Un obscuro callejón

Un obscuro callejón

RiveK

06/01/2021

Desde que nací he visto el mismo barrio, la misma gente, los mismos eventos. En este punto de la vida ya nada me sorprende, si, me sucedió lo mismo que a la mayoría de las personas.

He leido mas de mil y un libros de apreciación de la vida y aprender a verla. Pero simplemente esa magia se extinguió, o al menos eso creía hasta hace poco. Y para ser honesto nunca estuve más equivocado.

Una mañana de lo más común estaba sentado haciendo cosas comunes, el café de siempre, en la taza de siempre con el ánimo de siempre me senté frente al ordenador. Para ser sincero era una mañana bastante fría, lo cual se me hizo demasiado extraño ya que donde vivo usualmente el clima es bastante cálido, lo que me hizo dejar el ordenador de lado e ir a buscar una chaqueta y aprovechar este clima.

Toda mi vida he preferido quedarme en casa haciendo nada, que estar afuera y tener que estar ansioso por volver a mi escritorio. Pero esta vez no fue así. ¿Por qué decidí salir? 

No tengo la menor idea, tal vez quería despejar mi saturada mente o podría darle una definición más «acertada» DESTINO

Una vez fuera comencé a caminar sin rumbo, con un propósito nebuloso. Recorrí la manzana bastante rapido, di unas 5 vueltas y en cada una de ellas veía un callejón, el mismo callejón en el que solía jugar cuando era niño, lo conocía bastante bien y estaba bastante marcado en mi, tanto mental como físicamente mis vivencias en ese pequeño lugar.

No era un demasiado amplio, pero se podía jugar bastante bien en ese lugar, sin macetas que se atravesaran en la trayectoria de tu balón, sin ventanas mal ubicadas sin riesgo a perder tu pelota favorita en algún jardín. A pesar de eso, todas esas memorias vuelven a mi con una sonrisa, sin importar que tan buenas o malas hayan sido en su momento.

Comencé entrando lentamente en aquel pequeño lugar, que tantas vivencias me trajo y me doy cuenta a primera vista, ya no era un callejón lleno de brillo y risas. Lo primero que se topó con mis zapatos fue una bolsa llena de basura y entre más entraba era peor. Un pésimo olor emanaba de el obscuro final.

Repudiado por aquel olor tan penetrante salí lo más pronto posible de aquel lugar que alguna vez fue mi hogar. Diez años fueron suficientes para convertir un lugar «hermoso» en algo tan repelente para cualquiera que intentara pasar por ahí. 

Regresé a casa algo triste, pensar que ese lugar que me vio crecer sea un basurero, no me lo podía creer, así que la mañana siguiente decidí volver ahí y ver la forma en que podría ser reparado. Ahí estaba una vez más parado frente aquel callejón obscuro que alguna vez resplandecía de alegría y colores.
Todo seguía igual, excepto que una chica bastante linda y que aparentaba tener mi edad estaba allí, para con una mirada perdida y murmurando una pregunta que llamó bastante mi atención»¿Qué puedo hacer?»

Intenté hablar con ella, pero en cuanto me escuchó, salió corriendo, no le tomé mucha importancia ya que estaba pensando una forma de devolverle su antiguo brillo.
Una semana después volví para tomar fotos de referencia y buscar a más personas que quisieran ayudarme, pero la misma chica estaba parada una vez más. Me acerqué a ella y logré mantener una conversación con ella, me contó que ella solía jugar ahí, pero que ahora el simple hecho de estar parada en la entrada la llenaba de escalofríos, me compartió sus vivencias, era bastante amigable y timida. le conté de mi plan de renovación aunque al principio tenía dudas de ayudarme o no, pero termino aceptando.

Comencé a verla a diario, para platicar, salir al parque, tomar un café o hasta ver una película, pasó un mes y la limpieza ya la teniamos programada para dentro de una semana, ya había reunido a un buen grupo de personas que estaban dispuestas a ayudar.
En esa última semana no pudimos salir, ya que tenía que organizar y programar hora de la limpieza, así que ella comenzó a visitarme diariamente. Esto fue lo que sucedió.

7 Días para la renovación.

Ella llegaba a mi casa con una buena actitud, pero siempre la veía nerviosa y todo el tiempo estaba vigilando sus alrededores, pero ella intentaba de ocultarlo platicando conmigo y hasta propuso que se pintarán los muros.

4 Días.

Me había parecido buena idea lo de pintar una vez que estuviera limpio, pero eso me dio aún más trabajo. La veía y comparada con la última vez estaba más tranquila así que me sentí bastante bien por verla mejor.

2 Días.

Alguien llamó a mi puerta a las 7:30 am, al abrir me lleve la sorpresa de que era ella, estaba bastante agotada y al borde del llanto. Verla así me lleno de sentimiento así que evite hacer preguntas, le ofrecí un café y la salude como si nada a lo que ella respondió con un río de lágrimas que atravesaban sus mejillas las cuales tenían un par de moretones. Todo ese día lloró en mi hombro.

1 Día.

Me había comentado que no podría verme, así que solo le mande un mensaje a su teléfono recordando en el, que mañana era el gran dia.

Día de la renovación.

Todos llegamos a las 6:00 am y empezamos a trabajar, conforme mi plan. Pero ella seguía sin aparecer, pensé que en cualquier momento llegaría así que seguimos trabajando hasta llegar al fondo, donde aquel olor permanecía. Lo que era aun peor se había intensificado. Intenté averiguar lo que provocaba aquel aroma.  
Pero algo era diferente esta vez, mi zapato no se topó con ninguna bolsa de basura, había un gran charco de sangre que provenía del fondo. Todos miramos aterrorizados la escena, ahí estaba ella, en el fondo de aquel lugar.

Nunca volveré a verlo igual, para mi simplemente se convirtió en un obscuro callejón.

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