue de rostros
deja todo lo sido antes de ahora
Y empieza a guardar que recordarme.

273

Nosotros es un lugar donde no estamos
nosotros somos, pero no somos nosotros
ven conmigo, te llevaré, a un lugar donde
seamos,
nosotros, uno más entre los otros.
Nosotros es el nombre de un gran beso
una manera de estar juntos separados
un lugar que llevamos donde vamos
es la forma de no estar solos estando

274

Con las estrofas de miga de tus manos
y un racimo transparente de palabras

275

Las estrellas —como los mil vientres de la
lluvia— laten.

276

Te tengo simplemente como a la lenta música del
perfume.
Poco a poco las cosas se acomodan en los días
y voy sabiendo qué nombra el tú que eres

277

Tus ojos como un altar de poesía
incensan el himno de tu alma.
Tengo la mía sobre el
pájaro de piano de tu mano
el corazón muerde acordes calientes
y desmorona música de cosquilla derretida.

278

Música cristalina y transparente.

279

Ahora que las cosas se van acomodando sobre las horas
recorre titulando uno a uno los momentos

280

un día tu alma llenará tu cuerpo
liquidará en tu carne de botella
completando tus espacios
¿Qué se rompe si te rompes, si es
que nada se derrama?
¿Para qué tomar tu cuello a beber
sino para agitar mi sed insaciable en ti?

281

Hace mucho que ermito en mi alma
como un carozo que isla sofocado de azul
Estoy ciego de toda la carne de mi alma
vuelta párpado
Y lo más triste es que veo
pero la mañana está acentuada por
el maquillaje de vidrios de mi ventana.
no me gusta ver tras las lágrimas
porque me aturde el estruendo de mi
silencio como un detenido remanso
de gritos
y la oscuridad me asalta de sospechas.
Yo no quiero estar solo,
pero he perdido el diálogo con mi piel
y estoy hundido en mi mente
como en una ciénaga de miedo a la
sorpresa de una voz o un rostro o una
verdadera palabra hace siglos perdida
o siempre ignorada.
Estoy engrutado en mi alma de tortuga
y el silencio completó su círculo de candado
como un vientre atrozmente inardiente
de mí mismo.
Ya nadie puede salvarme de estar solo en
mí.

282

Cuando ya hay muelles que rían
entre nosotros de costas
sólo que queda comprender que te has ido.

283

Voy a morder el silencio de tus ojos
tú de los tres ojos y el vientre cíclope
tú de los tres caminos al alma
(honda bodega de mil rostros posibles
ignorados)
tienes el abismo imperioso
de mi eterna gravedad
A ti voy con la larga soledad
de mis anzuelos
con la triste costumbre de mis quillas
de tan sólo hacer estelas
y vuelvo lleno de música de sabor
a sal
con candados de mandíbulas
empuñando garfios

284

se nos instaló la tristeza
como un sonido sucio y caliente.

285

Entonces nos vivimos palomas
palomas azules como manos de
música
entonces nos llegamos caracoles
guaridas del silencio
por eso tengo los pasos de irme
desde que la lejanía.

286

Vendrá sonando a frío tu espalda
un silbido de acero
donde tu ojo es un hueco de silencio

287

Tú me te
tú que me yo

288

Desmantelaron
Devastaron la casa
le pasó el silencio como a las calaveras.

289

como buscarte la verdad en un espejo infinito
como un rito de morir a cada cosa
el tiempo que pasa a recoger tu historia
la hora que te busca el sueño en cada rostro
Te vas mojando tus raíces en mi sombra
tu raíz mano de sed
te va buscando la nuca por la frente
a cada rostro una puerta
y todo tu pasillo de puertas
y en cada puerta un nunca
que te acusa de humana
y quieres arrancarte la sombra
como un gato obstinado
que te chorrea de la nuca de tus pies
y persigues la luz
un horizonte es siempre cualquier
parte y la lejanía siempre donde tú
y la lejanía siempre donde tu
mirada sigue de largo,
y andarás
con la sangre desbocada
hasta pisarte la historia
con la frente y los ojos en
una actitud de espacio
y el nunca existiéndote la muerte

290

Ah, estarte los ojos
existir amiga en tu testimonio

291

sobre un púlpito que llueve dientes y
patíbulos y vísceras de máquinas
y aorta de relojes

292

apenas mi raíz apenas
florece
como el último muerto o el primero
de una raza

293

Pero todas las carnes harán
la misma ceniza.

294

perdidos los símbolos y los números
ocupado de silencio el ojo humano
ya nada será oro o madera.

295

El testimonio
exterior y ajena manera de las cosas.

296

…y cuando sea hallado el árbol que
florezca fusiles y cuchillos, yo también
seré la guerra…

297

Sobrellevar la humana necesidad de
ser vigente con testigos ciegos como
los hombres

298

Tu ojo es una alimaña encadenado
en el rincón último de un túnel
profundo que asoma la punta redonda
de su sombra

299

un espejo es cualquier hombre
que espera el propio testimonio

300

…y recordé las cosas que no
existen y me asaltan a la
luz de una lámpara como
si yo las soñara entre
sombra para existirme
de ellas.

301

soñé que soñaba que soñaba
que soñaba que soñaba
que no sabía cuántos sueños
me había hundido y que
no estaba seguro nunca
de haber despertado a la
verdadera vigilia
como quien se olvidó
contar al ir y no sabe
cuánto vuelve
para encontrar la salida
de un túnel que a cada paso

302

hombres dormidos
o muertos por adentro
hombres con hormigueros
hombres con recodos
hombres con lámparas y
espejos
en todas partes
hombres que hombres
hombres de ciudad
de Buenos Aires.

303

Reniego del humo, de las balas,
de los semáforos y los relojes que
enumeran el albedrío de los hombres
Reniego de la sonrisa que se asume

304

subimos un canto que tiene palabras nuestras
Para tildar un día que nos ejerce historia
entre todo el rastro que no tiene nombre
y cada día que ganamos al nunca.

305

Todo lo callo
aunque recorra todas las cosas con la garganta
aunque asuma todas las palabras
aunque me ponga lenguajes en el canto
aunque grite
y me vaya por una lanza de sol que voy creciendo
aunque ordeno rostros y cosas sobre las palabras que
me extiendo
aunque viva el canto que me existe
Todo lo callo
que todo es mucho más que las palabras
como un pájaro
que nunca se andará todas las alas.

306

Vendrá la estrella como el pájaro
vendrá la luna como el pez de barro
vendrá el día cuando lo lleguemos
a beber sobre los muertos
el sol.

307

Porque nunca ha sido todo el tiempo
porque nos quedan las manos aún
en otras manos que mañana
Porque nunca es un tiempo sin
cosas
y estamos poblados con estrellas vivas
Porque llevamos la frente larga
por la espalda
Pero nunca diremos: aquí toda la frente
Porque siempre es mucho más lo que
nos falta
Aunque nunca podamos decir siempre
Porque somos feroces como la tierra
mansos y salvajes como la tierra
Porque somos cualquier parte
como la tierra
Porque somos tierra como la tierra
y el tiempo nos crece en las esperas
Porque somos algún día que es siempre
uno cualquiera
Y vamos de sangre en sangre
poblándonos campanas
Hoy, un día que es cualquiera
aquí algún lugar que un tiempo
nosotros barro ganado a dientes en la tierra

308

Participa de los demás

309

el íntimo nudo de la piedra

310

tu pelo líquido

311

sólido silencio.

312

la contracción de la piedra

313

cualquier número en el tiempo
pero uno
punto impenetrable.
allí el símbolo
buscar la forma esencial de la
esencia
hallar el lenguaje
un ritmo insucesivo.
y el ojo total
completado en una sola imagen
última y primera
todo y siempre del infinito
sin bordes
como un punto o un instante
(que no alarga el tiempo)

314

…bordeando el infinito
como gira lo manifestado
bordeando el tiempo
el infinito inmaterial
de lo esencial intranscurrido
como el silencio sin lugares
sombra absoluta
sombra absoluta a la antorcha
imposible de las palabras.
Qué decir afuera o dentro
de lo que no existe
o dentro o fuera de lo total
sin lugares ni hitos
sin tiempo numerable
donde decir donde o entonces.
…infinito…

315

espacio inestable del todo indefinible
vacío.

316

y falta un número y todo lo
que sigue retrocediendo desde el
infinito y cada lugar es ocupado
pero el número que falta ¿dónde
acorta lo infinito?

317

agujero en la nada
actitud de espacio de las cosas
manifestación

318

número inasible en el nunca
hueco en el agua
sucesión de lo innumerable
tiempo.
sin cuando.

319

sitio de la nada o todo
(burbuja de vacío en el vacío)
símbolo inexplicable
el todo no existe el algo.

320

localidad de lo incontenible
algo
…pero el innumerable todo.

321

Mis estatuas soportan lanzas
con sonrisas
yo le tengo miedo al miedo
como ejerciendo la vida
por el rito regular de ser hombre
por las navajas de los hombres

322

tu voz pálida
piedra de agua
mariposa latida
en el espejismo de que tengo oídos.

323

tallo de sangre

324

como un cóndor
tu grito (lanza de hierro y sol)
expandió su catedral de sombra.
y debajo
una vela crecía la luna imaginaria
de los hombres que inventaron las
palabras

325

Beberé la vigilia de tus centinelas
ventana por ventana
te viviré el alba
dos acechos penetrados
mano a mano
tierra.

326

guarida inmemorial
cóndor lanzado al infinito
ventisquero de silencios
candado en la sangre del tiempo…
me miras.

327

en el filo de tu nuca
voy preguntando tu olvido
no pregunto sin embargo el día que
nos pasa
en la punta de tus ojos
aún tengo frío en la espalda
y echamos redes
al silencio lleno de palabras.
Los ídolos han perdido el rostro
nosotros tenemos la manera de una raza
y en el muelle de tu ahora
se me hace remanso el agua
y pregunto las sombras que nos vienen
sin embargo no pregunto el día que nos pasa
aunque el ojo sea corto
donde es un recodo mañana
y nos esperan pasillos
la vigilia de ventanas
nada preguntamos
como las algas
el ahora obligatorio
y el tiempo de andenes que nos pasa

328

Llévate mis héroes para comértelos en el
sueño
y mis panes
para sérmelos a hambre y tierra
Llévate el insomnio de mi espacio
para estarme de silencio y sombra
y mi temor a las esquinas
para hacerme la mirada larga
bébete mis fieros niños
hasta la garganta de tus guaridas
llévate la urgencia numeral de mis andenes
para que el tiempo sea una larga manera
de quietud.

329

Te abrirás
la luz siempre fue en principio
entonces
sabrás el ciego que dejas atrás
y el terror de regresarte.

330

soy mentiroso.
¿cómo puede ser cierto que lo sea si
yo que soy mentiroso lo digo?
Y si no lo soy
yo que he dicho que soy mentiroso
soy un mentiroso ¿pero cómo puede ser?

331

En tu pozo de estrellas
tu vaso de luna

332

todo lo que me repito es verdad.
o tantas veces mentira

333

el silencio vive en las palabras
que me repito
como la tierra en los hormigueros
y soy verdad en los pozos del agua
donde los peces son
estrellas
fruta jugo de sangre de silencio
tañido en las campanas solitarias
donde vuelven las almas

334

Todas las hormigas que maté sin
darme cuenta
todas las que maté porque estaba
de mal humor
todos los cementerios que me cuelgan
en la boca
todos los epitafios de silencio
que esperan en la tierra
todos los epitafios que esperan en la tierra para mi sombra
toda mi sombra
(siempre hice sombra)
(y en la sombra total)
mis palabras hicieron sombra de silencio
Todas las cruces que viví el costado
(mi costado fue la gente)
todas las siembras
que fui nieve
todas las golondrinas que muertas
que fui lejanía
el hastío obligatorio de las viudas
todas las hormigas que canté
como un niño
tocando el piano en tu pelo de tallos
azules
todos los cementerios que florecí
te los perdono

335

El zumbido de tus ojos.

336

Como el humo se diluyen las almas
en la infinitud inmaterial de la muerte.

337

Cuando vivas tu muerte.

338

yo que no soy poeta
sobre tus cosas encuentro las palabras de la poesía
…y sabes?
a veces me creo jardinero
y se me florecen las manos
de tenerlas espinas.

339

Mientras conjeturamos existir
por tener sombra
por morir
como si fuese probar que se hubo sido
nos vamos pretextando la inocencia
de matar
diciendo que vivir es menos que: verdad.

340

Nos floreció el silencio
como digo nadie
como digo nunca
como digo sangre
Nos florecieron manos
como a un ciego entero
como el invierno del árbol
como al último barco

341

un palomar de palabras sin cosas
espera como barcos nunca.

342

eres transparente
como un vaso deja pasar la luz
tu carne, vidrio de otra raza
transparenta mis dagas
de madera
como una flecha traspasa
un pájaro de nube
mi luz de pez te daga la
carne del agua

343

y tú entiendes un lenguaje,
de silencios luces de sombra
cuerpos de vacío.

344

No sabíamos contar, no existía
el tiempo y que estábamos allí,
penetrándonos las
manos como el
humo y el aire
como el viento y la
música desde siempre
que es nunca, desde nosotros, desde
el infinito; y me pusiste
cara con maneras con teléfonos
con cerrojos con avisos publicitarios
y televisores prendidos hacia silencios
de lejanísimos lenguajes.
y yo entendí que tu costado espera
cualquiera pero que te habían comido
el viento de los ojos y tenías sólo
una rama que espera un ave y
no un ave que intenta una rama
y me resigné a las palabras
a compararte porque ya no sabemos existir
las cosas en la medida de sí mismas
a ordenarte sobre los números y
las nomenclaturas y realizar cada
cosa con un símbolo como si todo fuera
en la medida de una razón o una capta-
ción. ascendí escaleras sin costados
perdí la cuenta de las nada que llevaba
sidas intenté participar de tus números y
me volqué un cero y no supe empezar
como si nunca y entonces un día.
y te fuiste fastidiada como una señora
que cree en Dios y reniega de los hombres,
entonces dije hombre escribí esto me
sentí inteligente entré en mi casa
que estaba llena de canciones beat
y tangos y todo eras yo transparente
como lo inasible y me bañé y
comí y reprendí a mi hermana
por atender al llamado telefónico
de un desconocido.
Luego dibujé un círculo pero no
pude olvidar dónde lo había empezado.

345

Todo me florece, la sombra el
silencio las palabras y la
lámpara las raíces y los peces
el pájaro y la piedra,
Me florecen las
flores y me florece el otoño
todo soy la misma
manera de infinito.

346

Como un perro cerrado.

347

batiendo los pájaros de vidrio
seco en las risas cuadriculadas.

348

La escalera blandía su silencio
relajado de olas quietas.

349

un silencio a hueco me llenó
de humo.

350

A la orilla de tu silencio fundé una
ciudad que me soy.
Llevaba un barco de larga sal
(la vela larga quilla en las olas del
viento)
Pero traía el hambre de no haber
tenido puertos, el hambre de ser
alguna vez la espalda de los barcos
Pensé en los monstruos de toda la
tierra y tuve miedo de bajar por muchos
días, yo podía seguir, pero tus árboles…
A la orilla de tu silencio, fundé
una ciudad que me eres.
Después fue el hambre impostergable
y los ojos que quería enredar en tus
parajes.
Todo lo temí la primera noche
alucinando fieras despertaba
acosado por tu silencio
como el último vivo.
el fuego latía como un pájaro
de sangre de música
una mano cada vez más remota
que se tragaba la tierra
quemaba tus propias muertes
manos secas que claudicaban
en tus árboles.
Y un día no pude soportar la
fatiga de mis centinelas.
Al despertar
tus pájaros tiritaban gotas de sol
que canto.
entonces confié en ti
le arranqué mi barco al agua
Y viví días como una tortuga
pasando las noches bajo el
bote.
Todavía sabía que las lluvias
y el frío nos duelen de noche
y un día que ya había quemado
casi toda mi nave,
quise hacer una choza con tus
cañas (tus dedos de caña)
entonces conocí tu voz
No sabías por qué yo decía techo
y frío y lluvia
entonces aprendí que llovías
agua de otra raza, como tallos
de música que se volcaba tu techo
de estrellas, y entonces aprendí
que no debía extirpar los ojos de tus
ramas que yo decía frutas,
porque estaban vivas, y tú no existías
el escondrijo del hambre.
Entonces aprendí a haber llegado desde
siempre
A perder los símbolos de los asesinos
a calentarme con la noche misma
a hablar con el silencio que era
un país de palabras sin lenguaje
de palabras sin cosas
de palabras sin espalda
desnudas de significados
de palabras infinitas

351

si me acudes.

352

…donde gotea chispas de miel una guitarra.

353

en tu sangre hacinadas, como se
amontona el silencio en un teatro
después de la última espalda,
todos los animales del silencio
salen de sus escondrijos, sucio
silencio de las campanas en las ciudades
secas sin oficios sin testigos
íntimo peregrino total de la savia
detenido con el sueño grande
como un árbol relámpago madera
adentro, andén enmaderado como
un muelle que queda para siempre.

354

Nos secamos la luna.
me sequé el ruido de la calle,
como un niño que soporta sin saber
que otra cosa el fragor de la digestión.

355

escultura sonora

356

Trepará mi beso como un caracol por el
muro de tus piernas

357

El empleo de la voz como la música está
regido por la vida emocional. No así
el lenguaje hablado.

358

Entre los niños amarillos una paloma
de fuego me reclama las culpas.

359

como pozos sombras nubes de silencio en el cielo del
silencio
nuestros gatos pesan en la sombra
latido presencial imperceptible
(que nos viene del suburbio lateral)

360

tienes olor a música

361

Todos los puentes de tu sangre
el acceso a la locura
que me incluye en la vez que me
estás
que me eras
que me existes

362

todas tus actitudes de
antesala

363

antesalas del invierno.

364

Hoy lavo todos los símbolos
abandono todas las trincheras
abro todos los candados de los
ciegos
Y alguien deja atrás conmigo
los lenguajes desmentidos para siempre
Todo se ordenará de nuevo
pero como el infinito
Los anzuelos ya no obligarán.
el íntimo punto de la horca.
que en el pájaro que muere
crecen eternas lejanías
como una primavera siempre más allá.

365

Grito mis manos sobre
tu vigilia cerrada.

366
NUDO DE NIÑO

Hombre de barro de hierro y miel
cueva de dulces monstruos
sobre tu cuchillo de pan
tu mano es una raíz.
Toda tu raíz
mano de sed
tantea por andenes de sombra
como un ciego
y toda tu vez es un lugar de lejanía
todo te vive la mirada indescifrable
impenetrable como un techo
pozo de luz equivocada en sombra
pero el nudo en tu cerrojo
es un remanso de niño
y vas el mundo tu candado
como ese ciego iluminado por
afuera
ningún pájaro acorta tu diluvio
y detrás del infinito azul
tu veta es un telar eterno.
Hombre de barro de hierro y miel
hombre de la mirada atrás de los ojos
hombre de navajas que no significas
de pasillos de savia con cementerios
dibujados
Hombre del silencio duro
del recodo agua atrás de los ojos
y del niño llorando a la vuelta del recodo

367

El hombre no nació de la computadora
sino la computadora del hombre.
¿y no has pensado que a lo mejor un marciano
de probeta se ríe en este momento en
un tiempo intrahorario computado
con lenguajes numéricos que
ignorados, se ría de nuestra ingenuidad?
Probámelo.
Estamos acostumbrados a probar lo
que decimos. Para lo imponderable
es necesario probar por qué no.
Probame vos que no es así.

368

(Lo que más me duelo es no haberte olvidado.)

369

(mar: una gran ameba)

370

Los pétalos de hielo se agremiaban en la espalda
blanca. Era el día hondo. Un viento
escuálido se escurría entre los dedos de
los árboles. El fuego se contoneaba
como un gallo sobre la leña.
Las flores esparcían su canto de otro
mundo como campanas
de mariposas. con el turbio dolor
de los peces arrancados.
Un silencio a templo a isla sola
sin acecho, un silencio entero
me mezclé como un náufrago.
Por un momento olvidé que habías
muerto.

371

y te creció el ojo
había andado pequeños siglos
en la espalda nómada de tu sangre
y un día te creció como la tierra
como una fruta en el espacio.

372

A la hora del tiempo
amigo
cualquier regreso es tarde
¿con qué pasos buscar el infinito,
si no alcanzan todos los
lenguajes para el silencio?
Cuando todo es antes

373

Ahora,
que tu sangre se abrirá
como la luna
que tu sitio es doble
que tu guarida es la sombra del
acecho
y tu telar suena mis abejas
Ahora, honda colmena
tierra testimonial
mi pájaro mide lejanías
cumpliendo la raza obligatoria
Porque soy el testimonio de
mi propio miedo
y a la nuca de mi partida
tu muelle se cierra como
haber sido sueño.
colmena mía, labriego de
altura largo suicidio que
me voy por tu olvido y tu nunca.
(sin embargo nosotros)
muéreme o grítame tierra afuera
de tu rueca despertada
pero olvida mi olvido como perdonándome.

374

Yegua de alto oro marino
vengo los pasos de quedarme
como el silencio
como se enciende la sombra
cuando se cierra una lámpara.
vengo a poblarte los pájaros.
bajo de otra savia que me nombra la
espalda
Vengo de nunca
como el tiempo
de nunca y nadie como la soledad que
siempre es alguien
aunque la gente que llevamos
Por eso vengo de naves de buzos y de
náufragos,
reconociéndolo todo como un
ciego abierto.
aprendiendo mi propia travesía
vengo de templos, de altares desti-
tuidos
de ojos desmentidos y de puertos.

375

El cuadrilátero carnal de los
ladrillos
el imponderable ritmo
de un martillo
La pobreza de viento de los árboles
los pájaros mezclados con el
humo los tangos masticados
en voz baja
el mecánico sol
el sonido a insecticida en las
manzanas
el veneno musical del cigarrillo
ejercido en un suicidio paulatino
los gritos agremiados en el cuello
el horror suburbial en las
entrañas
los gatos computados en la sombra
el dogma sagital de traspasarnos
el signo numerario que existimos
Hombres rotos, maduros
hombres enjuagados en sangre

376

La ambulancia con su grito
rígido de alambres y vidrios
el silbido lacio de un diariero
Un astillado pito: un policía
un cielo azul como una espalda
un cielo sin sentido ni punto
de partida
el agua indescifrable en la
cuneta
racimos de palomas latiendo
como árboles dispersos
Hombres con las ventanas cerradas
raspándose la gente que les pasa
hombres cuadriculados de escaleras
y esquinas.
hombres regulares obedientes rituales
cotidianos
hombres que alguien
hombres que van y vienen
hombres que hombres
como en todas partes

377

Dos hombres luchan y uno vence:
si el que vence lo logra por circunstancias
ajenas a su capacidad, cualquier tipo de vanidad
sería deshonesta. Si en cambio lo hace por mayor
fuerza o destreza, su superioridad era anterior
a la lucha, lo que demuestra que la lucha no
agregó nada nuevo. Para demostrar algo,
si bien es gráfico hacerlo mediante algo menor,
comparativamente, es sólo positivo si se lo hace
mediante algo mayor, ya que de esta manera
lo demostrado resulta ser mejor que sí mismo
única razón valedera ya que lo dado
(anterior a la circunstancia de la lucha por ejemplo) ya es,
por lo tanto no necesita demostración.

378

Todo es circunstancialmente

379

Olga, muñeca enorme.

380

Bibi lago. «La señorita Calderón
acaba de retirarse»… Gracias.
Por eso te escribo esta carta. En realidad,
como la razón de todo, cuando pasa
algo, llego siempre tarde. Son las
seis menos cuarto. Y ahora te irás
por alguna calle que no importa
con un día roto volcándose por tus
talones. Yo te quiero vivi, y eso no
importa ni para la verdad de ser
más o menos igual a los dos lados
del espejo. …»y a cada ojo se nos
agrega y se nos quita…»
como si no fuésemos verdad más
acá de los testigos.
¡¡¡VIVI!!! Llegué tarde,
pero el destiempo no es nunca, ni no
haber sido ni haber faltado.
Porque a mí mismo llego siempre
tarde como (qué terrible) si el
tiempo estuviera atrasado por dentro.
Como estar muerto y ser la cotidiana
evidencia de estar vivo; o al revés.
Qué soledad, como un pez que conoce
el lenguaje atragantándose de
cielo y tarde.
como un hombre sin brazos ni
piernas ni orejas ni boca, duro como
un perro duro, con todos los sentidos abiertos,
que quiere nadar.

381

De sonoros olvidos como cántaros

382

Desde el desde inmemorial de lo
sucedido

383

a veces, pasar sin dejar rastro
es más olvido que partir.

384

Nos vamos raspando la garganta de los días
con el áspero animal solar en los faroles
y nadamos a tientas en el orden sagital
de los lenguajes.
como un ciego abierto en un túnel de
sombra.
Quedará el hueco sitial de nuestras
oportunidades.
quedará el tiempo
un sitio de testigos muertos.
quedarán las palabras y los símbolos
(espejos, cada testigo es un rostro
diferente)
quedarán ojos vacíos.
(horneros y el viento)
como caracoles, las mañanas
sonarán como el mar inmemorial
Quedará lo que queda
después que se testificó el tiempo
quedará una manera de silencio
como un hombre cerrado cinco veces
después de equivocar un punto de sol en
un resquicio.
Quedarán fémures y dientes y las
manos verdes de la tierra mordiendo
el ramaje de los huesos.
quedarán los acechos
quedarán los centinelas
quedarán las veces

385

En el súbito sol de un laberinto
tanta sombra se nunca
Tanta historia no se encuentra
el tiempo a cada rostro que no cualquiera
de los otros.

386

El buzo sideral que nos asiste

387

para besarte el pie de paloma vegetal
toda mi luna marina se somete
Como la tierra decegada en cada
gruta.
Trepa la espiga vertical como la
lluvia
la hidra que te vive el beso
hasta dormir como un murciélago
en tu nido de altura.

388

Ahora te volcarás el íntimo espejo
tu carne comprobada

389

Para poblarte la tarde sin pájaros
echo mis barcos sobre tu garganta
como esparciendo silencios sin naves
en tu paloma lunar que me subsiste
Todo me lo dueles
la mirada descalza
tu pie de pan y araña niño
subiéndome el hambre que te busco.
el beso remará un pájaro latido
la hiedra que te suba mi raíz
por el pálido silencio de tu espiga
todas las alas que tengas en la boca
se mezclarán como las quillas
con mi sol azul
tu palomar temblará
mi campanario
en tu boca de gaviota
que sangre la tarde
hasta asumirnos la ermita
y los cerrojos
y la sombra final que nos alcanza con una
lámpara.
…Allí nos vivamos
(y mi olvido te subsiste
el recodo que nos vamos),
aunque después la soledad
nos ocupe
como a los ciegos.

390

la sombra final
que nos alcanza

391

y, pero mi olvido
pero y mi olvido

392

Dos es medida

393

Aquí es yo
siempre he sido aquí
ojo invaciable
habitante siempre
siempre es nunca
como todas las cosas que son
y que no
Las palabras son siempre
maneras de decir.

394

La eternidad es el intiempo

395

Tus palabras de piedra vacía
engrutarán los ojos como alimañas
Entonces verso
Tú que tallaste la tierra
pastor de música
emigramos de nunca a nunca
que todo lo mar
sobre la arena topada
los ojos habitarán tus palabras
raíz (manos de sed).
Viajarás los hombres
pequeñas manos de sangre cualquiera

y tú apenas te tú
sobre la tierra
como la tierra
como una raíz
pájaro equivocado
amigo las palabras son siempre
maneras de decir
y somos todos ciegos
cómo oírte entonces
quién jamás?

tus ojos nos adentro

396

Si hubiésemos empezado a
cagar antes que a comer.

397

Y el mundo te dará el costado
como el río labia la tierra en sangre.
Y yo no te lavaré ninguna esquina
apenas te daré una piedra del costado.
porque compartimos (el mundo mutuamente)
como dos espejos paralelos
que emigran hasta el nunca eternamente.

398

Cuando te hundas como la tarde en
mis manos sin hambre

399

De savia vengo a tus montañas
la música pajarecida
te nieve de los ojos
Zarparé tu sangre
corazón arriba
remaré como el pájaro (fundamental)
y respiraré como un tigre azul
mordiéndote los pies
en las raíces como la tierra
De savia te estaré
medrando en el camino de la fruta que te vas
comiéndote las manos que te estoy
muriéndote en la miel que nos vivimos
donde un niño
se va a mojar los pies.
y en las yemas de sombras
que el mundo existe
guarecerme
o clavar mi espera
de hacha en la madera
hasta el agua total
buscándote el tesón de remar
y volar
enceguecido
de sin rumbo

400

Fuego de agua.
de agua de tierra
de agua de violines azules
pájaros en música
tu pelo de madera derretida.
Como la tierra en vientre.
en herida o sonrisa tras el acero
rectilíneo
Mano infinita para la mía de raíz en
sed.
Un día enjuagaré el silencio de mis manos
en tu pelo que canta soledad

401

Tu mano tembló como una estrella
tiritaba como la luna en el mar
latía como una mariposa.
titilaba como una paloma en frío.
No me alcanzaron las espinas
para tragarte.
Ahora grito como cantando
como aprenden los huecos
las voces que les pasan
y las espinas te cierran sobre
el silencio
sobre la soledad que ya
tiene nombre.

402

Y las alas te sangraban por los
ojos.
Y tu albedrío refregaba
un pájaro ciego en un templo
cerrado.
Dolías sonora de silencio
como las grutas vacías
y tanto viajero
como los barcos que sostienen
el mar contra los puertos.
con el sueño largo
y con el viento lejos.
Esa tristeza
yo estaba aprendiéndome
en los días nuevos.

403

Y las palabras
como barcos
iban haciendo mañana y lejanía
como barcos vacíos
como pájaros muertos
continuados.
Y el alma viva detenida
regresaba estrellas
en la nuca de los puertos.
Tú vivías en la historia
que yo después.
Allí dije antes.
Ahora
los nombres fueron arrojados
como las ropas últimas
los rostros andan
siéndome los ojos por adentro
y ya decir es
siempre mucho menos.
Beberte,
pájaros de música te emergen
de los ojos
tus manos de piano se vuelcan
como pianos en las
soledades que tú
y yo aquí verbo
apenas verbo
verbo insuficiente
aún barco vacío
aún pájaro muerto
ando la sangre que me voy volcando
y apenas el verbo
descarado
y el templo sin imágenes
donde crece la flor decapitada.

404

Siempre es antes
siempre es después.

405

yo te daré de ti

406

Mis manos están roncas
como las nueces

407

nieve de trigo. tu pelo
late como un pájaro muerto

408

Música de oro agua de sol

409

como un clarín derretido
como agua de sol y pájaro
tu pelo duerme

410

Asistido a los ojos
soy
mientras las cosas

411

En la hora azul que te precede al canto
como una sola soledad ya desolada
tu imagen se esfuma hacia el
encanto
y el ciego me viene de la nada.

Entonces grito con mi voz de espanto
la voz chorrea muerta cancelada
por tanto haber callado y haber dicho
tanto
por tanta voz vacía que fue dada.

Entonces como un nuevo
labriego innumerable
el insomnio intenta un buzo a lo insondable
tantas veces murió como el invierno
y el pan viene del mar y frutas de cielo
y en la selva se abre el verso como un cuervo
cuando vuelves fantasmal entre los velos.

412

Enhebrarme a tu sangre
como la lluvia en los
hormigueros

413

Tu pelo de nieves negras
chorrea como un piano
sobre el pan de tu pecho montañoso
Allí a la nuca de tu pecho doble
mi devoción tiene el beso
que voy a beber.

414

En el destierro
el silencio se soporta
hablando de recuerdo.

415

La esperanza no tiene lugar para el olvido

Un casi hijo
Aunque pródigo.

Hasta nosotros.
que nos espera
en el día de las manos.

(Nosotros nos espera en el día de las

manos).

La culpa pesa más en el silencio
brutal del inocente o purifica. Pero
el rencor que se provoca, eso no tiene
perdón.
La culpa existe siempre.
El perdón es la reunión de los que son mejor
sin el olvido.

416

manadas de nubes

417

Y las uñas del mar latirán el dolor
de la tierra acorralada.
Allí vivirás como en un nido
soportando el asedio de la savia que existas

418

En el tiempo concéntrico del árbol
morimos o vivimos cada anillo
Tú también amigo mío
aunque te aferres como un ciego a los dos lados
seguimos existidos en el río

419

Nos quiero amiga,
me gustamos
el barro enmimismado
carnece al fin
esta estación de estrellas

420

Ah! mujer en ti la tierra
en ti el águila que te estoy a cada viento
en ti la lluvia que te azul las manos.
en ti mis manos
como en la luz los ciegos.
ah! mujer el barro de trigo y
sangre
que te existe
el vaso que luna en tu pan
a sed y cielo
me está sonando a silencio
como las cuevas del viajero sin refugio.
venirme amiga
sernos, tú, en el hijo que te espero.

la flor cierra una campana a cada abeja
muerta de sed y raza
la tierra nos crecemos
como los pájaros se agrandan
dentro de los templos.
allí tu pecho marecido
rema la sangre,
agua de raíz y música.
vamos a la garganta de la
savia
la tierra es un vientre en
cualquier parte
Hoy es algún día en alguna
parte
y en el día nos estamos
el ciego numeral se nos destapa
paso a paso

421

Ah! tu barro de trigo
pajarecido en un cántaro de música
y yo ahora te vine
comerte los ojos
como todo el mundo que te está:
tragar mi propia sombra
porque también me fuiste
ah! tu barro de trigo
mis raíces ciegas ya frente
tienen caminos en la frente.
El recuerdo es un olvido con palabras
yo no te recordaría
¿Para qué si tu barro de trigo
me está el hambre que te existo
el agua que el cántaro nunca
como los hormigueros de la luna
que no envainaron la lluvia.
yo, gigante de mujer,
gigante voy por la sombra
el pájaro
de beberme tu albedrío sin
raza
de no morir de sol en un
cerrojo
de no vivir de sombra en
una lámpara.
Ah! gigante de barro de trigo y sangre
tú me tierra
como un barco de velas largas
por los días vientos
y aquí descubro mi naufragio
asombrado de los árboles
asombrado de la tierra
y los hombres sin naufragios
que ya no enloquezco
que me hacen señas desde
los ojos.
ahora tengo cansancio
tú conoces las islas donde
la golondrina descansa.
Ahora podrían brotarme
los siglos
en el espanto de haber
aprendido a contar.
Ahora mi historia era
una larga espera
Ahora antes como diciendo
nunca
Gigante de miel y piedra
mis abejas se rompen
como las estrellas maduras
y yo te amo entonces porque
entonces.

422

Todo es una manera
que es todo al fin una manera

423

y anduve ciego de música
como la música
hasta que la vertiente enmudeció
y se abrieron los caracoles.

424

A la hora de ti
maduran los pájaros en el barro
original
la espalda nos vinimos larga
de diluvios.
el ojo formidable emerge en el espacio
del hacha
Allí
es donde la historia encuentra el día
de nosotros

425

Un día llegó
sobre mi destierro
tu paloma aún
(tanto silencio equivocado)

Traía el cansancio largo

como mi espera en soledad

Yo entonces,
algún día, algún lugar
Hallé el día. hizo aquí.
En mí era el momento y era el mundo.
Tu paloma vive
Como alguna pobreza de jardines
medra en la memoria de la tierra
Por eso hoy de tu raíz,
de tu íntima siembra
de tu historia aquí
aunque tu lejanía
un campanario de abejas
esta flor
me halló este día
para cantarte
con la voz que te guardo.

426

Desde el desde
ahora, yo
todos al tiempo
hombre por hombre.

427

amiga, entonces
la pala ritual cancela
su labranza.

428

Pero estabas tristeza
y rodaban campanas degolladas
como gritos vacíos
y apenas un hambre para ungirte
los ojos.
Qué podía nombrarte
si el ciego a lenguaje
que candado tu adentro.

te herías alrededor de una espada

el acero se me
como una sal inexorable
que obediente

Y yo apenas tu dolor
nombrándote la culpa
de tanto el día

429

Caminaba la música
errando tu rostro
como un ciego
(como la sangre nómada)

como viento vigilando
sin espera
antes del (eras. cuerpo)
un día eras
las hebras de música
sangraban de los vientres en
sonrisa
mis manos chorreaban
la música
como se agrandó por la tierra
el herido
que ata su voz de sangre con
el río.
Un día eras
y la música.
un ciego hizo caminos sin profeta
y los preceptos se fueron
cerniendo
la libertad inventada.
se tocaron los ojos y candado
y entonces soledad.

430

Bate un molino de labios azules.

431

Van quedando en los días
las palabras crecidas en los días
Pero yo
hoy
cualquier mañana
que me fue hasta el día
recojo las palabras florecidas
donde vendrán tus abejas
a beberme la sed
de pasajeros.

432

Oye, la boca de los hombres es
un puente
y toda el agua ha pasado ya
como por las raíces
como ha sido la tierra ya
todas las frutas.
Pero nunca, también hoy
se cierra,
por eso importa que cante
que cantemos.
La tierra es un camino
redondo
Después de ser un cementerio
redondo
¡qué importa que camines
por alguna parte?!
He venido a las palabras
para gritarte en silencio
como un grito de hueco
que se hace en un vientre
(cualquier parte) de la tierra
para la eternidad de la
lluvia en las raíces.
Quiero girar
trasponer cada vez que tu historia
existir durazno
a cada primavera
corazón en tu tierra
y anillo de sangre.
Pero somos cortos
como las esquinas
como la vez
larga vigilia y todo después
y apenas nos tanteamos
el día
por las ventanas húmedas que
nos crecen como los caracoles
porque estamos
enfermos de las cosas
y tu ojo es una herida que no
tuvo batallas.
Por eso importa que cantes
que tu garganta de raíz
vaya reconociendo mi lluvia
que mi voz te pase por el canto
para hacer nosotros
aunque sea en el insomnio
terrible de no poder morir.
Por eso importa que tú
que yo
que tu mano
como un racimo
de pájaros
que tu pelo como un pájaro de
sombra
que tú como un cisne
o un violín de pan
pero mejor,
mucho más como tú
misma.
y que nosotros en el nunca
que el siempre nos da
como la soledad eterna
de la última tumba.
por eso importa, amor
que te pase mi voz por
la vigilia
y que después te busques por mañana
donde yo también me espero

433

yegua cardinal y mar crucificado
latido el pájaro del medio
palpitando luna como un caracol
albedrío de campana sin oficio
árbol de tierra
barro de savia en el hacha dulce.
Atarnos a la miel como la tarde
como un león aniñado
y el ariete sin tregua en la madera
de sangre.
Pulsa mujer
las sirenas son un delirio remoto
ya existes la locura
inundada de himnos y
grillos derretidos
como la tarde sonora de sol
yegua cardinal
y mar dormido
apenas respirado en las sienes de los muelles.

434

Como el pecho de un barco
tu frente sobrelleva
la muerte numeral de cada día
el galeote de la savia
se va fatiga
Pero mañana es siempre todavía
y aquí somos mañana
(con la verdad clausurando posibilidades)
con las palabras

435

Con todos nuestros nunca
vamos tachando las historias
que imposibles
y aquí nosotros con los días
la verdad
apenas un siempre ciego
como una esquina permanente.

436

tu lengua de mármol derretido

437

Vivirte verbo de sol
como un caballo de oro
morder el hospedaje que te vuelcas
en la sonrisa de las flores como las abejas.
Beberte yegua dulce
soldado de pan
en las piedras de la miel
surcarte los ojos de la piel abierta
tildando soledades
y puertos y silencios.
Haberte venido
todos los diluvios fueron en ti para
llegarte

438

Un piano me morderá las manos
para beber el albedrío que caminaron los ciegos.

439

En tus comarcas donde hace
cuevas la música
mis manos viven como la lluvia
que se los hormigueros.
las espadas se envainan en el agua
y el mar late las uñas en los puertos
el gato nos vive para que los vivamos
el acecho feroz te miel la garganta
respondida
amiga nos vinimos.
Ahora que me esperas en el hijo
mis manos van lavando olvido
en la colmena las flores ya no
son distintas.
Tu pecho ya tiene sentido
toda la tierra convocada en la raíz
primera
Ahora que nosotros caminará
sin ser ninguno
ahora que nos existe el testimonio
como el tiempo circular que hay
en los troncos
un rastro numeral de primaveras
ahora (ahora amiga)
arrastro mi canto que no vive solo
como un barco que me salvó hasta la
frente del mar
y mis manos viven
en tus comarcas. donde viento
la música.

440

Yo, es cierto
aquí, hoy
entonces ayer,
y mañana que me espero
como un ciego largo
por la lámpara o la llave día a día

441

nieve de trigo, tu pelo
late como un pájaro muerto

Música de oro agua de sol

442

Los días fui ojos abiertos penetrados.
el mar me subía por la espalda
como las rocas
que se mojan
o se secan
o se arenan
seis veces el ciego
cinco ventanas
y ninguna puerta
cinco ventanas murecidas
y dentro un ciego detenido desde
siempre
Los días fui
La roca cantó las olas con arena
el mar sacudía su inexorable
catalepsia
gato trunco
anónimo dolor de ser sólo en los
muelles.
yo seguiré siendo por los días
hasta que el gato no haya
sido trunco
y flor ya completada,
nunca mar equivocado
ya nunca anónimo dolor
de golondrinas muertas.

443

El mapamundi es una cabeza
con un pañuelo harapiento.

444

pasar una noche solo
con el propio genio.

445

En tu dolor de invernada orografía
mis pájaros irán tildando campanarios
las rutas azules como árboles de niebla
como dulces relámpagos que florecen el pan
tu piel es con flores
y cementerios alegres
manos de espera raíz en cerrojos.
abiertos ojos de sed. agua de madera y música
tibia

446

Para tu tristeza que no me nombra

En los días azules
sin tristeza que te nombre

Me alargo, yo

una medida cualquiera de los días

como un sitio que no eres o
cualquier parte.

Pero si tu tristeza
tu tristeza te asume
destiñiéndote la gente

cegando tus balcones
hacia el nunca
topándote las manos con silencio

Ah! tu ruina de sangre.
tu derrota regular
tierra derogada
la vigilia no fue ida a buscar.

Vas coraza de silencio.
con tu oficio de ser todos los días
y la tristeza te rueda por los ojos
como los caracoles resignados al mar
eternamente.

En tu pelo de musgo mis gorriones no

tendrán catedrales.

pero la miel nos atacará por delante
romperá
como el último pájaro de mar que se
desnuca
y la última gaviota de una tarde
tu boca en sangre

tu boca de gaviota, amiga,
carne de pan
hinchada de luna
como el mar
se desgajará tantas veces
tantas
tantos rostros diferentes
y la sola tristeza
que un poco tiene mi
día sin vez
día cualquiera…
Pero mis manos no enjuagarán
en tu pelo de barro y música
mi melancolía sin campanas
que te da un domingo cualquiera.

447

Subir de los ojos
ah! las alas completadas
en alguna boca que rema
con el plenilunio en la nuca de la
locura.
Mar,

448

En tu estirpe de tierra
mis campanas romperán como los duraznos
Tu mano sangrará gorriones de barro
barro de sangre
Tu mano cíclope en el vientre.
Allí vivirán mis ojos
(como el alma de la luna
que está loca)
como una luna quemada
que guardó antes de la tormenta
su razón en tus guaridas.
Perdóname.
Perdona mi hombría
no pude sernos
el hijo sin sangre.
En la frente de tus manos
techo de madera y leche
mi beso se arrodilla
como un árbol.
Un rey
tributo sobre la tierra
por tanta saciedad recogida.
Ahora
la historia nos espera.
los rostros nos repetirán hasta diluirnos
Los rostros acechan en el tiempo del hijo.
Ven madre,
amiga de mis manos
Nosotros
A ungir de Dios mi silencio vacío
Tu silencio sobre el mío
es vigilia y plenitud.
Fuimos de la mano hasta tu vientre
y no tuve miedo (sino Dios), de la eternidad.
Tuve Dios amiga
yo también he creado.
Tu telar guarda mis manos
como la tierra gira por los árboles
y los cementerios.
como si todo fuese líquido
y los lugares en proporción
sólo fueran en el exterior que es
una vasija.
Así gira todo dentro de nosotros
Yo dentro de mí
que fijamente soy sólo yo.
mi afuera.
Las veces de los otros.
Dame tus manos
raíces
pájaros
libertad y
libertad.

449

Y hoy está poder encontrarnos
en el mismo día

y hoy esta sola existencia

(como una lámpara lejana que va)

porque el tiempo nos pasa

450

Espiga
amiga
nave de pan

En las raíces se queda la esencia
con la tierra
yo voy a la miel

pastor de silencio
éstas son mis palabras

Nave de pan

garza azul

y yo persiguiendo en el

insomnio

alguna estrella que nombrarte

apenas abeja
labriego

y larga sed

ahora que soy,

de no haber sido

451

Pero el mundo habla de nosotros

en cada vino caído al hambre de la
tierra
en cada hombre vaciado por la boca de la
guerra
en cada dos y en cada solo de los otros

El mundo habla de nosotros
como hablan los costados que en la
soledad se
cierran

452

tu soledad y tu historia marcha en cada uno

Porque tu historia es mañana y cualquier hombre

que perderá el cualquiera sobre el
nombre

453

…Pero mis palabras eran largas
como los túneles donde el sol duerme de noche
como las manos que esperan en la piel
Tú pasabas preguntando por el día
como un ciego de otra raza
como otra raza
y el sol dormía de noche por tus venas
como un pez ganado a mediodía
para poblar silencios
caían lenguajes como la lluvia
tú te mojabas llover
y no sabías que no entendías
y emprendía tus venas
como un pez que bebía tu tierra boquiabierta
pero la mano boquiabierta
y un ciego de ojos abiertos
esperaban o muertos como un
árbol contra la tarde
…Pero mis palabras eran
como cada cosa
como cada tú
y caminaste sobre el agua
preguntando
qué dolor de la garganta
y nada te buscaba
y tú no encontrabas
pero el agua no te sedienta
porque no muere de ti
aunque tú mueras de sed.
Y mis palabras estaban vacías
como los templos
como los pechos solitarios
como los nidos
como la tierra sin raíces
como los vientres secos
como la piedra labrada sin testigos
como tu ciego.

Entonces
entonces porque sí
ese dolor de palabras

Entonces esa rutina de amamantar raíces
entonces la garganta esperando como
la piedra
entonces todos los símbolos de barro
y todos los epitafios
entonces llovieron
que tú no sabías el hambre,
o simplemente morías en un día.

454

…Que caminar mi mano por tu
pelo
como un cangrejo dulce o azul.

455

Miel de nieve
cuando raíz en el panal de tu pecho
un pez vive de sol
en la raza inaugurada.

456

Porque te yo
una soledad que anduviste
hasta haberme buscado

Hoy sí
te fui tanto tiempo
como el silencio existe en la derrota
de la primera palabra.
Tú sí.
creo en ti

457

Vénganme, las razas me trepan
por la espalda
Latir el mar a la obstinación
eterna.
Lléguenme, los presagios
que me existieron
Ahora la verdad
Siempre no tiene verdad
nunca es una duda para siempre
séanme mañana
los días que decido
como precederlos.

458

He venido a las palabras
como se asumen los pájaros de la
locura
cuando el mundo arrecia

Aquí soy sobre tu sed o
tu día igual
pero nada me muere
como el día sin número que
pasa
por eso vengo con mi sangre,
apenas un palomar en viaje
a recoger tu frío
que tal vez no conoces
Niña de acero
gato bueno
aunque el mundo te exista
como eres de verdad.

…y en tu mano ritual
apenas pájaro
la libertad
como el mar una vez
en cada golondrina.

Yo no remaré como la luna
pastor de tu corazón en marea
pero viviré un hueco de tu
silencio
donde dije
gato de niña

apenas un acero
en golondrina.
porque hoy, un día que me sale
de los ojos.

459

Y nadaré tu pelo
música de madera
espuma de pianos derretidos
bajando la cadena subterránea de la espalda
Mis manos, dulces cangrejos
roncas como las nueces
te serán la piel
como la tierra existe en las raíces.
Ah! nuestras manos
raíces, (manos en sed)
raspándonos la ruta de los ciegos
hasta poblarnos de gritos calientes
las guaridas
hasta volcarnos estrellas en las gargantas
descifradas
hasta aunarnos las fieras
hasta bolsillo hospitalario el cubil de
espanto ritual.
existidos de sol
emergidos de himnos
convocados en el cerrojo sagrado que nos
responde un espejo
arrastrándonos las lenguas del pelo
como a una fiera muerta, derrotada
con el barco entre los dientes
y los ojos plenilunios en el vientre de los
caracoles.
Ah! el mar
obstinado de dulce furia
y la luna que lo empuja.
arrinconados en la locura que nos
emerge sirenas
agua caliente de sirenas
y violines que la savia diluye
como una sombra pesada
como un sol que se nos clava entre las manos.
…..
Laten los barcos subsistidos
existidos de tormentas
en el aleteo del mar contra las murallas
de los últimos pájaros
ajustándose en los árboles.

460

Ah! tu pelo
piano derretido del ciego
en naufragio
emigraré tu locura
como los pájaros que recorren
la fiebre de la tierra
para habitar un caracol
como el mar que se quedó latiendo.

Como la lluvia que recoge su piel
sobre los techos
te iré tu cara
cóndor de piedra
y pan.
lloviendo
estarme los ojos en tus
hormigueros

461

Si mi voz se congela un día como un árbol
lleva tu cansancio de diluvios acortados
a vivir el latido de las últimas frutas.
Todo siempre
por eso gira mañana la savia en los
higos madurados para todavía siempre.

462

y el rumor de las
estrellas que tiemblan
como los grillos

463

Se puso caretas sin contar
y luego no supo cuál era
su cara.

464

A los treinta años no existe el
derecho de estar derrotado.

465

A quien vaya
la soledad es espera

466

Para buscarte, me enhebraré a la tierra
como la lluvia en los hormigueros
hasta abrir una estrella en cada gruta.

467

Basta Dios de imaginarme

468

Estame amiga
como el águila que falté

469

tu mano,
gorrión de pan y sangre

tu boca de gaviota
ala de sandía
una tarde de trigo
late como un náufrago
(como un techo y lluvia)
puerta o pájaro de vino y sangre

470

tus muslos de pan y leche
madera y leche.

471

Como el águila que falté
mi libertad lunará tu
ciego
en la noche que llega por adentro
como el águila que seré, tu soledad.

472

En tu pelo
musgo de barro y miel
mis manos son un largo silencio
que no lavé nunca.
Amiga
porque hoy,
de mi ausencia larga.
Tal vez mañana no nos guarda
pero la verdad es lo que queda atrás.
Camina conmigo
La historia nos sale de los pies.
No me busques en la frente.
Nosotros es tu mano
y frío una tristeza
basta la lluvia para la casa de los pájaros.
El mundo llueve amiga
Ven tu mano de paloma
algún día que quieras entrar
Nosotros es hoy cualquier día
que me toques los ojos como antes
(como siempre) aunque nunca
Tal vez mañana no nos guarda.
pero mañana es siempre todavía
No tenemos cerrojos
pero el miedo nos cierra
Nosotros somos mañana
compañera ven,
vamos al hijo.

473

tu corazón, pájaro de luna
quemada en el albedrío
infinito
redondo de la sangre remará

474

Ésta, amigas, no es la primera vez que las recuerdo, ni la primera que escribo que las recuerdo. Creo que el olvido es lo único que puede pertenecer a alguien íntegramente sin que sea necesario la comunicación. En cambio, el recuerdo no puede pertenecer a uno solo incomunicativamente, desde la ingratitud. Aquí estoy para ser menos ingrato, para no ser silencio también mañana. Aquí estoy, queridas amigas, para decirles simplemente eso, queridas amigas.

475

Barro de barro y luna
centauro de pez y ciego
ariete empecinado
en hacer mar un animal dormido
azul

476

…y los niños de naranja
como dorados asesinos
en el vino giratorio
nos duelen el espanto del veneno
humano

477

Un día empieza siempre
ahora
mañana me espera de las manos
como un hacia
que ahora sí nunca es posible.

478

Tu luna que nada es un grito
que te caía por la espalda

pelo vivo de pájaros muertos
infinita mano de música

479

En el donde de un día cualquiera
me tú
como un caracol sonoro a silencio
que cualquier voz
cuando un día nunca, nunca.
Allí nosotros
barro de sangre adentro
cuando los hormigueros del
miedo
y el sol llovido.
ya nunca. nunca.

480

Nos vinimos como los ciegos
a testigos en el sol que nosotros.
ahora ya
apenas pero sí
la tierra de nosotros sangra
o llora
o canta.
ahora éramos
porque el siempre es
somos
porque ya nosotros
porque barro en miel
Porque ya los otros
porque ahora el miedo de no habernos
sido
pero más el pan y la verdad
y el himno
que nos vamos
porque ya vinimos pan
porque ya
fuimos
amiga amiga yo
que nos nosotros.
EXISTIMOS

481

Para tu boca
gaviota en sangre
remaré el beso que nos emigra
hasta la locura conquistada.
Pulsa la locura de los hombres
Amor
mujer de trigo
que te espero en el hijo
para que sepamos quién soy.
Y en la hora de llamarme
mí es tú
como un camino que tallé en
la tierra
hasta llegarte.

482

Un día tengo tus días
por eso ahora que eres la lejanía
puedo buscarte.
Mañana es nosotros que pasamos
a buscar la vez.
Mañana es nosotros
que nos esperamos el día
Mis palabras siempre tendrán
mi voz
déjame cantarte como los caracoles.
el mar se reparte en mi actitud
de espacio
Pero ya no soy sólo la piel de las palabras
Mañana es nosotros poblados en el día
He venido a las palabras
para buscarte mañana

483

sobre la aburrida soledad
de tus playas sin barcos.
Un día
amiga mañana
morderá mi naufragio
la última rebelión
Entonces emergeré de tu silencio
como una nave crecida
de tu garganta en canto.
Tus manos subirán como raíces
buzos en la tierra
hasta hacerse libertad
en los pájaros que te pueblan
las espaldas.
Pero yo,
mis raíces
manos en sed.
bebiendo la beatitud de tu arena
vacío el miedo
de vivir el espejismo
me creeré
testigo al fin
atestiguado…
Que el designio quedó atrás
en golondrina
y la raza que nos esperaba el día
nos habrá ungido en el águila
que nos irá cantando.

484

Óyeme compañera
mi ciego te anda buscando
haciendo los días
hasta llegar al tiempo.
La espera es larga hasta la historia
…Entonces el alma pasaba
ungida de mujer.
tú,
cisne de trigo y pan
venías andando los días
y el ciego se abrió.
Ahora
¿qué puede decir nunca?
Si el tiempo de buscarte
termina en tu sombra
Yo treparé
por tu talón
como una hiedra
el tesón vertical
de poblarte los ojos
que la soledad no existe.
Yo
¡óyelo bien!
ando existiéndote un poco
Tanteándote la lejanía que no sabes
que no sabrás,
hasta el náufrago
cayéndote en los ojos
para existir una
estrella.
Yo
¡cómelo como la tierra!
tejí una raíz
para crecerte
ininmposible
y volcarme por tus ojos
(como ahora emerges)
hasta nosotros
en el día que nos esperamos.

485

No puedo más que recurrir a
este apenas «gorrión mensajero».
Detrás seguirán los otros.
Es una especie de peregrinación.
Será.
Hoy, por el apuro. O por estúpido
me dejé el cuaderno de etcétera
en casa. Allí quedaste. O lo que
tenía.
Ahora esto. Pero mañana.
Perdón o Por favor.
La culpa no tiene basta.
Por eso el perdón me sobraría
en vos.
Yo sigo siendo culpable
Hasta mañana
Yo también.
Por eso, algún día. o tal vez
No es difícil si será.
si no es nunca. Nada.
Hasta mañana. Mañana
es siempre.
Pero mañana las palomas
sobre el rastro de los pájaros de barro.
Un día entiendes
Mañana.

486

Ésta me amiga
como el águila que falté
ahora que existimos
y el nunca nos tiene libertad

487

esperar es valorarse menos
que lo que se espera o.

488

A la música le decía: la danza
de las líquidas serpientes
azules.

489

olvídame azul porque el recuerdo de los
que no existieron es una mano de silencio
pero guárdame el día.
yo soy un poco
la soledad que llevas
de todos los que no fueron nosotros
contigo.
yo soy nunca
un dolor de nombre en carne
que no tiene lugar para tu historia
Por eso guárdame el día
tanta soledad
se olvida con un rostro solo.

y el olvido azul que me serás
como la tristeza
siempre más adentro de los
hombres
que te queda sonando con las manos

amiga
amiga corta como las esquinas
te andan sonando los costados de los hombres

Pero la historia
es la verdad que ya no podemos

490

Debía conformarme
Allí estaba ella
tendiéndonos mi desorbitada impotencia
de palabras
abarcándolo todo
con actitud de infinito
respirándolo todo
como el último silencio.
Tal vez no sea que a veces
van más allá de las palabras,
la piel y los ojos.
Tal vez sea que somos mucho más
la piel y los ojos
y nuestros gestos grotescos
porque nos movemos.
Pero allí estábamos
midiendo el asombro
de trasponer infinitos
mucho más de gritarnos con gestos espantosos
que morimos por afuera
Y nos mirábamos
no nos alcanzaba
flotarnos la piel de los ojos
poblarnos el pobre testimonio
tocarnos los números vacíos.
Ella se movía
como era.
Somos distintos al movernos.
Pero nos paseábamos desmesuradamente
por el lenguaje sin lenguaje que
nos entramos.
Ahora yo escribo eso mismo
porque después sólo puedo todo
palabras.
No nos es dado medirnos lenguajes con los perros,
pero como con mi perra.
Todo es más contigo.
Porque habitamos más en
el silencio.
Y nos bastamos en la imagen.
Aunque me sienta grotesco
moviéndome palabras
y diciéndote que no te digo nada.
que como mi perra.
que mucho más te quiero
y nos somos que cualquier otra
cosa.
Y no olvides
que todo lo que no haya dicho
no ha sido inexistencia nuestra
sino silencio
porque todo lo que callamos
tiene palabras
pero las desborda
y por eso cuando nada te sea
ya te amaré infinitamente.

491

Quiero que sonrías tus manos.
porque cuando nos amamos,
somos de cosas hermosas.

492

Puedo regalarte todas las palabras,
pero cómo decir sin romperlo,
que te regalo el silencio.

493

Esta noche, no necesito amarte para decirte
amor, amor.
Busco las sombras del silencio
para ordenar las nuevas palabras
sobre los rostros nuevos.
El silencio es un fugaz o un eterno
territorio
donde se puede derivar sin rumbo
y cualquier puerto está en cualquier lugar
al otro lado.
Es una hora, como la mañana,
en que las abejas del verso
tejen con el polen de tus imágenes
el tibio y frío recuerdo.
Tienes algo de miel y algo de flor,
y eres abeja
y eres la mañana y el polen
y el rito de la miel de vidrio derretido
silvestre y dorada como las abejas contra
el alba.

494

Esta noche la música se arrastra pesada y resbalosa como un
tul que arrolla. Ésta es música recién descubierta, no se copia de su
propio nombre. Nadie podrá recogerla.

495

En los suburbios laterales de esta noche, corren ríos subterráneos del
silencio. El silencio está constelado de grillos, o de chispas sonoras
o de lluvia deletreada. Las cigarras chisporrotean, tal vez titilan.
La música impregna el aire, como un aroma melancólico.
Desde esta noche a mí no hay música. Lo sé. De mí a la noche
yo escucho la música de esta noche. Pero no puedo estar seguro.
La música es mía. Pero tal vez no la ponga yo.

496

Cuando regrese de mi alma, pequeña y niña, recogeré de sus ríos
calientes algún caracol que guarde perpetuas, las olas de la música,
engarzadas en un rincón, como el mar.

497

cuando yo te habite madurará tu saliva
savia de sol que entonces llevabas dentro

498

Porque somos tiempo y no podemos quedarnos detenidos y entonces para que en realidad tiempo nos vamos cambiando en las cosas y vos te despertás en ojos nuevos en mi tiempo que aquí es nunca y por eso esta carta es como viajarme por dentro preguntándome como por cualquier algún viaje, porque vos nunca.

499

En la manifestación el genio está en el receptor que comprende. Genio es dinámico. Lo manifestado es estático. La manifestación no es en sí genialidad, sino estructura. Para el genio no es menester el testimonio.

500

Para pensar en ti buscaré entre las uvas de la espuma
alguna de sonoros silencios
—para que puedas mirarme desde el
pensamiento—
te haré los ojos huecos, con burbujas
porque los tienes infinitos
con acceso a la mañana

501

Con tu sola vez hice un recuerdo
han bastado tus primeras cosas
, ahora amor mío,
de aquella última vez, primera.

502

la lluvia
crepita, chisporrotea.

503

Grito contra la noche,
como blandiendo un grito
enarbolando una antorcha para
amedrentar las sombras del silencio
y asesto un beso en un fantasma repudiado
y una feroz estocada
es un solo mástil contra la tarde
bato las alas, como olas,
remo,
como un murciélago sordo
que busca una salida
y las hélices de los brazos,
como un molino borracho,
ya tienen maduro el estertor
con que temblar y gemir
cuando la locura duerma.

504

Anoche mis manos, garabatearon
pájaros inválidos
—como tanta lluvia caída sin testigo—
no sabrás que lloré.

505

Como un murciélago ciego busco el acceso a la mañana
de este pozo de sombras.
Es la hora de nacer y el primer miedo
me asalta, despavorido como una campana loca,
cuando el vientre candado no se abre
Empozado en el último rincón inaccesible
como en una gruta que se ajusta, con mi solo
tamaño, a la espalda quizás el sol emite
la mañana, pero la noche está disuelta en
la mirada como un párpado infranqueable,
más extenso que mis pasos
y el silencio estruenda y no me deja tal vez oír
las quizás palabras.
A lo mejor todos se van decepcionados
por mi coraza de pozo, con sus preguntas
vacías y mi silencio en las manos,
y yo que no los supe llegados,
los ignoro también partidos y vencidos.

506

Aunque tengo miedo de
perderte aquí donde
te estoy queriendo
te deseo ayer donde
no estás conmigo

507

Definida alguna cosa, cualquier otra existe relativamente, pero si cierro un hombre cinco veces qué testimonio de ser tiene, el inefable absoluto.

508

Quiero morder el último rincón arrumbado,
en tu soledad de tubo,
arrancarte el silencio como un vampiro lento e
inexorable,
y erigir una bandera de agua en tu desierto,
como un cerrojo eterno a tus altares solariegos.
Quiero extirpar de tu madera,
el olor a savia viejo
como lavando el tonel de tu alma,
para amputar el vaho a vino,
y dejar tu sótano enmañanecido,
con una clausura de ceniza
sobre la humedad de tanto tiempo.

No siempre puedes parecerte a ti,
por eso tengo miedo que vengas a romper
tu imagen, como un impostor evidente.
Cuando culmine el orgasmo de tu misa,
podrás pasar sin miedo,
antes no. Podría volverme, ateo de mí mismo.
Deja tu imagen como una soledad depositada.
«Aquí falta algo», diré.
Y recordaré que tú eres la única
llave para el candado,
como una mano única del guante.
¡Qué importa que nunca seas guante!
Sabré de qué estoy solo,
y podré poner tu nombre,
como un ara,
de mi dogma ritual
de solitario.

509

Tú tienes un silencio de muelle solitario
como la savia clausurada de tu
madera.
Eres como una cruz sin ritos y
sin dogmas,
como un templo cerrado,
como un altar o un ara sin fe.
Tienes la soledad de una luna
cuando ya todo el mundo se
ha dormido.
Y allí donde has quedado,
callas suavemente
sin hacer preguntas al silencio.

510

Lo simple es lo más fácil de conocer aunque no más fácil de descubrir.

511

Debo poner una víspera en mi ahora

512
REFUGIO

Hoy diré palabras que no nombran cosas
inaugurando tal vez la mentira
o buscando más allá la carne de un nombre
no aprendido.
Puedo abrir mejor de par en par mi clausura
sin testigos
ventilar de sol mi garganta de túnel
y hacer de una guarida dos espaldas
sin miedo de morir sin un aviso.

513

El hambre ahueca
Las vísceras hacen buches de música
caliente, de vergüenza o miedo.

514

Me afanaba en tejerte la poesía como alfombra
para que tú caminaras sin hollarte las plantas

515

Con tu mano entre las manos, tiernamente
acurrucada

516

las gárgaras de arena de las cigarras

517

La mano en el espejo se me vuelve zurda.

518

La hebra digital de la guitarra

519

Gotas de guitarra como la lluvia
en los techos de lata.

520

las estrellas tintinean

521

Las uvas que gotea la guitarra

522

A la hora de recordarte, acomodo las mejores cosas
sobre tu nombre, para poder pensarte.
Alguna vez no fuiste muy hermosa, pero te
agregué tu propia belleza,
ya la había aprendido de ti,
¿qué importaba que un día no fueras hermosa?
Yo te amaba tibiamente,
como esas cosas que se hacen fácilmente
como ser de una manera o estar en silencio
o rezar.
Desde ti emergía un túnel para
que los húmedos murciélagos no
interrumpieran palomas.
Todo lo tenías de alguna manera,
como una ventana
y yo aprendí sobre tu cántaro
a callar
como contando lluvias
sobre el agua antigua que me remedaba
Podríamos habernos dado la mano
cotidiana
y guardarnos toda la inmensa mañana
de las plazas
Todo se volvía fácil contigo
como descifrar la música ignota sobre un
piano laberinto, y la adivinábamos.
Podríamos habernos mirado ritualmente
y como constantes extraños cada vez menos extraños
Podríamos habernos amado al margen de las
cosas que envejecen
Habernos abonado al silencio
como a un lento país donde no hay lejanía
para las palabras en voz baja.
Podríamos haber callado con el mismo silencio
Pero buscamos la forma de recordarnos
tristemente.
Por eso a la hora de recordarte
busco las cosas de mi tristeza
y te construyo fácilmente como eras.

523

En los rincones de tu mano de paloma
mordía el halcónico amor de
mi mano de mandíbula
En el vértice apretado bebía tus
intensas mariposas liberadas
y tiritabas como las estrellas y ni el
frío ni el temor te alcanzaban

524

El frío me limita.
Desde allí soy solo

525

Luego de indagar sabemos que aprendimos poco. Suspendemos el juicio. Luego dudamos de todo.

526

Mi corazón de pupila isla anillado por el
candado de un iris de silencio.
Soy un oído que no ha podido comprobarse

527

La metáfora es una comparación sin término comparativo.

528

se le hizo un ombligo al río
infinito centrífugo o
remanso.

529

No me importa contar las aspas de las flores
son molinos quietos
o vanas veces de molinos encimadas

530

Yo entré con una antorcha en tus pasillos
y cayó en la leña de tu vientre
una palabra de fuego que te llenó de ecos
de incendio
por los intersticios de tus vértices
escucho el humo lento del perfume vegetal
y asciende a tus chimeneas el humo lleno
de imágenes
Y tú me preguntas ¿nos quieres?

531

buzo de mi silencio

532

La lluvia como un escalofrío del mundo.

533

con un caracol de corazón coronado de
espuma como un nido arrinconado
entre las ramas de un libro.

534

te soy.

535

Estoy sentado a un cauce esperando un río
pero la poesía no pasa por aquí
yo te hice una corona de palabras
con los corales que me habló el silencio
y tú tomas el ramo de peces de mi anzuelo
como peinando música
¿Qué importa que aquí no pase un río?
si tú tomas las piedras y las empaneces.

536

música ácida agria desafinada

537

Acantilando gritos hacia el cielo
como desesperados anzuelos
vuelvo con la sal de las estrellas
como un perfume de corales
enredada en las venas de mis redes
como un eco de mar.
Los ojos como caracoles conservan
el himno de la noche disuelto
como un sabor en la carne del
silencio.

538

He quedado. Por eso estoy solo
como el último en morir.
Todo he perdido.
Nada es solo, todo es desolado,

539

Todo nuestro conocimiento es de fenómenos, pero no podemos conocer las cosas en sí.

540

Tu pelo de infinitas guitarras relajadas
tu pelo relajado
lacio
me gusta enjuagar mi silencio en música
dulce y tibio como los violines
hebras de música

541

Y la mañana me entra por la boca,
tibia o gris
dorada o espesa
como los lentos o quietos silencios sin costas
avisadas

542

El agua coagulada de los vidrios.

543

Tu pelo como el helecho

544

Descubrí un sitio
donde mirar el tiempo
me quedé ciego.
sigo parado en el hambre
penetrándome la vida que me señala.
Aquí te llamo
con la garganta en grito del soldado muerto
con la actitud de sed de las estrellas
cuando comprendo
que el cielo es hacia este lado.
Algo me recuerda tus dulces orgullos
y hago gestos con el silencio
como moldeando un muñeco
de música
para poblar tus manos.

545

Ahora me paro al silencio
para hacerte sombra con las palabras
todo fluye
todo fluye desde nosotros
todo fluye a nosotros.
Todo lo que podemos es también los otros
porque lo que puedas es tú
lo que yo pueda en ti eres tú,
porque paso a buscarte el amor,
a mirarme en tus estanques
a repartirme por tu silencio
como una lámpara,
pero la imagen me esperaba
como hallarte es decir siempre
porque eras desde siempre,
por eso yo soy cualquiera
pero ahora que el nadie nos señala
¡óyelo bien! debemos luchar
por este hambre
porque cada tiempo tiene su
propia sangre,
Éste es el camino.
Por eso no me duelen otras primaveras
y no deben dolerte los días que te vine.
Aquí somos.
Lo demás es nunca.
Mañana nos alcanza por mañana
pero hoy volcamos esta sangre.
¡De qué vale callar sólo porque
mañana serán otras palabras!
ya lo sabemos.
Cualquiera es tu costado.
El amor es siempre tú.
Pero ahora tiene tus manos.
Tu hijo va sonando en cualquier
hombre,
pero ahora que asistimos al mismo
hambre
yo también traigo las estrellas.
Ya lo ves.
somos infinitos.
y somos cortos como el número
Terminamos en las rosas.
nuestra voz queda bajo tierra.
Todo tiempo nos excede.
Nada nos salimos totalmente.
ni siquiera gritando las palabras
que inventamos.
Pero hay algo nuestro.
El día que somos.
Tú eres una mujer.
una historia.
El tiempo es nuestro.
Hoy es el amor y nos toca los ojos.
Siempre será igual.
Tu beso es cualquier
boca.
Pero aunque vengamos de la tierra
podemos crecer como un árbol
gritado por la tierra
y envolverlo todo,
y sacudirnos las estrellas que nos
hombres
para probarnos que somos cualquiera
pero nadie como nosotros.

Éste es el amor.
Esta voz vacía que nos volvemos
palabras.
Este dolor de ser felices
Esta humana obediencia de ser hombres.
Pero dime
desde nuestra impotencia
qué otra cosa podemos que nosotros.
Tu libertad, tu infinita libertad
cómo poderla sin ser siempre tú.
¿y somos libres de nosotros mismos?
Llevamos el infinito por adentro
pero somos cosas
somos todas las cosas que nos
señalan.
Tu cuerpo que gira diariamente
penetrados
porque somos animales de agua
y día a día cambiamos
y seguimos siendo nosotros.
Nos sentimos pequeños de descubrir
cosas grandes.
Somos gigantes
desmesurados como el silencio
porque podremos reírnos en las
flores
y mezclarnos con la tierra
pueden quemarnos,
y separarnos infinitamente
como el humo
pero nadie podrá decir dónde
ha quemado el amor.

546

Si bastan mis ojos para tu belleza
si para el amor basta
señalar la imagen

547

la lluvia de la soledad me está haciendo
barro en los huesos.

548

Pero el relámpago de savia te va
sonando el hambre bajo
tu tierra de pan
tu grito es el último silencio
y yo no puedo morirte
nada más que por nunca
inimposible siempre de historia
vacía.
¿Sólo por eso derretirme las manos
a silencio?

En tu sien romperá mi costado,
tantas veces azul
como hayas muelle

Tus ojos me vendrán con las gargantas abiertas
grito de ciegos surgidos en la nada.
y te pondrás la sonrisa
campanario en el cuello
convocada al día
como todas las locuras en
el espejismo de creer que viven
jugar al ajedrez con nuestros
propios sueños y cada hombre
que inventamos
teje también su juego.

Y nos topamos con el mundo
y en el delirio ciego
de pensar que el ahora de todos
es el mismo momento.
Soledad es eso
el destiempo terrible
de estar a la deriva en el tiempo
perdidos sin salida
como quedar existiendo
sin salida en algún sueño

549

El error del que mal sabe
es saber al ignorante

550

me caí al cielo

551

el frío brilla de
chispas

552

Ahora que nosotros
el nunca se destapa un rostro
esperar es una manera de buscar
por eso rompemos un costado en otro
como el mar en la tierra
como la tierra en el mar.
la profecía nos vino buscando
qué más da si el destino es lo que queda
después de haber pasado
ahora el destino era
implacable rumbo
de hacer historia siempre
como el camino que se deje
y el tiempo que nos hubo.
Ahora, amiga ahora
el nunca que seremos tanto
el siempre que siempre nos vamos
nos vino hasta la hora
en la raíz del canto.

553

Al sur de tu sangre
desclavo la raíz de mi canto
como ir a buscarme la noche en
una mano
O la imagen que es tu sitio
de vigilia sin cerrojo
tu acecho incansable porque
tu costado es alguien en alguna parte
alguien que recoja
su historia por tus días

554

fruta mineral. luna vegetal
luna frutal

555

Remanso de tu vientre
remanso de tu oreja.

556

no hay derecho de estimular el equívoco de
la gente.

557

…pero éste es el canto que sigue siempre
y no se repite…

558

En el atrio de tu cuerpo
pájaro muerto a boca
abierta
el grito que te invade
tiembla en la estrella
de tus sienes.

559
A MI FAMILIA

Mi estirpe numeral
mi verdad reglamentaria
mi cotidianía regular que
me doy asco…
(Soy libre como el viento
en el atroz infinito
de una casa)

560

Somos más extensos que todas
las palabras
somos de verdad pero sólo
las palabras con
que andamos tapándonos la
soledad que nos acusa
tu soledad es algún hombre en alguna
parte
algún día tal vez por tus lugares
en el destiempo feroz de no
encontrarse
y que ciego sobrellevas
no saberlo
que ciego te destierra ya
de todos los costados
te asume el nunca
de todas las palabras que te
viven silencio

561

El canto turbio del silencio
caliente
un canto suburbial de olor
a gatos
la gente pasa poblándome
los sueños
el testimonio regular de
ser sin nombre
sin donde

562

Y tu pecho frutal
mansos volcanes de nieve
caliente
de tus ojos emergen cerrojos descalzos
la lava de savia irrumpe el caracol
vivido

563

Pájaro de raíz una flor te cae de los
ojos,
mi beso se dormirá en tus pies
pájaros de raíz como una flor
me caigo de tus propios ojos
Barco de sangre
naufragio en sombras
el remanso de silencio
que te luna en el acecho
un ciego iluminado
Morir de sombras dentro de la
luz
piano ciego
tu madera derretida a
música

564

tú no eras ni estabas fea
yo te estaba fea.

565

tiritarme entre los dedos
los grillos que te espuman en el pubis.

566

Nos pasó el día por los ojos
nidos de silencio
nos ahuecaron las manos
el nunca nos dio un rostro

567

Cuando el tiempo nos pase
como el fuego va sobre la pólvora
ayer es siempre ceniza

568

como un pájaro de espiga.

569

Pero estamos convocados en el día que nos
existe.
ayer es un mañana sin
después
nada quedará por nosotros.
y nos vamos alargando la ceniza

570

Nos pasó el día por los ojos. nidos de
silencio nos ahuecaron las manos
el nunca nos dio un rostro
para echarnos a la espalda
tanto nunca que se ignora
tanto se abre en un
instante
todo el silencio convocado
todo el costado que partirá
con la soledad nombrada
todo el hambre que se vuelca en
la mirada
en la primera raíz asume su verdad
toda la tierra.
Pero nunca nos invade
nos topa el mundo
la hora inexorable
nos obliga
la estirpe numeral que nos
devora
y alargamos las cenizas
con un muelle más
una historia vacía que ya es
nuestra
y la pobreza
de sólo encontrarnos
de no poder buscarnos
como ciegos.

571

Estás muriendo la hembra
en el cerrojo de acecho que te vive
estás muriendo la tierra
a ciego y miel rota
en tu garganta de espera

572

Si yo no fuera yo y vos no fueras vos
Juan estaría enamorado de Juana.

573

flor de caracol tu oreja
y la pequeña oreja que arrojo al medio de tu vientre.

574

Por tu espiga (barco de estrellas y grillos
derretidos)
mi savia azul
trepa íntima hiedra, relámpago
de la sangre vertical

575

Remontaré tu sangre como un expedicion-
ario en tus túneles iluminaré animales
clausurados abriré ciegos,
en cada antorcha arderá un grito
caliente
toda tu sombra acudida en una
lámpara
En la sien azul tiritarán grillos
de nieve
tú dirás cielo yo atinaré estrellas
en la sien azul tiembla la
rama como una paloma redonda
El agua viene cantando desde la
historia
serte un día un rostro que ya
no cualquiera existiendo tu
mirada.
La luna azuza el mar topaje
invacional de la lluvia
enguantada en un hormiguero
late el topo
vena de sombra embestida
ariete de toro
vena calada en sombra
águila vertida en música
dolor occipital de nunca
el antes es siempre en un día
cualquiera

576

Faltar en la medida de un llamado es no acudir, o a veces mucho más, seguir siendo necesitado; pero faltar en la medida de uno mismo, es ser insustituible, es dejar un silencio que no se llena con otras palabras. Jaron, qué lástima que no vinieras.
Últimamente pienso que se puede decir qué lástima cuando no hemos tenido más, pero que sería más justo el qué suerte, aun por haber tenido lo que fuera poco.
Qué suerte que somos amigos Jaron, que nos somos, porque es como llevar remontada la ausencia siempre. Ese lugar que es el sitio para cada uno y que en nosotros (qué suerte) no tiene días. Siempre faltamos, siempre estamos. Siempre sabemos que faltamos y que estamos.
Por eso Jaron qué suerte, aunque no hayas venido, aunque la ausencia duela un poco como una presencia vacía porque ya es una soledad que tiene sentido.

Faltar es estarnos en los otros
como un muelle de vigilia defraudada.
Tal vez yo no te esperara
tal vez sea eso comprenderte
Pero la sonrisa era un barco de
oro
pero estaba rota por la proa
por allí me fui desangrando
flores
como te desbordan racimos de
palabras que tú vives que tú
existes.
Por eso Jaron qué suerte
que el 5 de agosto
para saber que no estabas.
y que sí

577

Tu grito mineral

578

Tantos siglos en el instante que está fuera
del número

579

Por tu pelo pájaro de sol y trigo
voy lavando los recodos de mis manos
tantos ciegos me vacío
tantos peces numerales caen como
estrellas en nieve
Tanto vuelo en tu ciudad de barco
tanto sol enderezo en mis esquinas

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

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