Uno con edulcorante y otro negro
-hoy nos tragamos las palabras-
yo siempre del lado de la ventana
ella cómoda en cualquier lugar
Creo que no la quiero más
-y ella lo sabe-
Siamesas de la nada
y amantes del mismo dolor
odiamos vernos las caras
pero siempre es así, al final del día
somos nosotras dos preguntándonos
porqué sentimos tanto.
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