Hoy digo amor, la palabra hinchada como un barco (Libro)

Hoy digo amor, la palabra hinchada como un barco (Libro)

Hoy digo amor, la palabra hinchada como un barco

(POEMAS)

1
MANERA DE MUERTA

Soñé que me forraba un abrazo
y me desperté enmangando las fauces
de mi soledad

OTROS SILENCIOS

OPACA AFONÍA. ACÚSTICO SILENCIO

2

Lloré que todo lo veía con hache.

3

A veces los techos húmedos de mi
soledad se descascaran
Y el silencio lleno de polvo se va achatando con
el peso de las palabras que se desvanecen
antes de mí

Yo no sé que las voces se deshila-
chan hacia mí pero no hasta

De las palabras sé que las ignoro
De mí sé que mi contorno
completo me acoraza
Mi insoledad impresentible me
sorprenderá
la burbuja de oscuridad
que me circunscribe reventará
de mañana
Y chorrearán tus dedos
sobre mi piel árida
y se despellejará el anonimato
de mi forma
y tú amputarás las costras
de soledad que me queden
pegadas muertas
como una mano que me
mordiera con su ya eterna
manera de muerta

4

Entonces tú habrás quedado
quieta de sal y espalda
en el borde de la tarde
los últimos rostros se apagarán
a los dos lados de la distancia la lejanía
como obstinar un barco en el horizonte
en el delirio
o el hambre de los últimos ojos.
entonces en cualquier rincón de tu sangre
el silencio te llamará a los ojos
por donde te entraste sal
porque después del silencio
(porque mañana es siempre todavía)
las palabras florecen de los rostros
en los días nuevos.
La tristeza es hoy
todo es hoy
porque mañana nunca me
reconozco.

5

A veces te pienso
dormida
(porque siempre te pienso cosas fáciles)
en una playa cualquiera
—nunca escribía cualquier cosa—
lacia como un pájaro
tu boca de gaviota como un puerto vacío
y yo llego
(en los sueños hago lo que quiero)
pienso que tus ojos cerrados se parecen
a redondas flores de silencio
y te los beso
o busco no sé qué polen
en mi ciega sed de zángano
y no te despiertas
y juego entonces
como enjuagándome las manos del mundo
en tu pelo ronco de arena
y te miro la boca
como una gaviota frutal
tu boca lacia en la mansedumbre del
silencio.
Cuando hayas leído esto
sabrás que ni siquiera en sueños
bajo a beberte la sonrisa.

6

Hay un rincón remoto donde el corazón
tiene pasos más que en la sangre.
Un lugar que está detrás de las gargantas
donde se grita el viento
tras las vertientes que guardan
las ruecas de la música
Un lugar agazapado tras los telares
que descansa como el misterio
remoto de la vida
tras las glándulas que emiten los
silencios
son pequeñas pupilas, como guitarras
de ternura,
Son los vientres donde se hilan
las sombras fantásticas de la felicidad
donde van rostros y voces ojos
manos
a convertirse en llaves que descifren
los candados de las almas,
Donde humean las mentes de los
que sueñan en recorrer el itinerario
de los sueños a descubrir la
melodía de las verdaderas ilusiones.
Hay un lugar que es como el
canto infinito del gesto de los
ojos
Donde los embriones de amor tienen
una copa de poesía
para beberla simplemente como la tibieza
de una mano.

7

Tus manos suenan a flor
como los caracoles
y un día echaré a beber el rumbo redondo de mis manos
(la fatiga del pájaro errante)
en tus manos de caracol
Doblaré recodos en tu garganta
Hasta encontrar mi cruz o primavera
entre el mundo que te has tragado
como una ciudad submarina.
Entonces te remontaré las horas
como un náufrago en delirio
buscándonos el canto o el embrión del canto
en el íntimo rincón del caracol
Allí nos viviremos
como emprendiéndonos
como suicidándonos un poco
pero dulcemente,
en el olvido que extendemos a la espalda.
¿Cómo podríamos no tener antes?
Y sin embargo diremos por fin,
diremos ahora
sin mentir sin renegar, sin callar
Y sin nombrar ayer.
Sonamos a flor como la tierra.
sonamos a Dios y a tiempo
como los cementerios o los vientres
(sólo un ciego de por medio).
Sonamos a flor como la tierra
e invadiremos
a lluvia y sangre
la soledad que nunca
se cierra del todo
hasta irnos por la flor como la tierra
que ha sido flor alguna vez en todas partes.
Echa tus manos aunque te duela el día
detrás de toda senda se cierra la tierra
hasta que el olvido ya no duele porque no es recuerdo.

8

Desde el cielo del suelo
nos desmoronamos
hasta el fondo del
cielo en una ascensión
como de burbujas

Los colores de las cosas tienen hoy
el gesto lustroso de los muebles viejos
y desde ellos el olor a antes transpira
como el alma se evapora de los cuerpos
como la mirada se alumbra desde los ojos
y la melodía de las formas curvas
y la monotonía recta
de lo que se conoce en un instante
está rancia de herrumbre
como un canto agrio de
arena y espinas.
Tú eras en tu existencia de espacio
posible de abarcar
y se te agregaba el tal vez de ti,
ocupada
y se arrastraron en tu suelo seco
los harapos de los ríos nunca
cantados desde las bocas de las fuentes
que existen en el alma que por ellas
existe.
Estoy comprobando la raíz del hacha
que nos sesgó
La nube desde donde llovió el
acento que disolvió el diptongo
en que nos tejíamos.
Hicimos un nudo sobre otro,
ciegamente
y los cabos de la cuerda desandaron
aquello en que yació nuestra
lejanía
nuestro beso reversible
se rompió, y supimos entonces
su fragilidad de ceniza
así como el pellejo de brillo
en la madera ayer muda y opaca
se ató en nuestros
costados consecutivos una libertad
inevitable
de nosotros y estamos encarcelados
en esa libertad indesterrable
inabandonable y solitaria
que vimos amanecer poco a poco
en el horizonte de nuestras horas
ya muertas como el buzo que
vuelve desde el fondo del mar.
Y yo aquí estoy apilando la reliquia
de los momentos en que
negábamos este hoy
comprobando el talón de nuestro
abrazo, cerrando los ojos y
viéndote, porque me alzo
desde mis ramas caídas
como un olor vegetal
para besar tu lugar vacío
y velar el tuyo y mi cadáver
de hoy
Y vemos pasar ayer hasta que nos
disolvamos en mis lágrimas
Y nuestro juramento
naufrague en mi llamado
gritado y en el vacío que aturde
mis manos avaras extendidas con la sed eterna
hecha labio en la boca del que murió
de sed.

9

Mi necesidad de ti es
tan grande como tu
existencia por eso
serías suficiente sólo
si pudieras esconderte
en mi conciencia
y dejar la ropa de tu
cuerpo en mis sentidos

10

Y cuando se pronuncia la primera letra
de silencio, yo ignoro si es la pausa
de una coma o si es la semirrecta
decisiva de un punto final;

NAUFRAGARIO

11

De un racimo de lágrimas
haré un rosario

De un racimo de besos hice un rosario
y fui a rezar mi amor ante tu imagen
y fui deletreando mi oración cuenta por cuenta
y me quedó la cruz
y la perdí también
y te crucifiqué
con las tres veces del clavo
y se incendió de estruendos el silencio
Y cayó sobre nosotros un remanso de sueño
hasta que el bosque de voces
enronqueció de callos
y el silencio nos volvió sus vísceras
y se empuñó en el mango de nosotros
y vimos huir una cola de sombra
y quisimos rescatar el humo del sueño
hasta que la espuma de mis
olas se endureció
y dejaron de cantar mis
alas contra
tus muros
y en mi silencio inútil de cruz
de clavos de lanzas y de espinas

Yació involuntario
compendiado en tu carne de vasija
mientras se escurrían
las últimas gotas abrigadas del silencio
el último silencio de los ojos
el último silencio de nuestra lejanía
el último silencio del silencio.

La hora se coaguló en las horas
en este quizás primer momento
del eterno nunca
ignorado
no sé si nuestro sendero
será la semirrecta del humo
y con mi madera se hizo el fuego

Y digo distraídamente
hablaremos mañana de este
segmento triste
mientras
con un racimo de lágrimas
hago un rosario y rezo.

12

Iré a buscarte los días
a poblarte las horas
a urdirte la sangre
como una ciudad nocturna

13

En el barro original
en el barro de sangre original
haremos la colmena
que nos sobreviva
Hay un mar
un mar que un poco somos
y otro poco nos naufraga.
en el punto solitario
donde el mar es un candado azul
de acecho giratorio
construiremos naves que se nos parezcan
que hablen de nosotros.
para echarlas a flotar
sobre el mundo que también
nuestras cenizas.

14

Ya nos estamos remontando el silencio
el acecho nos acorta los ojos por atrás
tenemos la voz cerrada
entre las palabras y el alma
y nos estamos secando
como peces desterrados.
(Ya nos vamos buscando el adelante
cada vez más inmediato)

15

Asómate a mi voz
como a una rama donde están preparados
ya todos los veranos.
Todas las palabras hacen el silencio
como una tierra marina
donde mi insomnio echa redes
de campana.
Asómate a mi voz
como la íntima lluvia
total sobre la tierra
mi garganta de semilla se
desquicia
grito de flor en el cuello de la tierra
Todo será dicho sobre ti
asómate a la tierra
a beberte mis veranos de voz baja.
Mi silencio de caña se destapa
(como un espejo)
esperando los dedos que eres viento
para que abras mis palabras
como un testigo.

16

En el silencio hay cenizas de palabras
como hojas antiguas
Yo tengo que ser pastor de ellas
hacer un rebaño
y retroceder el fuego, el otoño
luego limpiarlas
como a semillas anteriores
cerrar sus ojos atónitos del ahora
y luego untarlas en la tierra
y tejer un árbol
un fruto será el mundo
y yo despertaré en la fruta
para intentar hacer un verso de la vida
ignorando que una vez fui Dios.

17

Creo en ti porque en la noche
aferrado a tu rostro, que amedalla de luna ésa y
todas las noches,
doy la espalda al recodo de mi recelo
y no me importa morir

18

Esta aureola de vacío que me ahorca
a pesar de la tarde rubia
este silencio infinito que me trepa
como una hiedra por los muros del alma,
esta distancia infranqueable
aunque le aseste un grito ya vencido a la lejanía,
todo esto amada mía te propaga,
porque todas tus cosas son mi melancolía,
y esta tarde lenta y pensativa
te deja crecer (como al silencio
el miedo de los ciegos se agiganta)
Y esa manera de ser todas las cosas
como si todo te lo contase con el pensamiento
todo esto, y la hondura de hablarte con silencio,
te vuelven amada, amada mía.

19

Tengo un grito para escrutar los pájaros del eco
dormidos en tus acantilados.
quedarán latiendo con el pulso de las mariposas
que titilan en tus manos.

20

Me descalcé el mundo me cegué los dedos
me desnudé el mundo
cerré cinco ventanas en muro
ciego por ciego
ya sabía silencio
ya sabía negro
por eso silencio negro
por eso todo silencio
y la vigilia en un punto
en silencio de silencio

21

así estuve tanto tiempo
y después así
y siempre de alguna manera
Y nunca la verdad no era otra cosa que como

22

Ahorcó un reloj y las manos
empezaron a girar con los
latidos del reloj muerto
como molinos

23

Manchas de luna llevas en tu pan

24

Tengo la sangre llena de tus pájaros.
y la boca espumosa de piedra y nube

25

Estuve mirando largo rato
el infinito blanco del silencio
con la voz azul de guitarra sin dedos
como una calma sangre para el surco blanco
la voz hacía un remanso por dentro
agazapado el potro del grito de barro
y canté tanto y callé y callé tanto
que el alma se comía las estrellas como un hueco
Era la tristeza estaba la noche de los otros
los gatos del viento peregrinaban su estopa
y yo seguía un poco loco y un poco…
(tal vez nunca sepa cuándo dónde y qué
a esa hora
turbia)
¿Quién recuenta el delirio o la cordura del que solo
no deja ni el testimonio del verso en la locura?

26

Y un pánico anterior de callejones
en la persecución alucinada en el delirio
arrollado por detrás de reflectores
como una ola que rompe al infinito
Suburbial acecho de zaguanes
el paso empujado por navajas
y la duda de morir en los umbrales
o chocar en una esquina con la sombra que me alcanza.

27
FUTUROS RECORRIDOS

Tanto silencio he recorrido
Tanta soledad he sido
que hoy me bastan estas pequeñas cosas.

la soledad callada
Me siento despojado de mi verdad
En el silencio callado de mentiras
Dichas por seres que no callan sin hablar.

Rincon del Poeta

Sigue adelante Jorge

La verdad siempre prevalece

JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

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